OPINIÓN

Regálate una buena dosis de primavera

Unos padres con sus hijos en el Parque de María Luisa de Sevilla.
Unos padres con sus hijos en el Parque de María Luisa de Sevilla.
EP
Unos padres con sus hijos en el Parque de María Luisa de Sevilla.

Ya está aquí. Lo anunció el genial Antonio Machado: "La primavera ha venido / nadie sabe cómo ha sido". Se inauguró ayer 20 de marzo, a las 22 horas y 24 minutos. No nos enteramos porque el invierno fue prácticamente primaveral, sin olas de frío ni apenas lluvias. Y según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), se espera un trimestre más cálido de lo normal, maldito cambio climático: sequía y calor, alergias y resfriados.

Pero la vida sigue, los días son más largos, las praderas empiezan a florecer, las mariposas a bailar, los milanos negros a silbar y los cucos a llenar los valles con su canto machacón. Todos los seres vivos celebran la llegada del equinoccio salvo nosotros, que seguimos corriendo estresados por la vida como hámsteres en una rueda sin fin; encerrados en las jaulas de oro (o plástico) de las ciudades, en ambientes hostiles consagrados al trabajo.

Ahí afuera, en los parques, en el campo, en los bosques, playas y montañas, se celebra la vida intensamente. Pero aquí dentro, en el mundo urbano, cada vez estamos más estresados. Ojo al dato: España es el primer país del mundo en consumo de ansiolíticos. ¿A dónde se fue la ibérica felicidad perdida?

Muchos expertos están convencidos de que nuestro mayor problema es la actual desconexión con la naturaleza, que tanto curro y pantallitas nos está matando, y que la mejor medicina es pasear por el campo, desconectar, respirar aire puro, tocar la tierra, oler flores, quedarnos absortos mirando al horizonte. Médicos y pediatras españoles ya están recetando naturaleza a sus pacientes. Menos pastillas y más salud vegetal, más excursiones y bocatas, más mundo rural.

Así que no esperes al verano, automedícate con buenas dosis de primavera.

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