España se queda al filo de cerrar la recuperación económica tras un crecimiento del PIB del 0,5% en el primer trimestre

Nadia Calviño, Isabel Rodríguez y Luis Planas comparecen en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.
Nadia Calviño, Isabel Rodríguez y Luis Planas comparecen en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.
JUAN CARLOS HIDALGO / EFE
Nadia Calviño, Isabel Rodríguez y Luis Planas comparecen en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.

La economía española avanzó un 0,5% en el primer trimestre. Un tímido crecimiento que, sumado a una importante revisión de la contabilidad nacional de todo 2022, sitúa el nivel de producción de la economía española prácticamente al mismo nivel que antes de la pandemia. 

Así se desprende del avance del PIB en el primer trimestre que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este viernes. Tras la revisión, el nivel de producción de la economía española se sitúa tan solo un 0,2% por debajo de lo que se registraba en el último trimestre de 2019, el último sin efectos de la pandemia.

El avance económico en el primer trimestre ha sido posible gracias al fuerte tirón de las exportaciones, que se incrementaron un 5,8% respecto al trimestre anterior. Un dato que contrasta con la contracción del 1% que se registró entre octubre y diciembre. La inversión también contribuyó al impulso de la economía, con un avance en la formación bruta de capital fijo —la métrica que refleja este factor— del 1,9%. Un rebote que se produce tras registrarse un desplome del 3,7% en el tramo final del año.

Los precios vuelven a subir en abril un 0,6% y el PIB crece un 0,5%. (EP)

La otra cara de la moneda es el consumo de las familias, que acentúa su caída y ya acumula dos trimestres consecutivos a la baja. En el primer trimestre, el consumo de los hogares se contrajo un 1,4% una caída que duplica la registrada en el tercer trimestre. Los efectos de más de año y medio de crisis inflacionaria y las fuertes subidas de tipos aplicadas por el BCE —que se están traduciendo en un mayor esfuerzo hipotecario para millones de familias— hacen cada vez más mella en el bolsillo de los hogares. En lo que respecta al empleo, las horas trabajadas aumentaron un 0,4% respecto al trimestre previo. No obstante, todavía siguen ligeramente por debajo de las que se registraban a finales de 2019.

Cambia el relato de 2022

El INE ha acometido una importante corrección en las series de PIB de 2022 con una destacada revisión al alza en el dato de crecimiento registrado en el segundo semestre. Los nuevos datos modifican sustancialmente el relato de lo que ocurrió con la economía española a lo largo del año pasado. 

En primer lugar, el primer trimestre de 2022 cerró con una contracción de un 0,4% y no con un estancamiento total, como se reflejaba en el avance estadístico anterior. Esta información sugiere que el golpe inicial de la invasión rusa de Ucrania y los paros en el transporte fue considerablemente más fuerte de lo que se creía hasta ahora.

Y, al igual que el shock del primer trimestre fue más agudo de lo que se pensaba, también lo fue el rebote en el segundo trimestre. Entre marzo y junio el PIB avanzó un 2,5% y no el 2,2% que se estimó en la última medición. 

Pero la revisión más destacada es, quizá, la que afecta al segundo semestre del año pasado. Hasta este viernes, el relato de lo ocurrido entre junio y diciembre de 2022 hablaba de una importante desaceleración con avances del PIB de apenas el 0,2% en cada trimestre, lo que dibujaba un panorama prácticamente de estancamiento económico. Una imagen refrendada por unos datos de empleo que apuntaban en la misma dirección. Sin embargo, ahora el INE señala que esos dos trimestres la economía avanzó al doble de velocidad de lo que se pensaba, manteniendo un inesperado dinamismo en un otoño-invierno en el que se temió que la crisis energética arrastrara a Europa a una recesión.

En todo caso, las revisiones del INE no afectan a las cifras de crecimiento anual registradas en 2021 y 2022, que se mantienen en el 5,5% en ambos ejercicios. No obstante, las correcciones sí afectarán al dato de 2023 y, además, lo harán en positivo. La razón tiene que ver con lo que se conoce en el argot técnico como el 'efecto arrastre'. Tras las revisiones, el volumen de PIB con el que España empieza el año es tres décimas superior al de las estimaciones anteriores. 

Con este punto de partida, aunque la economía se estancase lo que resta de año, el PIB nacional crecería un 1,6% en 2023, una cifra cuatro décimas superior a la que se hubiese registrado en ese mismo escenario si el INE no hubiese revisado los datos de 2022. Estas cuatro décimas suponen un balón de oxígeno para el Ejecutivo, cuya previsión de crecimiento para 2023 (del 2,1%) es ahora más plausible. Además, las correcciones del INE provocarán muy probablemente que los analistas modifiquen sus pronósticos. Antes de conocerse los nuevos datos, el consenso situaba el avance del PIB este año en el 1,6%.

Que el INE revise sus datos con el paso del tiempo no es nada nuevo. Sin embargo, desde que la pandemia hizo acto de presencia, estas revisiones se han vuelto mucho más bruscas de lo habitual, con fuertes cambios que han provocado críticas hacia el instituto estadístico desde diferentes sectores, entre ellos, el Gobierno.

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