Diferentes tipos de correas para perros: corta, de diez metros, extensible... ¿Para qué sirve cada una?

Un perro atado con una correa.
Un perro atado con una correa.
NICK / PIXABAY
Un perro atado con una correa.

Cuando compramos o adoptamos un perro es normal que nos surjan muchas dudas con respecto a sus necesidades, especialmente porque en cuanto a perros se refiere, nos encontramos con una cantidad enorme de productos que dependen del tamaño y tipo de perro que tengamos, se ajustan mejor o peor.

Antes de la llegada del nuevo miembro de la familia a casa tendremos que hacernos con una serie de accesorios como los cuencos de comida y agua, una mantita para él (especialmente si estamos en invierno), una cama (aunque no es obligatorio), un arnés, algunos juguetes y, también, su correa.

De la misma forma que la elección del arnés, por ejemplo, depende del tipo de perro que tengamos, para elegir una correa adecuada, no tendremos que fijarnos en el tamaño, fuerza o edad de nuestro peludo, si no en la utilidad que tienen estos accesorios.

Pero... ¿Sabemos cuáles existen en el mercado y para qué se utilizan? Si vamos a una tienda de animales podremos encontrar las correas fijas de paseo de metro y medio o dos metros, la larga de cinco a diez metros y las extensibles, las cuales se utilizan para aspectos diferentes.

A cada paseo, su correa

"Las correas fijas de paseo de metro y medio o dos metros pueden ser multiposición o fijas, redondas y hechas con materiales como nylon, piel o incluso neopreno, hay muchos materiales", expresa Sonia Losada, profesora en activo del curso profesional de Educación canina y Adiestramiento de l’Escola d’oficis de Catalunya y conocida como Xila's Training.

Sobre las correas largas de cinco a diez metros, Losada explica que "suelen ser planas y con una empuñadura en un lado, aunque otras veces no tienen y suelen ser de nylon". "Las extensibles tienen una parte de plástico, suelen ser también planas y de nylon (y como su propio nombre indica, puedes regular la longitud de la correa", añade la experta en educación canina.

Ahora que sabemos qué tipos de correas podemos adquirir en el mercado, ¿cómo saber cuál es la más adecuada para nuestro perro? La respuesta depende del tipo de paseos que pensamos tener con él, más que tener que fijarnos en el perro que tenemos. 

Es importante que siempre llevemos la correa fija en la mano, donde notaremos si el perro tensa o se para en seco

"La correa corta y fija sirve para los paseos como tal. Son recomendables para que el perro pueda ir delante o detrás y que pueda olfatear", detalla Losada. "Es importante que la llevemos siempre en la mano, no atada a la cintura, ya que es en las manos donde notaremos si tensa la correa o se para en seco".

El inconveniente de este tipo de correa es que se suele enrollar y no da tiempo a alcanzarla en caso de que se te escape de las manos o el perro salga corriendo asustado por algo. 

Sobre las correas largas, la educadora canina cuenta que están pensadas para simular que el perro esté suelto, pero sin estarlo. "Tienes la tranquilidad de que no se van a escapar y puedes dejar que el animal corra libre", explica. "Además, la puedes pisar (de ahí que sea plana) en el caso de que veas que el perro se aleja demasiado".

"Es por esto que a veces no lleva empuñadura, porque está pensada para soltarla y que arrastre por el suelo", añade. "Puede resultar útil para practicar la llamada pero, tiene un inconveniente y es que manejarla no es tan sencillo, hay que ser ágil para ir desenrollándola y que el perro no termine enganchado".

El problema con las correas extensibles es que el perro no sabe los metros que le estás dejando de libertad

Por último, sobre las correas extensibles, es cierto que "no van tensando al perro, pero esto provoca también que nuestro peludo no aprenda a no dar tirones, por ejemplo", comenta Losada. "El perro no sabe los metros que le estás dejando de libertad, por lo que puede terminar confundido".

"Si se utiliza bien, por ejemplo, llevándola fija a dos metros durante el paseo y en el parque soltándola al máximo (suelen ser de tres a cinco metros) para simular que el perro está suelto; tienes todo en esta correa, pero lo normal es que se utilice mal", lamenta Losada.

Otro accesorio complementario que se vende junto a las correas son las extensiones elásticas, pensadas para amortiguar los tirones y evitar así que tanto la persona como el perro, se hagan daño. "Esto sirve para amortiguar un poquito pero el tirón al final te lo llevas igual, porque si tu perro sale corriendo cinco metros, la fuerza va a seguir siendo muy alta. Yo no lo recomiendo", concluye Losada.

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