La temperatura de la superficie terrestre es un hecho, pero los científicos han detectado, a través de nuevos datos, que las capas superiores de nuestra atmósfera también podrían estar llegando a temperaturas superiores a lo habitual. En este caso, provocado por la actividad inusual del sol.
Y es que el episodio de tomentas solares que se vive este año 2023 y que ha provocado episodios de auroras boreales en zonas poco habituales está provocando un calentamiento de la termosfera, una de las capas superiores de la atmósfera terrestre.
¿Qué es la termosfera?
La termosfera es la penúltima capa de la atmósfera terrestre antes de la exosfera, que da al espacio exterior. Comienza a aproximadamente 85 kilómetros de la superficie terrestre y termina a casi 600 kilómetros de la misma. Se la conoce también como ionosfera porque en ella los gases están ionizados, lo que favorece las altas temperaturas. En ella se generan las auroras boreales, y está presenta la radiación ultravioleta.
Es, por lo tanto, la puerta de salida al espacio, a una altura a la que solo han volado transbordadores espaciales, y que puede alcanzar temperaturas entre los 1000ºC y los 1500ºC dependiendo de la actividad solar. En ella orbita la Estación Espacial Internacional, que aunque lo parezca no está exactamente en el espacio, sino a 380 kilómetros de la superficie de la tierra
La termosfera está más caliente de lo habitual
Según publica Meteored, es precisamente en la termosfera donde se produce una parte de la absorción que la atmósfera hace de la energía solar. La temperatura de esta capa, por lo tanto, baila junto con los ciclos de actividad solar.
Ahora, y según los datos de la NASA de los que se hace eco Meteored, la temperatura de la termosfera habría alcanzado récords tras 20 años en valores normales, como consecuencia de las tormentas solares que afectan a la estrella y que tienen su efecto en la Tierra.
La agencia espacial estadounidense, según informan desde Meteored, mide la temperatura de la termosfera a través de la radiación concentrada en ella y la evalúa a través del Índice Climático de la Termosfera (TCI) en frío, fresco, neutro, templado o caliente.
Con los datos actuales, y desde el mes de marzo, el TCI se encuentra disparado hasta los 0,20 TW y ha llegado a alcanzar unos valores que no se registran desde 2003. Una temperatura por encima de lo habitual.
Sólo afectaría a los satélites de la órbita terrestre
A pesar de las altas temperaturas de la termosfera, este desequilibrio no implicaría, de momento, un peligro para la vida terrestre. Sin embargo, si afectaría a nuestra tecnología, ya que podría afectar a los satélites en órbita terrestre. Esto se debe a que la termosfera se expande al calentarse, afectando a la resistencia aerodinámica de los satélites y provocando colisiones entre ellos o que salgan de sus órbitas.
De hecho, un nuevo pico solar, previsto para finales de año, podría suponer una grave complicación para la que los expertos ya se han puesto manos a la obra.
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