Fumata blanca en la Comunitat Valenciana, una de las comunidades donde más ha costado cerrar la negociación de Sumar. Compromís cerró este viernes el acuerdo con la formación que lidera Yolanda Díaz para concurrir en coalición a las elecciones generales del 23 de julio, aunque formalmente el texto tiene aún que ser ratificado por los órganos internos del partido valencianista, algo que se espera que sea un mero trámite. Finalmente, Compromís ha logrado una de sus principales reivindicaciones: que su nombre aparezca en la marca y la papeleta, con lo que en las tres provincias valencianas la candidatura de Díaz se presentará bajo la marca "Compromís-Sumar: sumem per guanyar".

Pese a su inicial exigencia de que fueran dirigentes suyos los que encabezaran las listas de Valencia, Alicante y Castellón, Compromís únicamente tendrá el número uno valenciano, aunque también los números dos en las tres candidaturas. El número uno por Alicante lo escogerá directamente Sumar, mientras se ha acordado que el cabeza de lista castellonés sea un dirigente de consenso del cual no ha trascendido el nombre. Esto deja la puerta abierta a la integración de Podemos en el pacto, ya que los morados amenazaron el jueves por la noche con romper la baraja asegurando que Compromís quería excluirles de todos los puestos de salida, los que tienen opciones reales de obtener escaño.

Podemos lleva toda la semana pugnando por incluir en un puesto de salida a la hasta ahora directora del Injuve, María Teresa Pérez, que ya fue diputada por Alicante en la breve legislatura fallida que transcurrió entre abril de 2019 y la repetición electoral de noviembre de ese mismo año. No obstante, la negativa de Compromís y Sumar a incluirla en esa lista es lo que habría llevado a Podemos a plantear desmarcarse únicamente en las listas de la Comunidad Valenciana, una posibilidad que Díaz rechaza: Sumar asegura que solo pactará con los morados si es para presentarse unidos en toda España, sin excepciones.

Podemos plantea concurrir solos en la Comunidad Valenciana y con Sumar en el resto de España pero Díaz lo rechaza

Aún es una incógnita cómo se repartirán los recursos en la pata valenciana de Sumar, otro de los asuntos que han sido fundamentales durante la negociación de la última semana y media. Lo que sí ha acordado Compromís es tener autonomía política en el Congreso, aunque está por ver cómo se traslada eso al funcionamiento del grupo parlamentario. En 2016, tras acudir a las elecciones coaligados junto a Unidas Podemos, los cuatro diputados valencianistas no ingresaron en el grupo parlamentario morado, sino que se fueron al mixto.

Las negociaciones de Sumar para configurar las listas de la Comunidad Valenciana han sido siendo de las más complicadas entre las que están teniendo lugar durante los últimos diez días. Compromís consideraba que debía tener un papel absolutamente protagonista en las listas habida cuenta de los resultados obtenidos el pasado 28-M, cuando los valencianistas sacaron el 14,3% de los votos en las elecciones autonómicas por apenas un 3,5% de la coalición de Podemos e IU.

No obstante, estas cifras no son directamente extrapolables a unas elecciones generales. 2019 es buen ejemplo de ello. En abril, Unidas Podemos y Compromís se presentaron separadas a los comicios generales: los morados obtuvieron cinco escaños y los valencianistas, tan solo uno por la provincia de València. Y, apenas un mes después, en las autonómicas de mayo las tornas se dieron la vuelta: Unidas Podemos logró ocho actas en Les Corts con el 8% de los votos y Compromís, 17 diputados y un 16,4% de los sufragios.