Haití no remonta: el país pide ayuda externa para luchar contra el hambre y las bandas armadas que sumen al país en el caos

Barricadas en llamas en una reciente protesta en Haití.
Barricadas en llamas en una protesta en Haití.
EFE
Barricadas en llamas en una reciente protesta en Haití.

La Española fue el primer territorio español en el Nuevo Mundo. Ubicada en el mar Caribe, es una isla curiosa porque hoy está partida en dos. Acoge dos Estados soberanos: Haití y la República Dominicana. No hay que ser un lince para darse cuenta qué parte de la isla se pisa.

Porque la isla presenta una dualidad muy evidente a todos los niveles entre su mitad oriental y la occidental, entre la República Dominicana y Haití. Esta última, la primera "república negra" del mundo en constituirse e independizarse, es el país más pobre de América.

Es el país más pobre de América: una de cada dos personas padece hambre y no tiene acceso a agua potable

Pobre y caótico, porque en Haití lo que ha desaparecido es el mismo Estado. El país vive en medio de una crisis política, humanitaria y de seguridad, en la que una de cada dos personas padece hambre y no tiene acceso a agua potable. Las bandas armadas continúan atacando a la población y obstaculizando la distribución de una respuesta humanitaria que requiere más financiación.

Un país tomado por bandas armadas

La capital del país, Puerto Príncipe, está cercada por bandas armadas que bloquean las principales carreteras que conducen a las regiones del norte y del sur, y controlan el acceso al agua, los alimentos, la atención sanitaria y otros servicios. La violencia estos grupos afecta a todos los aspectos de la vida pública y privada de los ciudadanos.

Una mujer carga con sus enseres personales tras verse forzada a abandonar su casa en el barrio de Tabarre, en Puerto Príncipe (Haití), a causa de la guerra entre bandas criminales desatada en la zona.
Una mujer carga con sus enseres personales tras verse forzada a abandonar su casa en el barrio de Tabarre, en Puerto Príncipe (Haití), a causa de la guerra entre bandas.
JOHNSON SABIN / EFE

Según datos recopilados por Naciones Unidas, la violencia por parte de las pandillas en Haití alcanzó en 2022 niveles no vistos en décadas. Aumentaron los homicidios, hasta 2.183 en todo el año, y los secuestros fueron 1.359, más del doble que en 2021.

El pasado octubre, el Gobierno haitiano solicitó la intervención de una misión internacional para ayudar a la Policía Nacional contra las pandillas, una iniciativa que todavía no se ha cristalizado porque ningún país se ha mostrado dispuesto a liderarla. Brasil y Canadá son los más implicados y Estados Unidos es partidario de reforzar las capacidades de la Policía Nacional de Haití, que tiene, sin embargo, un grave problema de corrupción.

Haití es el país más pobre del hemisferio occidental. En el terremoto de 2021 (de magnitud 7.2) unos 137.000 edificios resultaron dañados o destruidos, murieron 2.250 personas y hubo más de 300 desaparecidos. A partir de ese momento, el país se ha visto devastado por una serie de crisis coyunturales (seguridad, política, economía, salud, etc). Ahora las bandas armadas controlan buena parte de la capital.

Rescatistas trabajan en las labores de búsqueda y rescate de víctimas y supervivientes del terremoto que sacudió Haití el 14 de agosto.
Labores de rescate de víctimas y supervivientes del terremoto de 2021.
Orlando Barría / EFE

La jefa de Unicef en el país, Catherine Russell, cita casos de niñas violadas y niños reclutados por las bandas criminales. La semana pasada comentó que la situación "nunca ha estado tan mal". También han atacado a trabajadores humanitarios o dificultado la distribución de las ayudas en distintas zonas del país.

Ayuda para la policía

En ese contexto, el Secretario General de la ONU, António Guterres, visitó Haití el pasado fin de semana. "Estoy profundamente preocupado por la extrema vulnerabilidad de las personas y las comunidades frente a estas bandas depredadoras, y en particular por el impacto desproporcionado de la violencia sobre las mujeres y las niñas", declaró.

Estoy profundamente preocupado por la extrema vulnerabilidad de las personas frente a estas bandas depredadoras"

Guterres propuso adoptar un enfoque que aborde no sólo los retos políticos y de seguridad, sino también el Estado de Derecho y las cuestiones humanitarias y de desarrollo. Pidió a todos los socios que aumenten su apoyo a la Policía Nacional de Haití, ya sea en forma de financiación, formación o equipamiento, e instó una vez más al Consejo de Seguridad a que autorice el despliegue inmediato de una fuerza internacional para ayudar a combatir la violencia sin precedentes de los últimos meses.

Sin elecciones desde 2016

Lo ha pedido el gobierno de Haití, o lo que queda de esa administración. Ariel Henry es el primer ministro, pero su legitimidad es escasa. Fue designado apenas 48 horas antes de que el último presidente, Jovenel Moise, fuese asesinado en julio de 2021. Los haitianos no van a las urnas para elegir a sus gobernantes desde hace siete años. Las últimas elecciones se celebraron en 2016.

Un agente de la Policía Nacional de Haití, durante una operación contra una banda armada, en una imagen de archivo.
Un agente de la Policía Nacional de Haití, durante una operación contra una banda armada, en una imagen de archivo.
ORLANDO BARRÍA / EFE

La Casa Blanca ha dado su apoyo a esa misión internacional. El primer ministro haitiano se reunió esta semana con el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken. Este reafirmó la urgencia de llegar a un consenso que permita que se restablezca el orden democrático en el país caribeño.

"El país sufre actualmente violencia e inseguridad alimentaria, y existe una preocupante crisis humanitaria", dijo Henry. "Estados Unidos apoya firmemente al pueblo haitiano en estos momentos tan difíciles... pero es imperativo que la comunidad internacional se una para apoyar a Haití", aseguró Blinken.

720 millones de ayuda humanitaria

Una de cada dos personas en Haití vive en la pobreza extrema, padece hambre y no tiene acceso regular al agua potable. El plan de respuesta humanitaria de la ONU requiere 720 millones de dólares para ayudar a más de tres millones de personas. De momento, sólo se ha logrado financiación para un 23%.

Cascos azules de la ONU en Puerto Príncipe.
Cascos azules de la ONU en Puerto Príncipe.
EDUARDO MUNOZ / EFE

"Hago un llamamiento a la comunidad internacional para que ayude. Es una cuestión de solidaridad y justicia moral", declaró el Secretario General de la ONU en su reciente visita.

Inflación y desnutrición

La inseguridad alimentaria afecta a cerca de cinco millones de haitianos, de los cuales 1,8 millones precisan asistencia con urgencia. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las carencias alimentarias están provocando altos niveles de desnutrición. Las familias se ven obligadas a vender sus activos o a consumir semillas en lugar de plantarlas, lo que aumenta su vulnerabilidad.

La inflación está teniendo un enorme impacto. De acuerdo con el último informe del Instituto Haitiano de Estadísticas e Informática, la inflación bajó ligeramente en abril y mayo. Las variaciones anuales fueron del 47,9% y el 46,4%, respectivamente. La tasa de inflación en la capital Puerto Príncipe fue del 45,6%, la más baja reportada.

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