Díaz se erige en escudo del Gobierno y trata de acercarse a Belarra y Montero a dos semanas de presentar su candidatura

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, este martes.
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, este martes.
EFE
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, este martes.
La vicepresidenta segunda acusa al candidato a la moción de censura de menospreciar a las mujeres en su discurso inicial.
Atlas

La coalición se repartió los papeles en la moción de censura de este martes, y a la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, le tocó el rol de martillo contra el candidato, Ramón Tamames. Y Díaz, desde luego, cumplió al acusar al exdirigente comunista y este martes candidato de Vox de añorar los "sindicatos verticales" y de representar "a los que empuñan la Constitución como un arma pero se niegan a cumplirla". 

La vicepresidenta, además, aprovechó su discurso para elogiar expresamente a las ministras de Podemos en un intento por acercar posiciones tras unos días de tensión a tenor de la próxima confirmación de la candidatura de la vicepresidenta a las próximas elecciones generales, que se anunciará el próximo día 2 en un acto al que los morados han amenazado con no ir. Y ese gesto, además del elogio que hizo Díaz a la acción del Gobierno durante la legislatura en tono mitinero, no pasaron desapercibidos para Tamames, que en su breve réplica a la dirigente ironizó con que ésta había planteado "no solo un discurso interesante en muchos pasajes, sino también la presentación de un proyecto que se llamar Sumar".

La vicepresidenta segunda del Gobierno fue la última en intervenir durante la sesión matutina del debate de moción de censura, que estuvo protagonizada por el cara a cara del presidente Pedro Sánchez primero con el líder de Vox, Santiago Abascal, y después con Tamames. Sánchez, aunque no escatimó en críticas, mantuvo un tono bastante calmado con el candidato. Pero Díaz, por el contrario, fue elevando la fuerza de sus críticas a un Tamames al que acusó de contribuir "a blanquear a un partido que rechaza la igualdad entre hombres y mujeres" o que, dijo, apuesta contra los derechos de los trabajadores.

"Usted está deteriorando la democracia con una moción destructiva", espetó igualmente Díaz al candidato, al que afeó que no haya planteado un programa de Gobierno estructurado y claro, tal y como debe hacer un aspirante a presidir el Ejecutivo. "Es muy raro que usted se presente sin un programa y con el único objetivo de derrocar al adversario, esto envilece la democracia", señaló la vicepresidenta, que también se dirigió al PP y a su líder, Alberto Núñez Feijóo, a quien acusó de "ponerse de perfil" y "encogerse de hombros ante el miedo".

Además, Díaz quiso agradecer el trabajo de buena parte de los 22 ministros del Gobierno, a los que mencionó expresamente. Y específicamente, entre otros, se dirigió a la titular de Derechos Sociales, Ione Belarra, y a la de Igualdad, Irene Montero, con quienes las relaciones son tirantes: a la primera le agradeció el aumento de la inversión en dependencia aprobado por el Ejecutivo, mientras a la segunda quiso darle las gracias "por avanzar en derechos para todas las mujeres y también para los hombres". Asimismo, también felicitó por su trabajo al ministro de Consumo, Alberto Garzón.

Pero la vicepresidenta del Gobierno no solo quiso cerrar filas con el ala del Ejecutivo de Unidas Podemos. También hizo referencia expresa a las ministras de Economía y Finanzas, Nadia Calviño y María Jesús Montero, a las que agradeció el trabajo hecho para reencauzar la economía española tras la pandemia. Y presumió de su propia reforma laboral, pactada con sindicatos y patronal y aprobada en 2021, asegurando que "llama mucho la atención" que Tamames no se refiriera a ella "después de 50 reformas laborales" fallidas durante toda la democracia.

Además de la reforma laboral, Díaz quiso defender durante su discurso buena parte de las medidas aprobadas por parte del Gobierno durante la legislatura. Y, asimismo, ondeó la bandera feminista criticando a Tamames por su ausencia de propuestas para las mujeres. "Una España sin mujeres es una impugnación de la realidad, de la realidad social, laboral, económica, política y cultural de nuestro país; una España sin mujeres es una España sin propuestas, inviable", espetó la dirigente, que denunció que el candidato se limitara a hacer hincapié en el problema de la baja natalidad y no en otros que perjudican a las mujeres.

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