Visto bueno al plan japonés de verter al mar las aguas contaminadas de Fukushima

Rafael Mariano Grossi, Director General del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), se reúne con el primer ministro nipón, Fumio Kishida, para ratificar el plan de verter las aguas contaminadas de Fukushima en el Pacífico.
Rafael Mariano Grossi, director general OIEA, se reúne con el primer ministro nipón, Fumio Kishida.
EFE / Eugene Hoshiko / POOL
Rafael Mariano Grossi, Director General del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), se reúne con el primer ministro nipón, Fumio Kishida, para ratificar el plan de verter las aguas contaminadas de Fukushima en el Pacífico.

El Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) respaldó este martes el plan del Ejecutivo japonés de verter al mar el agua tratada de la central nuclear de Fukushima y dijo que las medidas tomadas por el país asiático son "concordantes con los estándares de seguridad internacionales relevantes".

La evaluación exhaustiva del OIEA, agencia perteneciente al sistema de las Naciones Unidas, se dio a conocer después de dos años de investigaciones (el plan se aprobó en abril de 2021) y ha estado formada por expertos de once países. En este informe señalan también que las descargas serán "graduales y controladas" y que tendrán un impacto radiológico "insignificante" en las personas y el medioambiente.

La publicación del documento se produce mientras el Gobierno japonés ultima los preparativos para verter este verano al Pacífico toneladas de agua contaminada de radiación y depurada, una controvertida medida que ha despertado críticas por parte de la población local y países vecinos.

El director general del organismo, Rafael Mariano Grossi, dijo que el informe emitido "representa un hito importante en la revisión del OIEA", pero aseguró que continúan sus labores y seguirán "brindando transparencia a la comunidad internacional, haciendo posible que todas las partes puedan confiar en los datos verificados y en la ciencia".

Los pescadores japoneses temen por su supervivencia

Los pescadores locales también se encuentran entre quienes se muestran preocupados ante la aprobación de este plan: temen un posible impacto negativo en la reputación de sus productos. El sector de la pesca en Japón sufre desde el desastre de la central en 2011 la desconfianza de muchos consumidores por las implicaciones sanitarias que puede tener la radioactividad en la costa de Fukushima sobre el pescado capturado. 

Los productos marinos son objeto de constantes análisis de radiactividad y sus resultados, que se hacen públicos, muestran niveles dentro de los límites nacionales en prácticamente la totalidad de las muestras. Sin embargo, pese a esta monitorización y a sucesivas campañas de información para borrar el estigma radiactivo del pescado y otros alimentos originarios de esta región, estos aún son vistos con desconfianza por consumidores de todo Japón e incluso escasean en los supermercados locales.

Ante el descontento del gremio, Grossi se reunirá con los pescadores japoneses en los dos próximos días e inaugurará una nueva oficina del OIEA en Fukushima. Sin embargo, según AsiaNews, no es su trabajo convencer a los gobiernos locales de que apoyen la decisión del país.

China urge a Japón a que detenga el plan

China por ejemplo urgió este martes a Japón a que detenga su plan para procesar y verter al mar el agua contaminada de la central nuclear de Fukushima, y acusó al país de "forzar un plan que ha levantado múltiples preocupaciones en la comunidad internacional".

"El Organismo Internacional de la Energía Atómica presentó unas conclusiones que Japón no debería utilizar como un pasaporte para poner en marcha su plan. No se puede probar que el vertido sea la opción más segura o la más fiable", dijo hoy la portavoz de Exteriores, Mao Ning, en rueda de prensa. 

Corea del Sur también interviene

El país surcoreano ha sido otro de los más escépticos ante el plan nipón. De hecho, en mayo de este año envió un equipo de 21 expertos para inspeccionar la central de Fukushima en el marco la propuesta de liberar sus aguas contaminadas en el océano.

Un mes después, en junio, el Ministerio de Pesca y Océanos aseguró que daría información detallada a la población sobre la liberación de agua tratada de la central nuclear, ante las críticas y temores de los ciudadanos, que se opusieron en gran medida a que sea vertida al mar.

Protestas en Seúl (Corea del Sur) contra el plan japonés de verter más de un millón de toneladas de agua de la central nuclear de Fukushima en el mar.
Protestas en Seúl (Corea del Sur) contra el plan japonés.
EFE/JEON HEON-KYUN

De hecho, la población surcoreana ha salido a las calles a protestar contra esta medida. Ante la crispación que se vive en Corea del Sur, Grossi viajará también al país este fin de semana "para dar respuestas", reconociendo los temores de otras naciones de la región, según el medio asiático.

La ONU y Japón responden

Ante la polémica, Grossi recordó que el sistema de dilución en agua marina de líquido con residuos radiactivos es una práctica habitual en la industria nuclear y que se emplea "en muchos países, incluyendo China, Corea del Sur, Estados Unidos o Francia", y señaló que esta circunstancia se ha tenido en cuenta también a la hora de evaluar el plan nipón.

También el primer ministro japonés, Fumio Kishida, transmitió calma ante todos los mensajes de desconfianza que suscita el plan. "No permitiremos un vertido de aguas que pudiera afectar a la salud de los japoneses o de personas de todo el mundo y tampoco al medioambiente", declaró durante una rueda de prensa tras su reunión con Grossi.

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