Cómo mantener sana y feliz una iguana verde y qué peligros afrontamos si convivimos con ella: "Su cola es como un látigo"

Un ejemplar de iguana verde o iguana común.
Un ejemplar de iguana verde o iguana común.
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Un ejemplar de iguana verde o iguana común.

Los cuidados y el mantenimiento de los reptiles son complejos. Dependiendo de la especie, requieren de una temperatura, humedad y luz determinada, además del enriquecimiento ambiental específico en cada una de ellas, lo que hace a estos majestuosos animales, difíciles de mantener en cautividad.

En el caso de la iguana verde (o iguana común), se trata de uno de los reptiles que más se tiene en los hogares, pero sobre el cual se desconoce los peligros o riesgos a los que nos enfrentamos si convivimos con ellos, ya que no debemos olvidar que se trata de una especie exótica cuya domesticación no es comparable con la de, por ejemplo, un perro.

Pablo Casar, responsable de medicina y cirugía de reptiles del Hospital Animales Exóticos 24h, cuenta que las iguanas verdes son originarias de américa latina y que se trata de un animal que vive en un hábitat "tropical, ligado a zonas húmedas y grandes masas de agua"

"Normalmente es solitario, aunque en época de reproducción lo puedes ver en grupos", comenta. "Le encantan los árboles y, de hecho, junto a tirarse al agua, subirse a ellos es la forma que tienen de protegerse de depredadores, de ahí que sea importante que en cautividad también les proporcionemos diferentes alturas y un espacio acuático".

Imitando su vida en libertad

No cubrir las necesidades de los animales exóticos en cautividad puede conllevar a enfermedades y, también, a problemas de comportamiento. Para disminuir el riesgo de ambas, lo más importante que debemos hacer como tutores responsables que intentar imitar al máximo las condiciones de vida que tendrían en su hábitat natural, en cautividad.

Esto se aplica también a las iguanas. "En cuanto a espacio, lo ideal es buscar el máximo posible que le podamos aportar (si le puedo dedicar una habitación, pues mejor, pero como mínimo, su hábitat debe ser de dos por dos metros, ya que un macho adulto puede llegar a ese tamaño", explica Casar. "Lo mínimo es que pueda tener la cola estirada".

"Además, como ya hemos comentado, necesitamos proporcionarles lugares donde estar tranquilos y 'protegerse' como ramas de árboles altas o una piscina o estanque con agua", añade. "Al ser animales de sangre fría, necesitan que la instalación en donde los tengamos esté a una temperatura alrededor de los 29 grados y que, además, tenga un punto caliente, una zona donde pueda 'tomar el sol' a 30 grados, por ejemplo".

Un ejemplar de iguana.
Un ejemplar de iguana.
ANIMALES EXÓTICOS 24H

Casar expresa que, de la misma manera, conviene que tengan también una zona más fría dentro del terrario donde la temperatura llegue a los 27 grados. "Por otra parte, la humedad tiene que estar en torno al 70-80 por ciento", añade. "Todo esto es fundamental para evitar posibles enfermedades".

Un punto importante a tener en cuenta es que, a la hora de facilitarles una estructura de agua, debemos pensar que son animales con unas fuertes garras por lo que, por fácil que parezca, las piscinas hinchables no son una solución. "Las hay de plásticos duros o resinas que funcionan muy bien", comenta el experto en reptiles.

"También es muy importante el sustrato que pongamos en la instalación", apunta. "Son animales que huelen por la lengua por lo que, si ponemos piedras pequeñas, pueden llegar a ingerirlas, de ahí que sea más recomendable poner fibra de coco o cualquier otro sustrato que sí puedan digerir de forma segura".

Es muy importante el sustrato que pongamos en la instalación, debe ser digerible

La iluminación también es una parte fundamental a la hora de mantener iguanas felices y saludables. "Necesitan una radiación UVE (radiación ultravioleta de alta energía)", afirma el experto en reptiles. "Hay bombillas en el mercado que aportan este tipo de radiación y calor al mismo tiempo, y conviene comprar las más potentes para evitar una de las patologías más comunes que sufren estos animales, la falta de radiación ultravioleta".

"También podemos añadir humedad con un sistema de lluvia, vaporizadores o niebla, aunque siempre teniendo cuidado con la aparición de hongos, lo que podemos evitar con una buena ventilación del terrario", explica Casar.

La alimentación, parte del enriquecimiento ambiental

Las iguanas verdes son reptiles herbívoros estrictos, lo que quiere decir que, aunque en alguna etapa de su desarrollo pueden comer algún insecto, debemos alimentarlos con verdura carnosa (zanahoria, pimientos...), mucha hoja, canóniga y fruta. "También podemos ofrecerles flores, ya que algunas son muy nutritivas, como el diente de león, por ejemplo".

"Algo importante es que debemos suplementar siempre el alimento con aporte de calcio y vitaminas, ya que nunca vamos a poder crear en cautividad la misma dieta que toman en la naturaleza", explica Casar. "Podemos espolvorear éstos por encima de su comida".

Además, a través de la alimentación podemos mejorar su enriquecimiento ambiental, que es el que más aceptan, según el experto en estos animales. "Consiste en dificultarle el acceso al alimento, que tengan que subir a un árbol para conseguirlo y que no siempre sea el mismo, sino ir variando", comenta.

"Ellos en la naturaleza se mueven mucho para comer, por lo que todo lo que podamos dificultarles, mejor", añade Casar. "Por ejemplo, podemos utilizar pinzas de la ropa y colgar las hojas de una rama. De hecho, les suelen gustar los colores llamativos, como las hibiscus, lo que podemos utilizar para fomentar ese movimiento".

No obstante, el experto en reptiles del hospital advierte de que no debemos coger flores del parque, ya que están plantadas utilizando muchos herbicidas. "Tampoco debemos proporcionarles tubérculos (patata, ajo y cebolla), ni aguacates y, por supuesto, nada de comida humana", defiende.

Ellos en la naturaleza se mueven mucho para comer, por lo que todo lo que podamos dificultarles, mejor

Por último, aunque a las iguanas no le gustan los cambios, es positivo para ellas realizar un cambio en la instalación de vez en cuando, lo que Casar llama "un enriquecimiento forzoso". "Debemos cambiar las ramas de sitio, la piscina, los elementos que la componen, en general", explica.

¿Es peligroso tener una iguana?

Las iguanas verdes tradicionalmente se han vendido con mucha facilidad cuando son bebés, cuando miden "entre 20 y 30 centímetros", pero la gente no es consciente de que son animales que pueden llegar a medir, con facilidad, los dos metros de largo. "Además, en época de celo pueden llegar a ser muy agresivas, lanzándose a atacarte o morderte", advierte Casar.

"El primer peligro que existe cuando convivimos con iguanas son sus mordiscos", detalla. "Un adulto tiene una mandíbula muy potente y, segundo, las garras, que cuando trepan por ti o las manejas, es inevitable que te arañe con ellas".

No obstante, el mayor peligro se encuentra en us cola, que es "como un látigo". "Son capaces de apuntar y, de hecho, es lo que suelen hacer, si quieren darte en la cara, lo pueden hacer, es un problema común que vemos en la clínica", concluye Casar.

Por estos motivos, debemos pensar y meditar muy bien si queremos convivir con un reptil como la iguana verde y, sobre todo, consultar con un veterinario especialista en exóticos que te pueda aconsejar y guiar en el proceso de adquisición del animal.

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