El PSOE asume ya que Unidas Podemos no apoyará su reforma de la ley del 'solo sí es sí' y trata de amarrar los apoyos de ERC y Bildu

La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, y la ministra de Justicia, Pilar Llop, en una imagen de archivo.
La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, y la ministra de Justicia, Pilar Llop, en una imagen de archivo.
Fernando Sánchez / Europa Press
La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, y la ministra de Justicia, Pilar Llop, en una imagen de archivo.

De la resignación a la aceptación. Pasando, claro, por el enfado. El PSOE asume ya que Unidas Podemos no apoyará su propuesta de reforma de la ley del 'solo sí es sí' y se centra ahora en amarrar el apoyo de otros grupos. La ministra de Justicia y encargada de llevar las negociaciones en la Cámara Baja, Pilar Llop, ha contactado ya con los diferentes partidos políticos para convencerles de que la proposición socialista es "la mejor" -además de la única-. Los socialistas se centran ahora en convencer a ERC y a EH Bildu. Toda vez que dan por descontado el apoyo del PP, la misión ahora es evitar una foto casi en solitario -el PNV votará que sí- con los populares, a quienes esta semana Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha pedido "un poco de credibilidad feminista".

"Margen hay poco", reconoce un alto cargo del PSOE, que ve casi nulas las opciones para que socialistas y 'morados' alcancen un acuerdo antes del 7 de marzo. Tras frustrarse las iniciativas para imprimir velocidad al proceso, ese día se votará la admisión a trámite -primer paso para que una propuesta se apruebe- de la proposición de ley que presentaron los socialistas de manera unilateral. Estas fuentes insisten en su relato de los hechos. La negociación entre ambos socios de coalición comenzó con las primeras rebajas de penas. De hecho y pese a que públicamente Moncloa optó entonces por esperar, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, admitió que "una sola rebaja" era suficiente para apostar por la reforma del articulado estrella de Unidas Podemos.

Y pasaron los meses. "Y todo seguía igual". Desde el sector socialista hablan de una negociación "rebote". Esto es, que en los documentos que terminaron mandándose no se tocaba el punto nuclear de la diferencia: si realizar el aumento de penas mediante subtipos, como pide el PSOE, o mediante agravantes, como plantean los morados. Así, ahora sigue habiendo contactos "discretos", pero no parece que vayan a terminar siendo exitosos. Más que nada, porque desde el grupo mayoritario de la coalición se desliza ya la idea de que la ministra de Igualdad, Irene Montero, no quiere cambiar su ley, por muchas declaraciones públicas que haya hecho en las que diría que podía ceder. De hecho, las mismas fuentes cuentan que le ofrecieron la posibilidad de liderar públicamente la reforma antes de que el PSOE la terminara presentando.

Para el PSOE, la negativa de Unidas Podemos no es gran cosa. Creen que la reforma de la ley sin su concurso no tendrá consecuencias electorales negativas. Tampoco que, como ya han anunciado, el PP vote a favor. El tema es que no sea solo con el PP. Por eso se centran ahora en convencer a ERC y Bildu. Fuentes socialistas aseguran que a ellos no les han trasladado ninguna negativa, pero públicamente han hecho declaraciones clarividentes. 

Gabriel Rufián, portavoz de ERC, dejó "absolutamente" claro hace dos semanas que su formación no está dispuesta a apoyar ninguna propuesta a la que no dé luz verde el departamento que dirige Irene Montero. No obstante, sí se mostró dispuesto a negociar cambios. "Nosotros no vamos a ser parte del problema", añadió, aunque zanjó que no contribuirán "a volver al infierno probatorio para las mujeres que significaba la anterior legislación". En la misma línea se pronunciaron fuentes de EH Bildu.

Mano tendida del PP

En cuanto a los populares, llevan tres miércoles ofreciendo sus votos al presidente. Eso sí, con críticas cruzadas. "Bájese del tren de la soberbia y acepte la mano tendida del PP", le dijo la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, a Sánchez hace pocos días, en una intervención en la que dejó caer que el presidente "y no Podemos" es quien "quiere tener un titular el 8 de marzo", el Día Internacional de la Mujer

Por su parte, el jefe del Ejecutivo optó por jugar al despiste. El presidente aseguró que con quien no iba a "sumar" el Ejecutivo "es con aquellos que ponen en solfa los derechos de las mujeres", y añadió que estaría "encantado" de "sumar" con el PP, pero que lo hará cuando "vuelvan al redil de cumplir con la Constitución", en referencia a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que todavía sigue caducado.

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