El Ayuntamiento de Ripoll, en Cataluña, se ha visto envuelto en una polémica por sus fiestas. La alcaldesa, Silvia Orriols, quería recuperar la tradicional 'coca, longaniza y chocolate' de la verbena de Sant Joan y lanzó el cartel con el lema "Habrá coca, longaniza y chocolate para todo el mundo". 

Sin embargo, la formación de extrema izquierda CUP ha propuesto eliminar cualquier alimento que llevase cerdo o algún derivado del animal sagrado para algunas culturas árabes de cualquier fiesta en los municipios catalanes.

Además, la misma formación acusó al consistorio de Ripoll de islamofobia por proponer comidas que ofenden a los vecinos musulmanes de la zona que también quieran disfrutar de las fiestas, tal y como recoge El Español.