Las elecciones autonómicas de este domingo han sido la constatación del resurgir del PP. Con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza, los populares han arrasado en Madrid, tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento, y tendrían fácil gobernar en lo que hasta ahora han sido importantes feudos del PSOE como la Comunidad Valenciana, Aragón y Extremadura. Eso sí, tendrán que alcanzar pactos postelectorales, principalmente con Vox, que ha conseguido entrar en todos los parlamentos autonómicos en los que hasta ahora no tenía representación. Los populares, además, rentabilizan la desaparición de Ciudadanos de todos los parlamentos regionales.
El éxito del PP es el batacazo del PSOE. Los de Pedro Sánchez han acusado el desgaste del partido a nivel nacional y pierden a algunos de sus barones más paradigmáticos. Así, solo conservarán los gobiernos de Castilla-La Mancha y Asturias. Y al mal resultado de los socialistas se une el hundimiento de su socio principal, Unidas Podemos, que desaparece en Madrid, Comunidad Valenciana y Canarias.
Los resultados recuerdan a los de las autonómicas y municipales de 2011. A diferencia de entonces, el PP solo ha conseguido mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid y La Rioja, por lo que en el resto de territorios –a excepción de Asturias y Castilla-La Mancha– ha sido el partido más votado, pero necesitará de apoyos de otros partidos. Vox se perfila, así, como el socio preferente de los populares en la mayoría de autonomías donde podrán recuperar el gobierno.
Este 28 de mayo ha confirmado a Isabel Díaz Ayuso como una de las líderes regionales del PP con más poder. Junto con el andaluz Juanma Moreno y el gallego Alfonso Rueda –cuyas comunidades no celebraron elecciones anoche–, podrá gobernar en solitario los próximos cuatro años al mejorar su resultado en cinco escaños.
El PP de La Rioja fue el otro gran triunfador de la noche: la región dio un vuelco y pasará de un gobierno socialista a uno popular con mayoría absoluta.
Este 28 de mayo dejó un panorama desolador para los socialistas, que perdieron en la inmensa mayoría de los que habían sido sus feudos en los últimos ocho años. Empezando por la Comunidad Valenciana, la plaza más codiciada por todos los partidos en estas elecciones autonómicas. Allí el PP ha recuperado más de 20 escaños, consolidándose como primera fuerza. Eso sí, Carlos Mazón, el líder popular en la región, deberá buscar el apoyo de Vox para poder ser investido presidente. Todo ello a pesar de que la Comunidad Valenciana ha sido de las pocas autonomías en las que el PSOE sí mejoró sus resultados, con seis escaños más que en 2019, pero fue a costa de sus socios, Compromís y Unidas Podemos, por lo que el bloque de izquierda no consiguió los apoyos necesarios para reeditar el Botànic.
En Aragón, los socialistas solo perdieron un escaño, pero el PP sumó 12 más respecto a los anteriores comicios. La subida de Vox, que pasa de 3 a 7 diputados, hará posible un gobierno liderado por el actual alcalde popular de Zaragoza, Jorge Azcón, si ambos partidos consiguen cerrar un acuerdo.
Extremadura es el otro gran territorio perdido para el PSOE. Guillermo Fernández Vara, uno de los barones más veteranos, no logrará retener el gobierno de la Junta: ha perdido 6 escaños y, aunque sus socios de Podemos no pierden, PP y Vox suben 8 y 5 escaños, respectivamente, por lo que suman mayoría suficiente.
En Baleares, a los socialistas les ha pasado como en otras comunidades autónomas, pues solo han perdido dos escaños, pero la gran subida de los populares, de nueve diputados, y el hundimiento de Podemos, hace imposible que Francina Armengol reedite el gobierno de las islas. Y, como en otras regiones, los populares deberán llegar a acuerdos para ponerse al frente del Ejecutivo.
A diferencia de todas estas comunidades, en Murcia no habrá cambio en el gobierno regional. Fernando López Miras seguirá al frente del gobierno, pero deberá cambiar de socios: de los tránsfugas de Cs con los que gobernaba desde 2021, está obligado a llegar a acuerdos con Vox.
En Cantabria, no habría vuelco del PSOE al PP, pero los populares son los grandes beneficiados de la subida generalizada de su partido a nivel nacional y el acusado descenso del PRC de Miguel Ángel Revilla. El veterano político pierde el gobierno, que pasará a estar en manos del PP, acuerdo con Vox mediante.
Otra comunidad autónoma que ayer celebró elecciones fue Navarra. Allí el bloque de la derecha ha sufrido la ruptura de UPN y el PP, que, a diferencia de 2019, en estos comicios han ido por separado. Eso sí, UPN ha sido la fuerza más votada, con 15 escaños, seguida del PSOE, que se queda a cuatro diputados. EH Bildu supera a Geroa Bai como tercer partido más votado, por lo que está por ver si socialistas e independentistas inician negociaciones para mantener el gobierno que hasta ahora ha liderado María Chivite.
La otra clave nacionalista estaría en Canarias. Es de las pocas comunidades en las que el PSOE ha sido la fuerza más votada y aunque podría alcanzar pactos con otras fuerzas como Coalición Canaria, la oposición también suma mayoría suficiente para gobernar, de modo que todas las opciones están abiertas en el archipiélago.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios