Los tres motivos por los que los perros no quieren pasear y cómo actuar en cada caso

Imagen de una perro de paseo.
Imagen de una perro de paseo.
AYUNTAMIENTO DE PARACUELLOS DEL JARAMA
Imagen de una perro de paseo.

Compartir vida con un compañero de cuatro patas conlleva muchas responsabilidades y una de ellas es el compromiso de realizar paseos diarios en su compañía, una actividad fundamental para su bienestar y que nos puede ayudar a estrechar el vínculo con nuestra mascota.

Por lo general, el paseo es el momento de mayor felicidad para nuestro perro, es ese ratito que comparten solo a nuestro lado, que disfrutan de los diferentes olores del mundo que les rodea, aprovechan para socializar con otros perros, hacen ejercicio... No obstante, a veces un paseo no es una tarea tan sencilla como llegar al parque, jugar y volver a casa.

¿Alguna vez te ha pasado que durante un paseo el perro decide pararse sin motivo aparente? La realidad es que hay varias explicaciones detrás de esta conducta y es importante conocer las razones por las cuales nuestros peludos actúan de determinadas maneras, ya que tienen sus propias motivaciones y su propio carácter.

Sonia Losada, profesora en activo del curso profesional de Educación canina y Adiestramiento de l’Escola d’oficis de Catalunya y conocida como Xila's Training, explica que hay tres motivos habituales por los que un perro puede detenerse en mitad de un paseo: miedo, cansancio o cabezonería.

Cómo actuar ante un perro parado durante el paseo

"La gran mayoría de perros que se paran en mitad de la calle lo hacen por miedo al entorno, lo que se conoce como parálisis del miedo", explica Losada. "Esto es habitual cuando tenemos cachorros, a los que tendemos de forma errónea, a llevar al parque o a la calle de golpe".

En este sentido, Losada detalla que cuando tenemos perros jóvenes lo ideal es que les acompañemos constantemente durante sus primeros paseos, que no necesitan ser largos ni de tiempo, ni recorrido y que, siempre que se pueda, deben elegirlo nuestros peludos. 

"Lo que deberíamos hacer es acompañarlo, dejar que elija un poco por dónde quiere ir, permitirle olfatear y, sobre todo, el refuerzo positivo, reforzar todos los comportamientos que queramos que se repitan con premios, ya que motivarán al perro a salir más", añade la educadora canina.

Es importante también incluir durante los paseos momentos de descanso

También debemos pensar en por qué se para en seco nuestro peludo, si ha pasado una moto haciendo ruido, si ha visto otro perro, si puede que le tenga fobia a algo del entorno. "Si le coge miedo a la calle, la única solución que nos va a quedar es ponernos en contacto con un profesional que nos ayude a gestionar ese miedo", afirma Losada. "Y debemos asumir que es posible que tengamos que permitir durante ese proceso los escapes en casa".

Otro de los motivos que pueden llevar a los perros a detenerse en mitad de un paseo es el cansancio. "A veces necesitan reponer fuerzas después de un exceso de ejercicio o de estar corriendo mucho detrás de la pelota", comenta la experta.

"En estos casos, en el momento debemos respetarles que quieran descansar y esperar el tiempo que haga falta, sin tirar de ellos u obligarles a moverse", recomienda. "Y una vez llegamos a casa, debemos replantearnos los paseos, tanto su duración, como lo que hacemos en ellos"

Una mujer y un perro labrador chocolate.
Una mujer y un perro labrador chocolate.
Freepik.

En este sentido, Losada recuerda que el paseo no es tan solo una cuestión de caminar y caminar, si no que debemos permitirles olfatear, dejarles que corran, que hagan sus necesidades tranquilos... "Es importante también incluir durante los paseos momentos de descanso", asegura.

"Yo en todos los paseos estoy un ratito caminando, a mitad de camino normalmente paro a descansar y luego continúo el paseo hacia casa tranquilamente", detalla Losada. "De esta forma, el perro asocia que la calle también es descansar y que no es todo actividad".

Sí podemos ofrecerle un premio cuando se muevan por voluntad propia hacia casa

Por último, otro de los motivos que puede llevar a un perro a detenerse en mitad de un paseo es la cabezonería, propia de su época adolescente o de su carácter. "A veces no quieren volver a casa o irse del parque por lo que se paran en mitad del camino", cuenta Losada.

"Esto es como la pataleta de un niño y no debemos atenderla", aconseja. "Si no quiere andar para casa esperamos, pero no arrastramos o forzamos, simplemente esperamos lo que haga falta para que no aprenda que consigue lo que quiere deteniéndose en mitad del camino".

Además, recuerda que es super importante no ofrecerles premios, porque entonces aprenderán a que cuando se paran en seco, obtienen una recompensa, algo que repetirán en el futuro. "Si por lo contrario, simplemente esperamos, su estrategia no les va a funcionar y será un comportamiento que se va a extinguir", asegura. "Lo que sí podemos hacer es ofrecerle un premio cuando se muevan por voluntad propia hacia casa (sin enseñárselo antes)".

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