Los trámites del carril bus VAO de la A-2, que al menos lleva seis años gestándose, se están alargando y, por tanto, no hay fecha de inicio de obras y, mucho menos, de entrada en funcionamiento. El pasado marzo, el Consejo de Ministros aprobó una nueva adenda al convenio de la infraestructura, la segunda desde que se pergeñó, y el comienzo de los trabajos se esperaba en un periodo corto de tiempo, incluso dentro de este año, ya que la mayor parte de los 13 millones de euros presupuestados para la construcción están incluidos en los Presupuestos Generales del Estado de 2023.
Sin embargo, la tramitación administrativa de este carril reversible que aliviaría el tráfico de salida y entrada de Madrid por la autovía de Barcelona se está demorando más de lo previsto. De hecho, casi ni se ha avanzado desde el primer trimestre del año. Y hay que recordar en este punto que esta infraestructura ya acumula un retraso: el provocado por la pandemia, pues la construcción se empezó a agilizar a finales de 2019 y la previsión era que estuviera dando servicio en 2021.
Preguntadas por el retraso actual, fuentes del Ministerio de Transportes apunta que la adenda que aprobó el Consejo de Gobierno precisa de las firmas de los cuatro organismos que financiarán el carril: el Ayuntamiento de Madrid, el Consorcio Regional de Transportes (CRTM) y los ministerios del Interior y Transportes, estos últimos involucrados en el proyecto a través de la DGT y la dirección general de Carreteras, respectivamente. El hecho que a día de hoy sólo haya plasmado la suya el Consistorio impide avanzar en la contratación de los trabajos.
De acuerdo con el departamento que dirige Raquel Sánchez, las firmas se tienen que producir en un orden determinado, el precisado en el párrafo anterior, y por eso añaden que el hecho de que el Consorcio no haya plasmado aún su firma impide avanzar. "Cada uno tiene que ir firmando para que el otro firme después", señala un portavoz del departamento ministerial, "la firma del Consorcio se espera desde abril".
La Consejería madrileña de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, de la que depende el CRTM, confirma que no ha rubricado aún la adenda y añade que espera plasmarla "en breve". Las mismas fuentes indican que han sido las elecciones autonómicas y el posterior cambio de Gobierno regional las circunstancias que han demorado los trámites, pero añaden que esta infraestructura en la A-2 aparece en la agenda inmediata del nuevo equipo de la consejería, encabezado por Jorge Rodrigo.
A pesar de las alturas del curso en las que estamos, y aunque es difícil predecirlo, los trabajos de construcción del carril bus VAO aún podrían comenzar antes de que finalizara 2023 porque el Ministerio de Transportes ya licitó las obras a comienzos de 2022. Una vez que se firme la adenda aprobada en marzo -que precisamente se redactó con el objetivo de "ajustar las anualidades para concentrar el grueso del presupuesto disponible en 2023 y así poder empezar las obras este año", según informó el Gobierno central- restarían algunos trámites más para la adjudicación definitiva, pero en cualquier caso nada que ver con los tiempos que se manejarían si no se hubiera adelantado nada, sostienen estas fuentes.
En cualquier caso, no hay que perder de vista que la celebración de las elecciones generales, este domingo, y la formación de un nuevo Gobierno de la Nación, después, también podrían acabar influyendo en el futuro del bus VAO de la A-2. Si al carril le acaba llegando el momento de pasar del papel a la realidad, los planes pasan por desarrollarlo en tres fases.
En la primera se trabajaría en el tramo entre Torrejón de Ardoz y Madrid: se habilitarían 14,3 km de carril reservado entre Torrejón y la avenida de América y se llevarían a cabo actuaciones puntuales de mejora en el nudo de Eisenhower, en el enlace de Rejas y en la salida 5 de la A-2. En la segunda fase se actuaría en el tramo M-300 a Torrejón en sentido de entrada a Madrid: se habilitarían 5 km de carril reservado, entre Alcalá de Henares y Torrejón, con un punto de embarque al comienzo del carril reservado, a la altura del nudo con la M-300.
La tercera fase sería el tramo de la M-300 a Torrejón en sentido salida de Madrid. Se desplegarían 9,4 km de carril reservado entre el punto kilométrico 6,100 y el 14,900. El acceso se podría realizar desde avenida de América y la M-40 y se podría salir en Coslada-San Fernando de Henares y Torrejón de Ardoz.
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