Los trabajadores de la planta de vehículos de Almussafes serán los principales perjudicados del expediente de regulación de empleo (ERE) que la dirección de Ford España está negociando con los sindicatos. En concreto, esta sección concentrará cerca de 960 despidos, de entre los 1.144 planteados por la compañía, lo que supone el 84% del total. El resto de los empleados afectados se repartirán entre la planta de motores, donde habrá más de un centenar de salidas, y las oficinas en València y Madrid.

La automovilística estadounidense anunció el viernes a los sindicatos que el nuevo ERE que aplicará en la fábrica valenciana supondrá unos 1.144 despidos aproximadamente, para ajustar la dimensión de plantilla a los niveles de producción previstos. En la actualidad, la factoría de Almussafes cuenta con cerca de 5.900 trabajadores.

Sobre este asunto, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha condicionado este lunes "cualquier ayuda pública" a la que Ford quiera acceder a garantizar el empleo. Ha afirmado que el Gobierno central trabajará con la compañía y con los representantes de la plantilla, "pero siempre por la garantía de los puestos de trabajo", y ha recordado que Ford no formó parte del Perte del Vehículo Eléctrico.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha matizado que la inversión pública "va vinculada al empleo", pero no puede ser "ajena a la realidad de la industria". Preguntado al respecto, Puig ha manifestado que, "por supuesto, siempre hay una relación entre las ayudas y la inversión en capital humano", pero cree que "desde el diálogo" se buscará una "buena solución". "Lo que está claro es que no se puede ser ajenos a la realidad de la industria del automóvil", ha indicado. 

"El objetivo de la política económica es el mantenimiento del empleo" pero "es cierto que desde el diálogo tenemos que comprender la realidad de lo que sufren en cada momento las industrias y factorías", ha añadido. Puig sostiene que la administración valenciana es "consciente de las dificultades de la industria del automóvil" y "defenderá en todo caso que haya, a través del diálogo, una buena solución" para las familias del personal de Ford. "Creo que, como en otras ocasiones, se producirá un acuerdo en el seno de la negociación" y una "salida correcta", ha dicho.

Pese a la adjudicación de los modelos eléctricos frente a la planta alemana de Saarlouis, la menor carga de trabajo que supone la electrificación hacía temer al comité de empresa que el ajuste laboral era inminente y, de hecho, esperaban la comunicación para esta primavera. En este sentido, en abril de este año está previsto el cese de la fabricación de los modelos S-Max y Galaxy en el marco de su la estrategia hacia la electrificación total de sus vehículos de pasajeros en 2030 y de todo su portfolio en 2035. Así, la factoría de Almussafes se quedará con la producción solo del Kuga, el de mayor peso actualmente, hasta la fabricación de los nuevos eléctricos.

En el escrito enviado el pasado viernes a la plantilla, la dirección de Ford aboga por trabajar "conjuntamente y de manera constructiva" con los sindicatos con el objetivo de "minimizar el impacto" del despido colectivo "en los empleados, sus familiares y la comunidad local". Para el sindicato UGT, mayoritario en la factoría, se trata de un número de despidos "más que considerable", lo que "dificulta alcanzar un acuerdo" que garantice la voluntariedad del 100% de las bajas a través de planes de acompañamiento hacia la jubilación y bajas incentivadas. "Podemos decir que se inicia hoy una negociación más que complicada", añaden.

En este sentido, UGT pide pactar unos planes "acordes a esta situación tan delicada", por lo que, lejos de abaratar los despidos, pide mejorar las condiciones de los ERE anteriores dado el "numeroso excedente" de trabajadores. En opinión del sindicato, tener firmado el Acuerdo de Electrificación que salvó a la factoría del cierre "tiene que posibilitar que seamos capaces de alcanzar un acuerdo" para acometer el mayor número de salidas de forma voluntaria, para lo que pide "poner los recursos necesarios, sin escatimar el coste". De cara al futuro, aboga por "dar salida a esta complicada situación" y, a reglón seguido, planificar las inversiones que garanticen "el futuro de los que quedaremos en la fábrica".

Por su parte, STM- Intersindical, su portavoz Dani Portillo calificó el número de despidos de "dramático". "Siempre hemos esperado que fuera un dato inferior" y aumenta la "tristeza porque va a afectar a más plantilla" de la esperada. Explicó además que el ERE también recaerá sobre trabajadores en Madrid.