Entrevista

Asha Ismail: "La mutilación genital femenina se hace para el control sexual de las mujeres"

Asha Ismail, Premio Avanzadoras Lucha contra las desigualdades
Asha Ismail, Premio Avanzadoras Lucha contra las desigualdades
Asha Ismail, Premio Avanzadoras Lucha contra las desigualdades
Asha Ismail, Premio Avanzadoras Lucha contra las desigualdades

Asha Ismail, premio Avanzadoras de 2023 junto a Fabiola Martínez, es superviviente de la mutilación genital y una enérgica activista contra una práctica que aún realizan algunas culturas pese a su insoportable violencia. Como líder inspiradora, Asha Ismail trabaja para crear un mundo en el que todas las niñas y mujeres puedan vivir libres de daño y discriminación. Con la ONG que fundó y dirige, Save a Girl Save a Generation, busca convencer de la necesidad de erradicar la mutilación genital femenina y otras prácticas tradicionales como los matrimonios forzosos. En esta entrevista explica que empezó su activismo con un reto aparentemente simple, pero nada sencillo: lograr que su hija fuera la primera mujer de la familia en no ser mutilada.

Enhorabuena. Ha sido galardonada con el premio Avanzadoras de  20minutos y Oxfam Intermon por su activismo para la erradicación de la mutilación genital femenina. ¿Podría presentarse a los lectores?Soy Asha Ismail, tengo 54 años, soy somalí de Kenia, pero llevo en España 22 años viviendo y soy activista por los Derechos Humanos. Me he metido en este mundo porque soy superviviente de la mutilación genital femenina. Llevo más de 30 años trabajando para prevenir y erradicar la mutilación genital femenina. Lo hago a través de muchas vías: hablando directamente con las comunidades de riesgo, con profesionales, dando charlas de sensibilidad y, como organización, en Save a Girl Save a Generation, actualmente trabajamos tanto dentro de España como fuera. En Nairobi, Kenia, tenemos una oficina en la que damos formación continua y una casa de mujeres que han pasado por la mutilación genital femenina y que sufren violencia de género.

Hay 92 países que practican mutilación genital femenina. No es solo en África

¿Qué supone para usted recibir este premio?Es un reconocimiento importante. Primero porque te da ese empujón necesario de reconocer tu trabajo, tu trayectoria y, segundo, porque le da fuerza también a las que vienen, a las otras mujeres activistas que están haciendo una gran labor. Nos da impulso para seguir adelante ver que hay gente que reconoce lo que estás haciendo. Y lo recojo en nombre de las 200 millones de mujeres supervivientes de la mutilación genital femenina que hay en el mundo, para decirles que a todas se les reconoce y se les escucha.

¿Cómo se explica la mutilación genital femenina en el siglo XXI? 
Es un atentado, la deshumanización, el nombre en sí lo dice todo: mutilación, genital, femenina. En definitiva es un control de la sexualidad de la mujer en todos los sentidos. Los genitales de la mujer han sido siempre una amenaza, toda la vida. Lo importante es tener una visión global y no pensar que solo ocurre en una parte del mundo, en África.  En África hay 28 países donde se sigue practicando, pero también se hace en Georgia, India, Sri Lanka, Rusia... Actualmente hay 92 países que practican la mutilación genital femenina. En algunos es por la diáspora, pero en otros es por el país mismo. Por eso intentamos educar a la gente para que no queden fuera personas que igual necesitan de nuestra ayuda y nuestro apoyo. Es importante que ampliemos nuestra mirada.

fotografo: Jose Gonzalez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Premios Avanzadoras
Momento en el que recogió el premio.
JORGE PARÍS

