Gobernar es elegir. Un gobierno puede elegir en qué lado de la historia quiere que se le recuerde: en el lado de apoyar a la gente, o dándoles la espalda. Hacer política, aunque no se gobierne, también es elegir. Elegir si quieres pasar a la historia como el partido que entorpeció, o el que supo estar al lado de la ciudadanía cuando esta le necesitó.

El martes se aprobó en el Congreso el nuevo paquete de medidas para dar respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania. Una norma dirigida a proteger la economía familiar, bajar el IVA de la cesta de la compra, incluir el cheque de 200 euros que percibirán 4,2 millones de familias con rentas inferiores a 27.009 euros, el aumento del 15% del ingreso mínimo vital y pensiones no contributivas, o el aumento del 8,5% de las pensiones contributivas.

Cada uno elige, a través de sus acciones, en qué lado de la historia quiere que le recuerden

Ante estas mejoras están aquellos que quieren lo mejor para el país y aquellos que dan lecciones y dicen querer ayudar a las familias, pero en el momento de la verdad les dan la espalda. Tenemos a un PP que nos tiene acostumbrados a rechazar cualquier iniciativa que proponga este Gobierno, aunque aquello que ponga encima de la mesa sea positivo para la ciudadanía. Un PP que ya hace tiempo que ni está ni se le espera. Pero esta vez a la negativa de los populares también se ha sumado ERC, que rehusó apoyar este plan. Igual que en su día rehusó apoyar la reforma laboral que ha permitido que hoy haya más empleo y de más calidad.

Como decía el inicio, gobernar es elegir. Pero la decisión de elegir también debe ser responsabilidad de los grupos políticos que participan en la oposición. Cada uno elige, a través de sus acciones, en qué lado de la historia quiere que le recuerden. Los y las socialistas podremos decir con orgullo que estuvimos en la parte buena de la historia. Que fuimos, somos y seremos, el Gobierno y el partido de la gente.