El precio de la vivienda nueva en España se encareció en junio un 6,4% mientras que la usada lo hizo un 4,1% en marzo. Así lo revelan los últimos datos que maneja la Sociedad de Tasación (ST), que no prevé caídas de precio importantes de cara a cierre del año y sí una moderación del ritmo de subida.

Según las cifras de la ST, la vivienda nueva alcanzó en junio 2.809 euros/m2, lo que arroja un incremento semestral del 2,8%, mientras que la vivienda usada se situó en marzo en 1.801 euros/m2, dejando el incremento en el 2,1%.

De acuerdo con el organismo, la vivienda nueva refleja presiones al alza en los precios más pronunciadas debido a la falta de oferta. Por su parte, la vivienda usada, que concentra la mayoría de las compraventas y la oferta, presenta una menor presión en los precios, determinados por mayores negociaciones entre comprador y vendedor y un incremento de los tiempos de venta.

Además, la ST señala también que ahora se construye seis veces menos que hace quince años, pese a que la demanda de vivienda nueva es sostenida. De hecho, en 2022 el número de visados de obra nueva fue de 108.985, una cifra en la línea del año anterior pero muy lejos de los 865.661 de 2006. 

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Y aunque el 16% de la nueva producción se concentra en las ciudades de mayor actividad económica, esta no es suficiente para dar respuesta a los flujos de población que reciben y a la creación de nuevos hogares.

Falta de vivienda asequible

Consuelo Villanueva, directora de Instituciones y Grandes Cuentas de la ST, ha puesto de manifiesto la falta importante de vivienda asequible, ya que en los últimos cinco años se han promovido cerca de 40.000 unidades con algún tipo de protección, frente a las más de 300.000 producidas entre 1993 y 1997.

Además, ha apuntado que con los módulos actuales, que en el caso de Madrid no se revisan desde 2008, es prácticamente imposible promover vivienda protegida teniendo en cuenta los actuales costes de construcción.

Este coste se situó en junio en 1.201 euros/m2, es decir, un 8% más. Sin embargo, desde que estalló la pandemia la subida es del 26,7%. Así, según Villanueva, en la actualidad el comprador de vivienda responde a un perfil solvente, que destina un mayor porcentaje de sus ahorros al pago de la vivienda en detrimento de la financiación bancaria, ya que un 38% de las compras se cierran ya sin hipoteca.

La directora cree también que la caída de la compraventa viene determinada por aquella demanda que está posponiendo la compra y por aquella población que ha visto reducida su accesibilidad por el endurecimiento de la financiación y en parte se está trasladando al alquiler.

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Predicciones para el resto del año

La Sociedad de Tasación no prevé una segunda mitad del año tan favorable en compraventas por la subida de tipos, pero descarta una caída dramática y confía en que las cifras sigan siendo muy buenas.

En el caso de los precios, cree que la falta de oferta seguirá empujando al alza la vivienda nueva aunque de forma más moderada y que la segunda mano se tendrá que ir acomodando. También espera una caída de hipotecas y que los ratios de morosidad se mantengan contenidos y no serán un problema importante.

Villanueva reconoce que en materia de vivienda hay muchos deberes por hacer, que no se pueden cambiar las reglas del juego a mitad del partido y que aún persisten los riesgos sobre la inflación, lo que podría aumentar la morosidad hipotecaria o moderar la inversión extranjera.