Joaquim Coll Historiador y articulista
OPINIÓN

Independentismo en depresión

Primer cara a cara entre Junqueras y Puigdemont tras cuatro años.
Junqueras y Puigdemont, en una foto de archivo
EFE
Primer cara a cara entre Junqueras y Puigdemont tras cuatro años.

A las puertas de la campaña oficial para las generales del 23 de julio el revés que el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) ha propiciado a las defensas de Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí no es baladí. Ha confirmado la retirada de su inmunidad como eurodiputados y, en una sentencia particularmente contraria a sus intereses, rechaza todos los argumentos de sus dos recursos. El camino para nuevas euroórdenes queda libre, si bien entre tanto Puigdemont y los otros dos eurodiputados presentarán un recurso de casación, lo que alargará la decisión final otros ocho meses. Es improbable que a corto plazo los fugados sean devueltos a España para ser juzgados, pero lo que se ha hundido es la estrategia del “exilio”, es decir, la huida de España para refugiarse en las instituciones europeas. Aunque con sus maniobras dilatorias alargarán el asunto hasta prácticamente agotar la actual legislatura europea, es posible que entre tanto pierdan el derecho a voto y otros beneficios. Los servicios jurídicos en Bruselas han llegado a la conclusión de que fueron nombrados eurodiputados de forma “probablemente ilegal”, pues nunca fueron confirmados por la Junta Electoral Central española. En cualquier caso, la sentencia del TGUE indica que el final de la escapada es ya solo cuestión de tiempo.

La sentencia del TGUE indica que el final de la escapada es ya solo cuestión de tiempo

Y esto sucede en un momento en que el independentismo se encuentra profundamente deprimido, donde existe una corriente abstencionista muy fuerte entre sus bases que pide castigar a los líderes del procés. Ahora les exigen responsabilidades. Una parte del electorado les reprocha que fueron demasiado lejos en 2017, y otra, los más radicales, que traicionaron sus promesas. La antaño poderosa Asamblea Nacional Catalana vive una crisis profunda, con una dirección favorable a la abstención o al voto nulo el 23-J. El principal perjudicado hasta hoy es ERC, que en las pasadas elecciones perdió el 36% de los votos respecto a 2019, pero tanto Junts como la CUP también sufren sus consecuencias. Mientras estaban en la cárcel, se beneficiaron de una cierta indulgencia, pero tras los indultos ya no hay lazos amarillos en Cataluña. Por su parte, Puigdemont y los otros fugados hicieron creer que la estrategia del “exilio” ponía al Estado español en serias dificultades, convirtiendo la cuestión catalana en un problema europeo. Pero el tiempo los ha desmentido. La sentencia del TGUE de hoy es particularmente significativa. Aunque el Tribunal Supremo todavía no ha logrado que sean extraditados, los jueces belgas no podrán oponerse indefinidamente después de los pronunciamientos de la justicia europea. La sentencia del TGUE indica que el final de la escapada es ya solo cuestión de tiempo

Los jueces belgas no podrán oponerse indefinidamente después de los pronunciamientos de la justicia europea

Mientras tanto, la independencia es una idea que va de baja, siendo los partidarios de secesión unilateral solo el 10%, según la encuesta que hoy mismo ha dado a conocer el Centre d’Estudis i Opinió de la Generalitat. El PSC volvería a ganar en unas hipotéticas elecciones catalanas, con un PP también al alza, mientras los tres partidarios separatistas tendrían más dificultades que nunca para sumar juntos mayoría absoluta.

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