El libro de Gänswein, el secretario del papa Benedicto XVI, ya está a la venta... y estos son los dardos que le dedica al papa Francisco

El papa Francisco (d) con el papa emérito Benedicto XVI (i).
El papa Francisco y el papa emérito Benedicto XVI.
EFE
El papa Francisco (d) con el papa emérito Benedicto XVI (i).

Sabio, delicado y entregado. Así describió hace unos días el papa Francisco a Benedicto XVI. Podría deducirse que el argentino tenía una buena opinión del alemán, pero esas palabras se escucharon en el sobrio funeral del papa emérito en San Pedro del Vaticano y ante 50.000 fieles. En la hora de la muerte sólo poseemos virtudes.

La opinión que Francisco tenía de Joseph Ratzinger no era en realidad tan favorable, aunque tal vez tampoco tan mala como se ha querido transmitir. Sus personalidades, sus historias y sus visiones de la Iglesia católica son muy diferentes. Por si tuviéramos dudas al respecto, ha llegado Georg Gänswein para resolverlas.

Se trata de del arzobispo alemán que fue mano derecha de Benedicto XVI desde 1996 y su familia más cercana los últimos nueve años y medio. No sabemos si para elogiar a Ratzinger o para ajustar cuentas con Francisco (o para ambas cosas), pero Gänswein ha escrito un libro de memorias. Titulado Nada más que la verdad: mi vida con Benedicto XVI, acaba de llegar a las librerías.

Misa funeral del papa emérito Benedicto XVI.
Misa funeral del papa emérito Benedicto XVI.
Fabio Frustaci / EFE

El arzobispo ha escrito el libro junto al periodista Saverio Gaeta, un reportero italiano del Vaticano especializado en la historia del controvertido santuario mariano de Medjugorje, en Bosnia-Herzegovina. Son 336 páginas, pero a buen seguro que muchos se saltarán los siete primeros capítulos. Se trata de llegar al octavo y penúltimo capítulo del libro, ese que versa sobre las relaciones entre Benedicto y Francisco.

"Parece que el Papa Francisco ya no se fía de mí y quiere que seas mi guardián", le dijo Ratzinger a Gänswein

Utilizando un lenguaje directo, sin muchos circunloquios, Gänswein cuenta detalles de momentos parcialmente inéditos. Entre ellos, los contactos con el cardenal Jorge Bergoglio antes y después de que se convirtiera en papa; la filtración de Vatileaks; la desaparición de Emanuela Orlandi; el caso del libro del cardenal Robert Sarah, que nombraba a Benedicto XVI como coautor; y detalles sobre cómo se produjo la decisión de renunciar al pontificado.

El arzobispo Georg Gänswein, delante del cadáver de Benedicto XVI.
El arzobispo Georg Gänswein, delante del cadáver de Benedicto XVI.
EUROPA PRESS

Cómo llegó la renuncia al papado

Sobre esto último, el libro cuenta que fue su viaje a la JMJ de Madrid en 2011 lo que desencadenó las primeras reflexiones sobre una renuncia al pontificado. "Era precisamente la cuestión de la participación personal en aquella JMJ lo que desencadenó en él una reflexión que se fue haciendo cada vez más opresiva, sobre la continuación o no de su pontificado", asegura Gänswein.

Ya soy papa tantos años como los de la enfermedad (de Juan Pablo II) y no quisiera acabar como él. Un papa va y viene, lo importante es que está Cristo"

Luego, en 2012, Ratzinger comenzó a retirarse a una oración más profunda, tras su viaje a Cuba y México. Cuando tomó la decisión de dimitir, cuenta su secretario, no hubo forma de hacerle cambiar de opinión.

"Me dijo: 'Puedes imaginarte que he pensado mucho en esto, he reflexionado, he rezado, he luchado. Y ahora te comunico que la decisión está tomada, no se discute'", recuerda el autor que le dijo Benedicto. "Ya soy papa tantos años como los de la enfermedad (de Juan Pablo II) y no quisiera acabar como él. Un papa va y viene, lo importante es que está Cristo", le dijo Ratzinger a Gänswein.

