La alcaldesa de Ripoll, tras la polémica por incluir carne de cerdo en las fiestas: "Mi pequeña gran victoria"

Silvia Orriols, alcaldesa de Ripoll (Gerona).
Sílvia Orriols, alcaldesa de Ripoll (Gerona).
@orriolsderipoll / TWITTER
Silvia Orriols, alcaldesa de Ripoll (Gerona).

La nueva alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, se ha visto envuelta en una polémica nada más estrenar mandato en la localidad gerundense al mando de la formación independentista y de derechas Aliança Catalana. Para celebrar la noche de San Juan decidió ofrecer "coca, fuet y chocolate para todo el mundo" con la intención de "recuperar las tradiciones para que las nuevas generaciones puedan disfrutarlas", según ella misma explicó en redes sociales. Sin embargo, la decisión de incluir carne de cerdo entre la oferta gastronómica de la festividad fue tachada de "antisemita" y de "querer excluir a la comunidad musulmana" de la celebración.

Según el diario El Español, la formación de izquierdas y también independentista catalana CUP exigió la retirada de la tradicional longaniza para no ofender a los vecinos y vecinas de religión musulmana, que no permite comer carne de cerdo.

La alcaldesa se ha pronunciado en las redes sociales después del eco de su gesto en los medios de comunicación. En un mensaje compartido este martes, escribió: "Mi pequeña gran victoria es haber conseguido que los políticos tradicionales se vean obligados a afrontar cuestiones incómodas (cuestiones que llevan arrinconando décadas... )".

El cartel de la festividad de San Juan en esta localidad de unos 10.000 habitantes, y en la que el 13% es de origen extranjero, suscitó ya comentarios en las redes como "así sí, qué ganas de ir a Ripoll a ver el ambiente" o "muy bien hecho, Silvia, el fuet que no falte" entre los usuarios.

Sin embargo, la decisión no ha sido bien recibida por los adversarios políticos de la alcaldesa, como ella misma ha recogido en las redes sociales. "¿A qué grado de surrealismo estáis dispuestos a llegar para demonizarme?", se preguntaba Orriols.

Entre los usuarios de las redes también se pueden leer otras reacciones como "Es tan simple como que los cristianos coman cerdo y los musulmanes pollo/ternera. Es como si un vegetariano va a un bar y dice que no cocinen carne. Pues no, el vegetariano se pedirá una ensalada o unas verduras, y los demás que pidan lo que quieran".

Otras personas han tirado de ironía para comentar lo sucedido: "Hay que terminar con las fiestas, por respeto a los deprimidos".

"Deduzco que la pseudo problemática del fuet viene dada porque es un producto que los musulmanes tienen prohibido y por eso se han sentido excluidos de una tradición típica catalana. Esto no es racismo ni xenofobia, esto es protegernos ante una imposición ajena a nuestra cultura", ha opinado otro tuitero.

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