El presidente Pedro Sánchez ha prometido este miércoles ampliar las medidas de alivio hipotecario a todos los hogares con ingresos de hasta 37.800 euros (la renta media de un hogar formado por dos adultos sin hijos) si el PSOE vuelve a gobernar en la próxima legislatura. Así lo ha anunciado la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, en una entrevista televisada conducida por el propio Sánchez desde la sede del partido en Ferraz.

La propuesta de los socialistas pasa porque se pueda congelar las cuotas hipotecarias durante un año a las familias de renta media y facilitar que estas puedan ampliar la vida de su préstamo hasta siete años para poder hacer frente con mayor holgura a sus mensualidades en el futuro. Con esta medida, ha señalado Calviño, una familia con una hipoteca de 150.000 euros firmada en 2018 podría llegar a ahorrarse 300 euros de cuota mensual (3.600 al año).

La idea es ampliar el umbral para que más familias puedan acogerse a los dos códigos de buenas prácticas hipotecarias, aunque previsiblemente la medida va dirigida al segundo de ellos, limitado ahora a rentas de hasta 29.400 euros al año. Además del umbral de renta, es necesario que la carga hipotecaria supere el 30% de los ingresos mensuales del hogar o que haya aumentado un 20% o más para poder acceder a él.

El euríbor mensual rompe la barrera del 4% por primera vez en 15 años y encarece la hipoteca media hasta 250 euros al mes

Hasta el momento, el número de hogares que han solicitado acogerse a este alivio hipotecario es residual. Apenas 12.000 familias han pedido a su banco que les aplique estas medias, una cifra muy alejada del millón de hogares que Calviño dijo en su momento que podrían beneficiarse potencialmente de esta medida. 

Parte de esta escasa acogida se explica porque la fuerte subida del euríbor todavía no se ha trasladado por completo a todos los hipotecados españoles. Además, desde que un hogar sufre una subida de cuota y hasta que decide solicitar medidas de alivio también transcurre un tiempo.

Sin embargo, el principal factor para explicar la acogida residual es que estos códigos de buenas prácticas están diseñados para casos de auténtica necesidad. Conviene recordar que aunque las cuotas del préstamo se congelen durante un año, el banco no perdona ese dinero. Una vez ha transcurrido ese plazo, se produce un recargo en la mensualidad. Para mitigar ese efecto existe la posibilidad de alargar los años del préstamo para que las cuotas sean más bajas, al estar repartidas en más tiempo. Sin embargo, ampliar la vida de la hipoteca alarga el tiempo que se está pagando intereses, lo que acaba provocando una factura final más abultada.

Esta medida formará parte del programa electoral con el que el PSOE se presentará a las elecciones el 23 de julio, que todavía no ha visto la luz. "Esta tiene que ser una de las primeras medidas en próxima legislatura", ha incidido Calviño, que ha señalado que así como la situación económica ha sido "mejor de lo previsto", los tipos de interés han subido más de lo esperado, añadiendo más presión a las familias.

Reducir el paro por debajo del 8%

Además, la vicepresidenta ha anunciado que otro de los compromisos del PSOE para una eventual segunda legislatura en el Gobierno será alcanzar el "pleno empleo". La meta es bajar la tasa de paro estructural al 8% y reducir a la mitad el porcentaje de paro juvenil (del 23% en menores de 30 años) y de larga duración (en torno al 5% en parados con más de un año sin empleo) en los próximos cuatro años.

Los socialistas plantean plasmarlo en un pacto con los sindicatos, acompañado de medidas para recualificar trabajadores, ajustar mejor la oferta y la demanda, un plan de choque de empleo juvenil y un plan de protección activa a los parados de larga duración. "Este país puede, por supuesto, reducir en más de 100.000 personas el desempleo juvenil", ha señalado Sánchez. El planteamiento del PSOE va en una línea similar a la propuesta del PP, que se ha puesto como meta alcanzar 22 millones de ocupados en la próxima legislatura.

La charla entre Sánchez y Calviño forma parte de un ciclo de entrevistas que se ha dado en llamar Sesiones de Trabajo, en las que el presidente conversa con sus ministros sobre las políticas desplegadas desde sus departamentos. Antes que Calviño, ya pasaron por el plató de Ferraz Teresa Ribera, José Luis Escrivá o Luis Planas en un formato que no permite preguntas de los periodistas.