Joseph Ratzinger deja el pontificado este jueves 28 de febrero de 2013.
Joseph Ratzinger dejó el pontificado el 28 de febrero de 2013.
Michel Kappeler / EFE

El cardenal Tarcisio Bertone, entonces secretario de Estado, y el propio Gänswein solo consiguieron convencerle de que lo pospusiera un poco y no lo anunciara durante su felicitación anual de Navidad a la Curia el 21 de diciembre de 2012. Finalmente, Benedicto renunció el 28 de febrero de 2013.

Gänswein retrata a Ratzinger como un hombre irónico, erudito, metódico, brillante, leal, pero sobre todo como un hombre de fe

'Nada más que la verdad: mi vida con Benedicto XVI' es claramente un texto a favor de obra. Es un largo elogio de 336 páginas. Gänswein retrata a Ratzinger como un hombre irónico, erudito, metódico, brillante, leal, cercano a sus colaboradores, cuidadoso de no perjudicar a sus amigos, pero sobre todo como un hombre de fe, cuenta Andrea Gagliarducci de la Catholic News Agency (CNA), después de leer el libro.

La filtración de 'Vatileaks'

Sobre la filtración de Vatileaks, el secretario de Joseph Ratzinger añade poco. Relata cómo descubrió que el chivatazo provino de Paolo Gabriele, exmayordomo de Benedicto XVI y a quien éste quería como a un hijo. Menciona Gänswein las "indiscreciones" del cardenal Castillón Hoyos, que "había dado crédito ingenuamente a personas personas poco autorizadas" sobre unas filtraciones de supuestos secretos vaticanos a interlocutores chinos.

En ese momento, dirigiéndome a Paolo, le acusé del robo... Después me acerqué a él, le pedí la verdad y empezó a admitir que se había reunido con Nuzzi y le entregó unos documento"
El Papa Benedicto XVI saluda desde las escalerillas del Airbus de la compañía Iberia en el aeropuerto de Manises en Valencia antes de partir rumbo a Roma tras presidir en Valencia los actos de clausura del V Encuentro Mundial de las Familias. (J.J. Guillén)
Benedicto XVI saluda antes de partir rumbo a Roma tras presidir en Valencia los actos de clausura del V Encuentro Mundial de las Familias. 
J.J. Guillén

La filtración de más documentos llevó a Benedicto a crear, el 24 de abril una Comisión de Cardenales. El autor del libro detalla cómo descubrió al 'cuervo'. "Le pregunté a cada uno si habían sido quien entregaron esos documentos, y todos lo negaron firmemente. En ese momento, dirigiéndome directamente a Paolo, le acusé del robo (….). Después de comer, entré en la capilla y no esperaba encontrarlo allí. Me acerqué a él y le pedí que me dijera la verdad sobre lo que había hecho. Fue entonces cuando empezó a admitir que se había reunido con Nuzzi y le entregó unos documentos".

De cómo Francisco relevó a Gänswein

Gänswein es especialmente duro con el papa Francisco cuando le toca hablar de lo suyo. Francisco le relevó de sus funciones como prefecto de la Casa Pontificia para cuidar de Benedicto XVI. El libro cuenta que las palabras con las que Francisco le encomendó su nueva misión fueron "sigues siendo prefecto, pero a partir de mañana no volverás a trabajar... De ahora en adelante, quédate en casa, acompaña a Benedicto, que te necesita".

Sigues siendo prefecto, pero a partir de mañana no volverás a trabajar... Quédate en casa, acompaña a Benedicto, que te necesita"

De vuelta al monasterio, recuerda que, al contárselo a Ratzinger, este le dijo, en tono irónico: "Parece que el Papa Francisco ya no se fía de mí y quiere que seas mi guardián". Y así, recoge el libro, el papa convirtió a Gänswein en un "medio monseñor".

