El dragón li, también llamado Li Hua Mao, que significa, literalmente, “gato de la flor de zorro”, es una de las últimas razas felinas reconocidas a nivel mundial y la última en su país de origen, China.
Si bien al dragón li se le supone una existencia de siglos y un desarrollo natural, sin intervención directa de los seres humanos, el proceso para su reconocimiento es muy reciente, y se presentó por primera vez como raza experimental en la exposición felina de Beijing en 2004.
La Asociación Felina de China (CAA) lo registró como raza de inmediato, y en 2010, también lo hizo la internacional Asociación de Criadores de Gatos (CFA), pero ante el desinterés general hacia la raza, revocó su estatus unos pocos años después y le retiró el reconocimiento.
El dragón li tiene numerosas leyendas en su país de procedencia y está presente en varias historias antiguas del folklore chino. Una de ellas dice que su origen es por una hibridación con el gato montés o gato chino del desierto (Felis silvestris bieti), pero esto carece de respaldo científico y por consiguiente, se considera un mito, aunque sigue siendo muy extendido.
No obstante, su aspecto puede recordar mucho a los gatos monteses, con un cuerpo robusto tipo cobby, grandes ojos, una cola gruesa con anillos negros, su manto y su patrón de color, que solo puede ser marrón tabby mackerel y los pinceles en las puntas de las orejas que suelen asociarse a especies felinas salvajes. Son gatos de maduración lenta, que alcanzan su tamaño definitivo alrededor de los tres años.
Sociables y muy activos
Los dragones li tienen reputación de ser muy dóciles y grandes compañeros de convivencia para niños de cualquier edad y con otros animales, pero su crianza también está estrechamente ligada a la caza, donde se consideraban gatos de fuerte instinto para mantener libres las propiedades de ratas y ratones y poseer una agilidad prodigiosa. Algo que todavía se asocia a la raza y los linajes modernos, por lo que se recomienda que se les brinde mucha actividad física y se recalca la capacidad que tienen de trepar y correr por encima de la media de otras razas felinas. Debido a esto, también se proponen para hogares con espacios amplios donde tengan la oportunidad de quemar su energía.
Se les describe como gatos sociables que no sienten timidez ni miedo ante la presencia humana, sea de su entorno más familiar o desconocidos, pero no son gatos “de regazo”, y los expertos aseguran que ante la posibilidad de caricias o iniciar un juego o una persecución, un dragón li siempre escogerá el juego.
Hay muy pocos dragones li fuera de China, y durante la redacción de este artículo, tan solo constan cuatro ejemplares en Estados Unidos, llevados en 2017. Para ampliar información, se puede contactar con la Asociación de Criadores de Gatos (CFA) y que estos deriven hacia la asociación china u otro contacto de referencia.
Recomendamos que se valore la adopción responsable o convertirse en casa de acogida y brindar, así, una oportunidad a uno de los gatos que esperan un hogar en numerosos refugios de animales.
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