Violencia e intimidación como agravantes, acelerar su implantación… lo que dicen las 9 enmiendas de UP a la reforma del 'solo sí es sí'

(I-D) La ministra de Igualdad, Irene Montero; el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián y la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, durante una sesión de control al Gobierno.
(I-D) La ministra de Igualdad, Irene Montero; el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián y la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, durante una sesión de control al Gobierno.
Europa Press
(I-D) La ministra de Igualdad, Irene Montero; el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián y la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, durante una sesión de control al Gobierno.

Unidas Podemos ha presentado este lunes sus enmiendas a la reforma de la ley del 'solo sí es sí', tras no haber logrado alcanzar un acuerdo con el PSOE en torno a cómo debería modificarse la ley. En total, son nueve las enmiendas registradas, en las cuales rechazan el modelo penal que proponen los socialistas y sugieren uno alternativo para no "degradar el sistema del consentimiento", tal y como ha explicado la delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell, en el Congreso de los Diputados. 

Hasta ahora, los morados habían mantenido la incógnita sobre si iban a presentar propuestas de modificación a una ley que levantó ampollas entre los socios de la coalición. El PSOE registró su reforma unilateralmente, y en una propuesta que plantea volver a introducir la violencia y la intimidación como subtipos agravados para computar penas más altas en aquellos casos en los que concurra. Para Unidas Podemos esta ha sido siempre la línea roja que no están dispuestos a cruzar pues, denuncian, movería el consentimiento del centro del Código Penal —uno de los cambios más sustanciales de la ley del 'sí es sí'— e implicaría un "calvario probatorio" para las víctimas, que tendrían que demostrar "si se resistieron o no". 

Así, y, tal y como ha subrayado Rosell, tras intentar "hasta el último momento" llegar a un acuerdo con el Grupo Socialista, Unidas Podemos ha presentado este lunes sus propias enmiendas, que van en sintonía con las registradas la semana pasada por los socios habituales del Ejecutivo (ERC y Bildu) y recogen lo que llevan proponiendo desde diciembre a los socialistas. 

Violencia e intimidación como agravantes

El cambio más importante modifica el punto que mayor polémica ha generado desde que el PSOE decidiera registrar una proposición de ley para corregir los "efectos indeseados" de una norma que ha beneficiado ya a más de 800 agresores sexuales. La proposición de ley socialista modifica el artículo 178 de la ley —el que define el consentimiento—, para añadir un apartado en el que se elevan las penas por agresión sexual para aquellos casos cometidos "empleando violencia o intimidación o sobre una víctima que tenga anulada por cualquier causa su voluntad". 

Los morados no quieren que estas circunstancias sean determinantes para considerar si hubo agresión o no, y proponen que tengan su impacto penológico metiéndolas dentro del paquete de agravantes que contempla la ley. El fin, alegan, es evitar que la primera pregunta que se le haga a la víctima vaya más enfocada a si opuso resistencia que a si consistió. 

Así, lo que sugieren es partir desde el mismo tipo básico —de 1 a 4 años de prisión por agresión sexual; de 4 a 12 si hubo acceso carnal— y desde ahí ir sumándole los agravantes, entre ellos la violencia y la intimidación, para ir elevando la pena: hasta los ocho años si no hubo acceso carnal; de 7 a 15 si lo hubo. A Ferraz no le convence esta alternativa, pues consideran que con ello se dispararían las penas, por lo que, de mantener su postura, necesitarán el apoyo del PP para sacar adelante su iniciativa en los términos en los que la presentaron. 

Más penas para los "allegados"

Otro de los cambios va también muy en línea con los propuestos por los grupos independentistas en sus enmiendas. Estos plantean modificar el agravante contemplado para cuando los agresores estén en una situación de parentesco o convivencia, y añaden un nuevo perfil: los allegados de la víctima. Pretenden con ello, tal y como justifican en el documento, "asegurar el debido reproche" a la violencia sexual con más incidencia, "que es la que se comete en el entorno de las víctimas", y evitar así que en estos casos se apliquen las penas mínimas. 

Para defender este cambio remiten a la Macroencuesta de Violencia sobre la mujer, que revela que más del 80% de las violaciones fuera de la pareja se cometen por conocidos de la víctima, y el 59% en una casa. 

Acelerar la implantación 

Las enmiendas restantes añaden varias disposiciones finales nuevas para recortar los tiempos de implantación de la ley. En el redactado vigente del 'sí es sí', se da el plazo de un año para impulsar la especialización y formación de todos los operadores de la justicia, y que conozcan los cambios que contiene la ley dado su profundo calado.

Los de Unidas Podemos plantean eliminar ese periodo de transición para que esa obligación de formarse tenga efecto inmediato, algo que, sostienen, de haberse hecho antes, se hubieran evitado muchas rebajas de condenas. En ese sentido suprimen igualmente el periodo de transición para que las víctimas reciban asistencia jurídica gratuita, siempre y cuando hayan formulado una denuncia o querella, para equipararlas así a las víctimas de otros delitos como el terrorismo, la trata o la violencia de género. 

Sin disposición transitoria

Eliminan, además, las disposiciones transitorias que añadió el PSOE en su reforma. Lo hicieron después de que, al salir a la luz las rebajas de condenas, surgiera el debate de si, añadiendo al final de la ley esos preceptos que regulan la transición de un Código Penal a otro, se hubiesen evitado esas reducciones de condena. Para los morados, precisar ahora esos puntos implicaría un gran riesgo de que se produzca una nueva oleada de revisiones de penas, lo que resultaría "contraproducente". 

Defienden que no es necesario introducir disposiciones transitorias "al tratarse de una reforma que no rebaja ninguna pena", pues la nueva ley no será en ningún caso más favorable para el reo, puesto que el derecho solo es retroactivo en el caso de que el castigo pase a ser más leve. Y señalan, además, de que hacerlo, se estaría lanzando el mensaje a los tribunales de que hasta ahora había una carencia de ese derecho transitorio. 

Reformular las penas para víctimas menores de 16

Proponen también reformular las penas por aquellas agresiones sexuales cometidas a menores de 16 años. Según la ley del 'solo sí es sí' ahora en vigor, el castigo por mantener relaciones sexuales consentidos con un menor de 16 es de dos a seis años de prisión. 

Lo que cambió el PSOE en la reforma es el artículo de la norma relativo a las que se producen sin consentimiento, esto es, a las agresiones sexuales. Los socialistas simplemente precisaron que, ante estos casos cometidos con violencia o intimidación, la pena a imponer sería de 5 a 10 años (de 10 a 15 con penetración vaginal, anal o bucal). 

Los morados, sin embargo, consideran que al ser menores de edad deberían penarse por igual todas aquellas agresiones sexuales no consentidas, fueran con violencia o sin. "Por consiguiente, los tocamientos sorpresivos y/o fugaces, ejecutados sin ofrecer oportunidad al menor de negarse a su práctica, los actos de naturaleza sexual cometidos con abuso de una situación de superioridad o de vulnerabilidad de la víctima o aquellos ejecutados sobre menores privados de sentido o cuya voluntad se encontrare anulada por cualquier causa, se considerarán, en todo caso, constitutivos de un delito de agresión sexual", detallan en las enmiendas. 

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