"La esperanza de Benedicto de que yo fuera el nexo de unión entre él y su sucesor fue un poco demasiado ingenua, porque ya al cabo de unos meses tuve la impresión de que no se podía crear entre el nuevo pontífice y yo el clima de confianza, necesario para poder llevar a buen término un compromiso de este tipo", se lee en 'Nada más que la verdad: mi vida con Benedicto XVI'.

El papa Benedicto XVI hace su primera aparición pública tras anunciar que renunciará al papado el 28 de febrero. Junto a él, su secretario personal, Georg Gaenswein, emocionado por la ovación que ha recibido el papa.
Benedicto XVI junto a su secretario personal, Georg Gaenswein.
Claudio Peri / EFE

El que fuera mano derecha de Ratzinger explica que, en su opinión, aquella decisión de Francisco fue una represalia por su participación en el episodio del libro sobre el celibato con el cardenal Robert Sarah en el que pusieron el nombre de Benedicto XVI como coautor sin serlo.

Parece que el Papa Francisco ya no se fía de mí y quiere que seas mi guardián"

Lo cierto es que, como reconoce él mismo, el secretario de Ratzinger nunca pudo alcanzar un "clima de confianza" con el papa Berboglio. Como se vio en junio de 2014, cuando Francisco le dijo que su presencia no era necesaria en una visita a la comunidad de San Egidio. "A nivel personal me sentí humillado tanto porque no me había aclarado el motivo de su decisión, como porque había hablado con tres personas, por lo que el cotilleo estuvo inmediatamente esparcido por el Vaticano, con interpretaciones de diversa índole", ha escrito Gänswein.

'Los dos papas', película de de Fernando Meirelles, imagina cómo pudieron ser las conversaciones de Benedicto y Francisco:

El libro de Sarah con Benedicto como coautor

La publicación de un libro del emérito firmado junto al cardenal Robert Sarah fue un "grito" para reforzar la cuestión del tradicional celibato sacerdotal y en el que Benedicto escribió sólo un artículo. "El 12 de enero por la tarde llegó un ejemplar al monasterio y, nada más abrir el sobre, se me heló la sangre: el nombre de Benedicto XVI destacaba en la parte superior de la portada, con el mismo tamaño que la del cardenal Sarah, y las fotos eran dos de ellos uno al lado del otro (incluso la de Benedicto era todavía de su época de Pontífice, con su capa claramente visible)”, relata Gänswein.

El libro de Sarah puso de manifiesto "toda la amargura de Benedicto por el incidente" y se comprometíó a "no publicar nada más durante mi vida en esta tierra"

Benedicto consideró necesaria una aclaración pública. El libro incluye una carta en la que el emérito se justifica ante Francisco por el proceso del texto. Según el secretario, "ponía de manifiesto toda la amargura de Benedicto por el incidente" y se comprometía a "no publicar nada más durante mi vida en esta tierra". El papa , añade, "comprendió la total buena fe de su predecesor y apreció su comportamiento transparente", dice el que fue secretario personal del papa emérito.

El caso de la desaparición de Emanuela Orlandi

En su libro, Gänswein niega que exista un dossier fantasma sobre el caso de Emanuela Orlandi, la hija de un empleado del Vaticano que desapareció en 1983, y cuyo caso acaba de ser reabierto por el Vaticano. Asegura que no existía ningún documento de este tipo en los papeles robados por Paolo Gabriele.

"Sencillamente, nunca he recopilado nada en relación con el caso Orlandi, por lo que este expediente fantasma no se ha hecho público simplemente porque no existe", se lee en el libro.

La mano derecha de Ratzinger considera que en la investigación sobre Orlandi hay "diversas y contradictorias pistas" que nunca llevan "a la definitiva" e insiste en que al indagar sobre el asunto le dejaron claro que a largo de los años que "se había hecho todo lo posible para ayudar a la familia".

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