Feijóo cambiará la reforma laboral y la ley de vivienda en sus primeros 100 días si llega a la Moncloa, pero aparcará las pensiones

Euforia en la sede del PP al recibir a su líder, Alberto Núñez Feijóo y a todos los candidatos ganadores de las elecciones del 28 de mayo.
Alberto Núñez Feijóo tras ganar las elecciones del 28M.
Euforia en la sede del PP al recibir a su líder, Alberto Núñez Feijóo y a todos los candidatos ganadores de las elecciones del 28 de mayo.

Con un hipotético Gobierno de Alberto Núñez Feijóo se producirán retoques en la ley de vivienda -aprobada el mes pasado- y en el de la reforma laboral -un año y medio después de su entrada en vigor- en los primeros meses de la nueva legislatura. Según fuentes del entorno del presidente, estas dos reformas son una prioridad del candidato a la Presidencia que se ha propuesto aplicar en sus primeros 100 días de Gobierno. Por lo contrario, Feijóo se dará más tiempo para abordar "en profundidad" una de las reformas más controvertidas, como es la de las pensiones.

El equipo de Feijóo anda inmerso en papeles para presentar contrarreloj -ante el adelanto electoral- las principales políticas que determinarían la primera legislatura de Feijóo. Y uno de estos hitos será el de borrar la marca 'Díaz' de la reforma laboral, volverla a dejar como la diseñó el expresidente popular Mariano Rajoy y, de paso, explorar nuevas fórmulas como 'la mochila austriaca''. Fuentes del PP apuntan a que el equipo estudiará este modelo que ya trató de introducir el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que después metió Pedro Sánchez en su programa y que tanto PP como CS han defendido evaluarlo.

Por el momento, los populares aceptan estudiar lo que también propuso el Banco de España en 2021. A grandes rasgos, esto supondría cambios en cómo están diseñados las indemnizaciones por despidos en España. Así, en lugar de que los trabajadores fueran acumulando indemnización a medida que pasan los años en la misma empresa, sería cada trabajador el que generase sus propios ahorros, 'en una mochila', financiada por el empresario, a cambio de reducir drásticamente el pago por despido. El empleado tendría libertad para moverse de empresa, siempre con su  mochila puesta. Y aquel que no agote la mochila durante su carrera profesional, la podrá emplear como un complemento a su pensión.

Este sistema tiene sus ventajas y sus inconvenientes. El propio Banco de España lo explica en su informe. Por el lado positivo, sería más justo porque todos los trabajadores acabarían recibiendo ese dinero en algún momento, mientras ahora solo se lo llevan quienes son despedidos. Además genera más incentivos a la movilidad laboral, ya que da menos miedo irme a otra empresa porque sé que es más fácil que despidan a los que llevan menos tiempo. Y suaviza el impacto de liquidez para las empresas. Los despidos estarían más focalizados en razones de productividad y eficiencia. 

En el otro lado de la balanza pesan varias incógnitas. ¿Qué indemnización poner cuando el sistema esté operativo? ¿Qué hacer con la indemnización que han ido acumulando los trabajadores con el sistema actual? Son algunas cuestiones que quedan en el aire. Por su parte, el supervisor bancario propone meter unos 9.000 millones de fondos europeos para financiar el periodo de transición entre los dos sistemas. En el PP están de acuerdo en que hay beneficios en esta normativa que solo funciona en Austria, al tiempo que reconocen que podría no funcionar en determinados sectores. "Podría ser un sistema mixto", apuntan sin más concreción.

Más allá de la viabilidad de las nuevas fórmulas, el PP considera que el grueso de la reforma laboral que implantó la ministra Yolanda Díaz es casi idéntica a la de Rajoy. Tan solo discrepan en una de las medidas, que ya avanzan, van a corregir. Se trata de los fijos discontinuos, una figura que siempre ha existido como contrato temporal. 

Al PP no le chirría la nomenclatura, pero sí que con este cambio se haya aprovechado para no incluirlo en el listado de desempleados. Desde que entrara esta norma hace caso año y medio, los populares han estado denunciado el "maquillaje" de los datos del paro ofrecidos por el Gobierno. Y es que si bien antes los contratos temporales sí se contabilizaban cuando el trabajador entraba en paro, ahora los fijos discontinuos no están reflejados en los datos. Por lo que puede producirse mejora encubierta de las cifras de parados en temporada baja o empeoramiento encubierto en temporada alta.

Mientras las fórmulas de la reforma laboral están en el aire, la segunda ley que aspira a revertir la reciente ley de Vivienda que acordó el Gobierno con ERC y Bildu a pocos días del inicio de la pasada campaña electoral. Feijóo ya avanzó hace un par de meses las que serán sus políticas que traspasarán la teoría para ir a la práctica. "¿Hace falta una ley de vivienda o hacer vivienda?", cuestionan en Génova.

Por lo contrario, la reforma de las pensiones será una asignatura pendiente para el medio plazo. El PP, consciente de la relevancia de esta materia, aboga por abordarlo "en profundidad". Esto es después de un proceso de negociaciones y escucha con todos los agentes sociales, patronales, sindicatos y partidos políticos. Lo cierto es que sea cual sea el Gobierno que gane las generales aún cuenta con dos años de margen para reformar el sistema de pensiones, ya que el actual Gobierno aprobó un paquete de medidas que habrá que revisar a partir de 2025.

Lo primero que hará el PP si gana las elecciones será convocar el Pacto de Toledo, una sesión parlamentaria que se creó en 1995 para consensuar entre todas las formaciones el futuro de las pensiones. Un acuerdo que, por cierto, se saltó el presidente Pedro Sánchez hace unos meses al aprobar su paquete de medidas sin consulta previa.

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