¿Alto el fuego por la Navidad o "tapadera" para rearmarse? Por qué Putin declara una pausa en la guerra justo ahora

Un misil ucraniano lanzado en Bajmut, ahora el epicentro de la guerra.
Un misil ucraniano lanzado en Bajmut, ahora el epicentro de la guerra.
GEORGE IVANCHENKO
Un misil ucraniano lanzado en Bajmut, ahora el epicentro de la guerra.

¿Por qué ahora? El primer alto el fuego desde el inicio de la invasión de Ucrania, de 36 horas, declarado -de forma unilateral- por Rusia tiene una versión oficial, pero también muchas teorías con diferentes trasfondos. Vladimir Putin asegura que frena las hostilidades para que los ciudadanos puedan celebrar la Navidad ortodoxa, tal como había pedido además el patriarca Kiryl. En Kiev, en cambio, no se fían: Volodimir Zelenski considera que Moscú lo que ha puesto es una trampa, una "tapadera" para rearmarse.  "Aquellos que continuaron el terror contra nuestro país y enviaron a toda esa gente suya al matadero, rechazando nuestras ofertas para detener la agresión rusa, ciertamente no valoran la vida y definitivamente no buscan la paz", aseguró.

Entonces la gran pregunta es si el alto el fuego es real o simplemente se trata de un 'descanso' ruso para retomar las hostilidades. La foto actual de la guerra no es favorable a Putin e incluso su estrategia, ya criticada por miembros fuertes de su círculo, resulta incongruente. ¿Por qué? Porque Rusia insiste en lanzar ataques masivos sobre la ciudad de Kiev a la vez que le cuesta defenderse en el Donbás. De hecho, en los últimos días ha tenido que reconocer cientos de bajas en varios ataques en Donetsk por parte de las fuerzas ucranianas e incluso este viernes, justo antes del inicio oficial de la tregua, denunciaron nuevas ofensivas pero sin dar cifras sobre posibles víctimas.

Sobre ese escenario cobra fuerza la tesis de Zelenski. "Ahora quieren utilizar la Navidad como tapadera para detener, al menos brevemente, el avance de nuestros hombres en el Donbás y acercar equipos, municiones y hombres movilizados a nuestras posiciones", sostuvo. El Donbás, de hecho, ha vuelto a convertirse en el epicentro de los choques y es una zona que lleva en guerra ya desde 2014. Junto con Crimea, en cierto modo, es la joya de la corona en el conflicto y tras la contraofensiva de Jersón se ha convertido en el objetivo fundamental de Kiev. "Todo el mundo sabe cómo el Kremlin aprovecha los descansos de la guerra para continuar con renovado ímpetu", avisó el presidente.

Cuando la invasión va camino de cumplir once meses la realidad es que las hostilidades han dado muchas vueltas y Putin ha necesitado reorientar sus planes ante la resistencia ucraniana, que no cambia sus planes y ha llegado incluso a declarar la alerta aérea en todo el país. Si Rusia rompe su propia tregua Zelenski no quiere que pille a sus tropas y ciudadanos desprevenidos. "Este es el alto el fuego de Rusia en actos, no palabras: ahora mismo las sirenas están sonando en toda Ucrania", alertaron los altos mandos militares. De hecho, ambas partes se han acusado mutuamente de bombardear varias ciudades como Jersón, Bajmut o la propia Donetsk.

"La guerra va a terminar cuando los soldados rusos se vayan o los echemos", reiteró un Zelenski que, con la ayuda occidental, le ha cambiado el paso a Rusia. La primera hoja de ruta de Moscú pasaba por la toma de Kiev, pero ni ese plan A ni siquiera el B, sustentando en la anexión ilegal de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, ha funcionado. De hecho, Ucrania recuperó el control de la última región y ha avanzado en las otras tres. Rusia, así, ha tenido que recurrir a una movilización parcial y no descarta una segunda mientras trata de rearmarse. Quizá quiera hacerlo 'en silencio' y por eso llama ahora a un alto el fuego.

Todo el mundo sabe cómo el Kremlin aprovecha los descansos de la guerra para continuar con renovado ímpetu

Por todo ello ahora la versión del Kremlin es diferente: el alto el fuego es "una mano tendida" que Zelenski no acepta. "Sus líderes la han rechazado. Creo que la mayoría del personal militar que participa en la operación militar especial ha respirado aliviada al escuchar la negativa de los principales payasos ucranianos para un alto el fuego", esgrimió el expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dimitri Medvedev. A la vez, Moscú asegura que "está cada vez más claro que los países del Occidente colectivo no están interesados en encontrar una solución pacífica al conflicto" y da por hecho que "Ucrania ha sido convertido en un terreno de pruebas militar".

Ucrania dice que no ha cambiado nada porque la tregua no es tal y de hecho cifró este viernes en más de 110.000 los militares de Rusia "liquidados" desde el pasado 24 de febrero. Al mismo tiempo, dicen, han sido destruidos 3.064 carros de combate, 2.059 sistemas de artillería, 215 sistemas de defensa antiaérea, 285 aviones, 272 helicópteros, 1.844 drones, 723 misiles de crucero, 16 embarcaciones, 4.797 vehículos y tanques de combustible y 182 piezas de "equipamiento especial".

Tampoco 'compran' el anuncio ruso ni la OTAN, ni Estados Unidos, ni la Unión Europea. "Rusia empezó la guerra y puede frenarla retirando sus tropas de Ucrania", recordaron desde la Alianza Atlántica, al tiempo que Joe Biden coincidió en que en Washington son "reacios a cualquier cosa que digan Putin" y asumen que está "intentando encontrar algo de oxígeno". En esa misma línea habló también Charles Michel. El anuncio de un alto el fuego unilateral es tan falso e hipócrita como las anexiones ilegales y grotescas y los referéndums que las acompañan", comentó el presidente del Consejo Europeo. Francia es incluso más dura en su posicionamiento, y avisa de que el alto el fuego es "un ejercicio de cinismo" porque Rusia "no quiere la paz".

El ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, fue incluso un poco más allá en su mensaje y aseguró que el 2023 "será el año de la victoria" sobre Rusia. Además, da por logrado que se mantenga el suministro de armas por parte de Occidente, sobre todo después del anuncio de Alemania para enviar material pesado. "Esta es la única forma de garantizar una paz duradera y justa y seguridad en Europa", reiteró Kuleba, antes de celebrar que en el momento actual de la guerra "ya le rechinan los dientes al Kremlin" cada vez que se da un nuevo anuncio para la llegada de material militar y ofensivo a Ucrania: "Seguiremos trabajando como equipo".

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