El Banco de España revisará significativamente al alza sus previsiones de crecimiento para la economía española como consecuencia de las correcciones en la medición del PIB publicadas recientemente por el INE. Según arguye el director general de Economía y Estadística, Ángel Gavilán, se trata de una revisión "mecánica" que por sí sola aportaría cinco décimas de crecimiento este año y situaría el avance del PIB en el entorno del 2%.
Una cifra que es prácticamente clavada a la que se recoge en el cuadro macroeconómico con el que el Gobierno elaboró los presupuestos para 2023. Los cambios en la serie de PIB del INE provocarán, previsiblemente, que la mayoría de casas de análisis anuncien revisiones al alza de sus pronósticos en los próximos meses.
El consenso anterior a las modificaciones del INE coincidía en un crecimiento del PIB cercano al 1,5% en 2023. Para conocer la previsión definitiva del supervisor bancario habrá que esperar hasta junio, cuando la institución presentará sus proyecciones macroeconómicas actualizadas.
La última lectura del PIB sitúa a España solo un 0,2% por debajo del nivel de producción registrado antes de la pandemia. Una diferencia tan pequeña que, para Ángel Gavilán —que intervino el miércoles en un el acto de presentación del informe anual de la economía española en la sede del Banco de España— ya se puede afirmar que la recuperación se ha completado.
Eso sí, aunque el PIB en su conjunto ya se sitúe en los niveles prepandemia, el consumo y la inversión —dos motores fundamentales del crecimiento económico— todavía no se han recuperado. De hecho, las exportaciones han sido el principal impulsor del crecimiento económico en el primer trimestre, frente a un consumo que se ha vuelto a contraer por segundo trimestre consecutivo.
Según el Banco de España, los efectos de la reapertura en la actividad tras la pandemia, la fortaleza del empleo, las medidas de apoyo público a la economía en el contexto de la guerra de Ucrania y las exportaciones han sido los cuatro grandes factores que impulsaron el crecimiento en 2022 y en el comienzo de 2023.
La retirada de las medidas de apoyo frenará el crecimiento
El supervisor bancario reconoce que las medidas de apoyo público para sostener la economía durante la crisis inflacionaria han sido capaces de impulsar el crecimiento y reducir la inflación en 2021 y 2022. Sin embargo, su retirada total prevista para 2024 tendrá un efecto rebote sobre los precios y contribuirá a frenar el crecimiento el año próximo.
El Banco de España estima que las medidas de apoyo aportaron alrededor de 1,4 puntos porcentuales al avance del PIB entre 2021 y 2023. Sin embargo, su desaparición ya el año próximo restará seis décimas al crecimiento previsto para 2024. Con lo que el balance final de estos cuatro años será positivo.
En lo que respecta a la inflación, las medidas permitieron reducir el crecimiento de los precios alrededor de tres puntos en el conjunto de 2021 y 2022. Sin embargo, su progresiva retirada, que ha comenzado ya este año, tendrá un efecto rebote que aportará tres décimas más a la inflación este año y hasta 1,5 puntos adicionales en 2024.
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