¿Qué recuerda la Asha de 54 años de lo que vivió con solo 5 años?Lo recuerdo todo. Además, como hablo de ello cada día, vuelvo a ser esa niña cada vez que lo cuento. Recuerdo los olores del lugar, la ropa que llevaba la gente, es curioso, eso no se me ha quitado de la mente. Me dijeron que me iban a purificar y me llevaron a casa de mi abuela. En la cocina fue todo. Ahí es donde me cortaron y me cosieron. Me practicaron la infibulación, que está considerada la peor, aunque todos los métodos de mutilación son malos, porque nadie tiene que tocar nada sano de nuestro cuerpo. Me cortaron el clítoris, labios mayores, labios menores, me cosieron para sellarlo y me dejaron un agujero muy pequeño. Eso te marca, te cambia la vida completamente. Las consecuencias psicológicas son permanentes. Te sientes incompleta, avergonzada, las relaciones sexuales son horribles. A veces me preguntan qué le diría a mi yo de niña. Que nunca hubo esperanza para mí, pero para las otras niñas sí que la hay, porque hay muchas mujeres que han dicho basta.

Me cortaron el clítoris, labios mayores, labios menores, me cosieron para sellarlo y dejaron un agujero muy pequeño

¿Hablar de la mutilación en primera persona sirve para la causa?Claro, hablar de ello es quitar el tabú. Antes no se podía. Pero para que una mujer pueda hablar con otras mujeres tiene que sentirse fuerte, tiene que perder la vergüenza o el prejuicio y en ese camino le acompañamos. Es importante quitar el miedo, esa es la clave.

¿Ve avances en 30 años en la erradicación de este abuso sexual?Menos de los que querría, pero hay avances. Hay leyes en 52 países africanos, en las comunidades africanas se está hablando de ello. Los líderes lo están hablando y están diciendo que la mutilación genital femenina no está ni en el Corán, ni en la Biblia. Hay avances, pero todavía nos queda mucho que hacer. Tenemos que seguir trabajando para que todas las mujeres puedan entender el daño y la violencia que se está ejerciendo en su cuerpo. Hay familias que por miedo buscan la manera de seguir mutilando viajando donde no hay leyes o donde no les conocen. La ley no es suficiente. Creo que hay que hacer trabajo de base, en los colegios, en las iglesias y en las mezquitas, hablar todo el tiempo hasta que se abandone la creencia de que es un acto de purificación.

Nunca hubo esperanza para mí, pero para las otras niñas sí que la hay, porque muchas mujeres que han dicho basta

Le he oído decir que usted ha conseguido perdonar a su madre que fue  la que la llevó a mutilar. ¿Cómo lo ha logrado? ¿De qué le ha servido?Entendí que estaba metida en una sociedad y una cultura que le había obligado a hacerlo y ella creía que estaba haciendo lo mejor para mí. Ella no quiso hacerme daño. Entendí su situación y la presión social. Se lo hicieron a ella, a su madre y a todas las generaciones anteriores, también a mis primas. Si es que la primera que dijo 'no' fui yo, 'no a mi hija'. Hasta ese momento, en 1989, nadie se había pronunciado en contra. Fui la primera de mi familia. Yo era el bicho raro.

¿De dónde sacó la fuerza para exigir que no mutilaran a su hija? 
De mi propia experiencia, no quería que ella viviera eso y creo que estaba enfadada por todo lo que me había pasado. Entonces, protegiéndola también iba enseñar que era posible que las niñas no tuvieran que pasar por ese daño. Cuando ella tenía 6 ó 7 años me servía de ejemplo con otras mujeres a las que trataba de convencer que abandonaran esa tradición. Les decía: “Mira mi hija está bien, no le ha caído un rayo, no le cuelga nada, está sana, por lo tanto, es posible”.

