El papa pide que se "ponga fin inmediatamente a la insensata guerra en Ucrania"

  • El pontífice lamenta "la grave carestía de paz también en otros escenarios de esta tercera guerra mundial".
El papa Francisco, en la bendición del Urbi et Orbe.
El papa Francisco, en la bendición del Urbi et Orbi.
Claudio Peri / EFE
El papa Francisco, en la bendición del Urbi et Orbe.

El papa Francisco pidió este domingo "que se iluminen las mentes de quienes tienen el poder de acallar las armas" y "se ponga fin inmediatamente" a la "insensata" guerra en Ucrania. En el mensaje de Navidad pronunciado desde la logia central de la basílica de San Pedro antes de la bendición Urbi et Orbi, el pontífice denunció que "vientos de guerra soplan gélidos sobre la humanidad".

Ante decenas de miles de personas congregadas en la plaza y en un mensaje emitido por Mundovisión, el papa pidió recordar "los rostros de los hermanos y hermanas ucranianos, que viven esta Navidad en la oscuridad, a la intemperie o lejos de sus hogares, a causa de la destrucción ocasionada por diez meses de guerra". "Que el Señor nos disponga a realizar gestos concretos de solidaridad para ayudar a quienes están sufriendo", instó, en un momento en el que continúan los bombardeos en el país.

"Lamentablemente, se prefiere escuchar otras razones, dictadas por las lógicas del mundo. Pero la voz del Niño, ¿quién la escucha?", clamó Francisco.

En este mensaje de Navidad, que se ha convertido en una tradición para repasar los conflictos y males en el mundo, el pontífice lamentó que se esté "viviendo una grave carestía de paz también en otras regiones, en otros escenarios de esta tercera guerra mundial".

Y citó Siria, "todavía martirizada por un conflicto que pasó a segundo plano pero que no ha acabado", y Tierra Santa, "donde durante los meses pasados aumentaron la violencia y los conflictos, con muertos y heridos". En este caso imploró para que "se retome el diálogo y la búsqueda de confianza recíproca entre israelíes y palestinos".

Pidió también al Niño Jesús "que ayude en particular al Líbano, para que finalmente pueda recuperarse, con el apoyo de la comunidad internacional y con la fuerza de la fraternidad y de la solidaridad" y "que la luz de Cristo ilumine la región del Sahel, donde la convivencia pacífica entre pueblos y tradiciones se ve perturbada por enfrentamientos y violencia".

Rogó para que llegue "una tregua duradera en Yemen" y se vaya "hacia la reconciliación en Myanmar y en Irán, para que cese todo derramamiento de sangre". También reclamó esfuerzos para que "se pacifiquen las tensiones políticas y sociales que afectan a varios países del continente americano". "Pienso particularmente en el pueblo haitiano, que está sufriendo desde hace mucho tiempo", apostilló.

"Las guerras utilizan la comida como arma"

Francisco afirmó que "en este día, en que es hermoso volver a reunirse alrededor de una mesa bien preparada" no hay que olvidar "a las personas que sufren hambre, sobre todo los niños, mientras cada día se desperdician grandes cantidades de alimentos y se derrochan bienes a cambio de armas".

"La guerra en Ucrania ha agravado aún más la situación, dejando poblaciones enteras con riesgo de carestía, especialmente en Afganistán y en los países del Cuerno de África", aseveró el papa, que señaló que "toda guerra provoca hambre y usa la comida misma como arma, impidiendo su distribución a los pueblos que ya están sufriendo". E instó a comprometerse, en primer lugar, a quienes tienen responsabilidades políticas, "para que la comida no sea más que un instrumento de paz".

Cada día se desperdician grandes cantidades de alimentos y se derrochan bienes a cambio de armas

En su mensaje navideño no olvidó "a las familias que están más heridas por la vida, y en aquellas que, en este tiempo de crisis económica, tienen dificultades a causa de la falta de trabajo y de lo necesario para vivir". "No olvidemos a tantos migrantes y refugiados que llaman a nuestra puerta en busca de consuelo, calor y alimento, ni a los marginados, a las personas solas, a los huérfanos y a los ancianos que corren el riesgo de ser descartados, a los presos que miramos solo por sus errores y no como seres humanos".

Posteriormente, como es tradicional, impartió la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo) desde el balcón donde se asomó al mundo por primera vez como papa el 13 de marzo de 2013.

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