PP y Cs cargan contra la 'ley seca' que Sevilla volverá a imponer en Semana Santa y ponen el foco en el control de las botellonas

Salida de La Borriquita en la plaza del Salvador de Sevilla.
Salida de La Borriquita en la plaza del Salvador de Sevilla.
EP
Salida de La Borriquita en la plaza del Salvador de Sevilla.

Las restricciones que el Ayuntamiento de Sevilla volverá a imponer durante la Semana Santa de este año, fundamentalmente en la Madrugada, para evitar el consumo de alcohol en la calle han provocado las críticas tanto del candidato del PP a la Alcaldía, José Luis Sanz, como del de Cs, Miguel Ángel Aumesquet, que acusan al alcalde, Antonio Muñoz, de "criminalizar" al sector de la hostelería en vez de solucionar los botellones en la calle, que representan, en su opinión, la causa real de los problemas.

Cabe recordar que, al igual que en 2019 y 2022, durante la noche del Jueves al Viernes Santo, todos los bares tendrán que cerrar, como tarde, a la una de la madrugada, excepto los ubicados en el eje Álvarez Quintero, Argote de Molina y Plancentines y en la zona Plaza Nueva y calle Bilbao. En estas vías, sí podrán permanecer abiertos más tiempo los restaurantes (que no los bares), pero siempre y cuando no vendan bebidas alcohólicas, los clientes estén en todo momentos en el interior y sentados y cuenten con seguridad privada para controlar que se cumplen las normas. 

El resto de días, los bares por los que discurran las cofradías en algún tramo de su estación de penitencia tampoco podrán vender "bebidas susceptibles de ser consumidas en la vía pública" -en cualquier tipo de envase (vidrio, latas, plásticos o similares)-, ni hielo "desde una hora antes de la llegada de la cruz de guía a la altura del local hasta la finalización del paso de la cofradía".

Sanz aseguró este lunes que esta será la "última Semana Santa en la que los bares de la ciudad sufren restricciones y limitaciones injustas y arbitrarias", en alusión a su posible victoria del PP el 28 de mayo. El alcaldable popular abogó por un "mayor control" del botellón y "actuar de modo contundente", ya que los bares, "si se vela para que se cumplan las ordenanzas de forma estricta, no causan problemas de seguridad". 

En este sentido, afirmó que el sector "forma parte de la identidad, idiosincrasia y esencia de Sevilla" y lamentó la "incomprensible persecución" del alcalde, algo que, añadió, "perjudica" tanto a los empresarios como a los clientes, así como a quienes realizan la estación de penitencia. 

También Aumesquet reclamó al Muñoz que "rectifique" al considerar que "no es justo que se les coarte su libertad de negocio por algo que no depende de ellos" y que, además, "no está del todo garantizado con esta medida". 

Para el candidato de la formación naranja, el equipo de Gobierno local "ha optado por el camino más fácil", es decir, "decretar el cierre de bares a partir de la 1 de la madrugada para tapar su incapacidad para garantizar la seguridad en esa noche". Y concluyó: "está claro que esto no va de bares sino de capacidad de gestión".

El Ayuntamiento, por su parte, ha defendido que "la seguridad, tanto de quienes están realizando su estación de penitencia como del público en general está por encima de todo" y, sobre esta base, afirman, se han vuelto a reunir con los hosteleros para "reeditar" el acuerdo alcanzado en 2019. El equipo de Gobierno municipal ha tildado de "gravísima irresponsabilidad" la "actitud del candidato del PP, al calor siempre de la polémica", y resalta en "engaño del PP" al aludir a un cierre generalizado, ya que las medidas en la Madrugada "consisten en adelantar a la 01.00 horas el cierre de establecimientos que, por normativa, está fijado como máximo a las 3.00".

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