Tenemos que seguir trabajando para que todas las mujeres puedan entender el daño y la violencia que se está ejerciendo en su cuerpo

¿Cuándo decidió implicarse como activista?Cuando nace mi hija en Mogadiscio y me la ponen en los brazos es cuando me digo que ella no va a pasar por esto. Me di cuenta ahí que ya tenía otro estatus en la comunidad, estaba casada y era madre, y podía hablar de sexualidad libremente con otras mujeres. Al hacerlo descubrí que tenía apoyo. Me apoyaron las personas más cercanas: vecinas, hermanas... y vi la necesidad de seguir. Al principio era algo egoísta, simplemente para salvar a mi hija, pero después vi que era una necesidad compartida. En Tanzania hay un grupo de mujeres a las que les llaman 'Las niñas de Asha', porque eran hijas de amigas y convenciéndolas finalmente ellas tampoco se mutilaron. Era una época en la que me obsesioné, y alguna de las madres me recuerda que esas niñas son médicas, abogadas, tienen sus vidas, unas se casaron y otras no, pero están felices. Cuando llegué a España y trabajaba de traductora de solicitantes de asilo vi que había gente de Somalia, Sudán y otros países con un alto porcentaje de mutilación genital femenina a los que nadie les hablaba. Pensé que igual con una asociación nos hacían más caso. Y así empezamos a trabajar con el personal que trata con los refugiados.

fotografo: Jose Gonzalez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Premios Avanzadoras
Asha Ismail durante su discurso de agradecimiento por el premio Avanzadoras
Jose Gonzalez

¿Es cierto que en España hay aproximadamente 17.000 niñas en riesgo de sufrir esta práctica?La cifra que barajan son 18.000 niñas en riesgo, pero yo no soy mucho de datos. Ojalá se hiciera un estudio real ya, a nivel España y Europa, para conocer ante qué riesgo estamos verdaderamente. En riesgo se calcula que son todas las menores de 14 años con padres provenientes de países en los que se practica la mutilación.

España cuenta con un protocolo para que las familias africanas renuncien por anticipado a esta práctica en sus viajes. ¿Es eficaz?Hay una carta de compromiso, sí, que utilizan todas las organizaciones, pero no tiene valor jurídico. Sin embargo, muchas familias lo piden cuando van de viaje. Dicen: yo tengo claro que no quiero mutilar a mi hija, pero no me fío de mi familia. Se la firmamos, le ponemos sello, se llevan la carta y la enseñan a la familia. Les dicen que si tocan a su hija les meten en la cárcel. Muchas veces son el sustento porque mandan los ingresos y no interesa verlos en la cárcel. Esa carta de compromiso está ayudando bastante.

No sé si veré la erradicación de la mutilación genital femenina, ojalá, pero tiene que estar en la agenda, en las conversaciones, en el 8 de Marzo

¿Qué otras prácticas dañinas para las niñas sigue combatiendo su organización, Save a Girl Save a Generation?Todo tipo de violencia contra la mujer. El matrimonio forzado es algo que va muy mano en mano con la mutilación genital femenina. Donde hay mutilación es posible que haya un matrimonio forzado. Aunque hay otras comunidades que no mutilan, pero sí obligan a las niñas a casarse. Dentro de todo, tocamos la violencia de género en general y la violencia sexual en las formaciones con la comunidad africana en España.

Existen en España intervenciones quirúrgicas pioneras para revertir la mutilación genital femenina, ¿ las recomienda? 
A las mujeres que nos piden asesoría las derivamos a Red Aminata, en Valencia. Ella es nuestra referente en ese sentido. Personalmente, creo que debería haber un seguimiento psicológico antes y después porque hay mujeres que creen que todo va a solucionarse con esa operación. Y no todos los casos ha salido como han querido. Lo mejor es que hablen con gente que ha pasado por ello. 

¿Cree posible asistir a la erradicación de la mutilación genital?Yo creo que nada es imposible. No sé si veré la erradicación de la mutilación genital femenina, ojalá, pero como objetivo tiene que estar en la agenda, en las conversaciones, en el 8 de Marzo. Afecta a demasiadas mujeres, independientemente de donde han nacido.

Llega un 8M y le pregunto: ¿Qué pondría Asha Ismail en su pancarta?Que la erradicación de la mutilación sea una prioridad para la política.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento