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Eye-tracking, comunicarse con los ojos: "El objetivo es que, en un futuro, se pueda manejar con el móvil o una webcam"

  • ​En la actualidad, se investiga para obtener dispositivos más fáciles de usar y menos "constreñidos".  
Gema, una niña con parálisis cerebral, usando un dispositivo de eye-tracking
Gema, una niña con parálisis cerebral, usando un dispositivo de eye-tracking
Irisbond
Gema, una niña con parálisis cerebral, usando un dispositivo de eye-tracking

En España hay 125.000 personas que tienen serias dificultades para comunicarse con su entorno por problemas de movilidad severos, como parálisis cerebral, ELA, esclerosis múltiple, etc. Dada la complejidad de su situación, en muchos casos estas personas no pueden usar los sistemas tradicionales de comunicación alternativa o aumentativa (CAA), sino que necesitan dispositivos aún más sofisticados y avanzados, como los basados en la tecnología eye-tracking. Estos dispositivos están diseñados con una tecnología que permite que se controlen solo con el movimiento ocular, lo que facilita a los usuarios comunicarse e interactuar con el entorno.

Esta tecnología, que ya existe y es de gran utilidad, no está exenta de mejora, que es lo buscan desde el grupo 'Gaze Interaction 4 Everybody' (GI4E) de la Universidad Pública de Navarra, liderado la doctora Arantxa Villanueva. Su objetivo: que estas herramientas sean más accesibles en todos los sentidos, pues en la actualidad todavía son dispositivos complejos y no accesibles a todo el mundo. De hecho, desde Irisbond, empresa española que elabora estos dispositivos, estiman que tan solo tienen acceso a ella en nuestro país el 23% de las personas que la necesitan.

Cómo funcionan los dispositivos de eye-tracking

Aunque la tecnología en sí puede tener muchas aplicaciones si hablamos de discapacidad, lo que consiguen estos dispositivos es ‘traducir’ los movimientos oculares de la persona en coordenadas de ratón, de manera que el usuario puede moverse por la pantalla a través de los movimientos de sus ojos. 

Con ellos pueden, por ejemplo, moverse por un teclado para escribir palabras que puede reproducirse en voz sintetizada, navegar por internet, ver contenidos audiovisuales… todo ello de manera autónoma, pues solo necesita sus ojos, "esta tecnología facilita la comunicación a personas con discapacidades muy severas, pero también existen tecnologías que combinan el sistema de eye-tracking con otro dispositivo, como el ratón para personas con cierta movilidad en el dedo. Para personas con ELA, por ejemplo, cuyo nivel cognitivo está intacto, pero van perdiendo movilidad de manera progresiva, es una herramienta de comunicación muy potente", asegura Arantxa Villanueva. 

Pero no solo para ellas, también, por ejemplo, "para aquellas que están afectadas también a nivel cognitivo. Para estas personas, simplemente por el hecho de interactuar con algo, ver que tú haces algo no con la mirada y conseguir que haya una reacción en la máquina puede ser incluso terapéutico", añade.

El presente: muy prácticos, pero demasiado ‘constreñidos’

Aunque aún no es conocida a nivel masivo, el eye-tracking -ideado en un inicio con fines militares- tiene ya varios años. Desde que se inventó, la tecnología se ha ido perfeccionando hasta dar lugar a aparatos muy sofisticados con grandes prestaciones para los usuarios, "los que se venden ahora mismo son dispositivos muy desarrollados que permiten llevar a cabo muchas acciones a los usuarios. Disponen de un hardware muy particular, con una cámara también particular… y normalmente necesitan de un especialista que ayude en la instalación y que forme al usuario en su manejo. No es algo, por tanto, que tú puedas comprar o una APP que puedas instalar y empezar a usar, sino que son sistemas de altas prestaciones que necesitas que alguien configure. Estos dispositivos se utilizan en el mundo de la discapacidad, pero también en otros ámbitos, como en marketing, psicología…", cuenta Villanueva.

En la actualidad, son sofisticados hasta el punto que puedes cerrar una ventana de Windows guiñando un ojo

Se trata, por tanto, de tecnologías muy útiles, pero que requieren de cierta formación, son grandes, etc. Además, al ser tan precisos, tienen también algún inconveniente, pues "el movimiento del usuario está muy constreñido, no puede salirse del campo de visión de la cámara, que es muy reducido. Eso hace que tengan que estar muy quietos para manejarlo, algo que no ocurriría, por ejemplo, con una cámara web". Esto es un problema, por ejemplo, para personas que tengan espasmos o movimientos involuntarios. El futuro está, por tanto, en idear dispositivos más versátiles y manejables.

Eye-tracking en el móvil o con una webcam

Empresas españolas como IRISBOND y el departamento en el que trabaja Arantxa Villanueva trabajan cada día para idear una tecnología que dé lugar a dispositivos más ‘de andar por casa’, pero también con grandes prestaciones, "quizás tengan menos que los que hay ahora, que son muy sofisticados, pero el objetivo es que se puedan manejar con el móvil o con una cámara web. Lo que se pretende con estos sistemas es que sean más 'plug and play', es decir, que tú puedas bajar una APP de algún sitio, incluso al móvil, y que con la misma cámara del móvil o cámara web, puedan funcionar. A nivel de investigación el reto está ahora mismo ahí, en intentar hacer este tipo de sistemas más accesibles, sencillos, versátiles… En la actualidad, son sofisticados hasta el punto que puedes incluso cerrar una ventana de Windows guiñando un ojo, pero igual, para el día a día, a las personas con discapacidad, no les hace falta tanto, sino que les es más útil disponer de herramientas de comunicación que sean más fáciles de instalar, de usar, que le permita moverse más…", explica.

Queremos que estos dispositivos sean más 'plug and play', que tú puedas bajar una APP y que con una webcam y puedan funcionar

Se trata de un reto más difícil de lo que parece, "en nuestro grupo de investigación, estamos intentando desarrollar sistemas basados en esta tecnología, pero es complejo. En los sistemas de altas prestaciones, este hardware tan constreñido y tan ajustado tiene como resultado que la imagen que obtienes es de mucha calidad. Sin embargo, la imagen que puedes extraer de una cámara web o del móvil es mucho más diversa y complicada de analizar", explica la investigadora.

Aun así, Arantxa asegura que tienen el proyecto bastante avanzado y que estos dispositivos puedan ser una realidad en relativamente poco tiempo, "con la ciencia nunca se sabe, pero yo espero que en el plazo de 5 o 6 años haya algún dispositivo ya usable que, aunque no tenga las mismas prestaciones que los actuales, permita un uso a través de una aplicación móvil o que con tu cámara desde casa y el software de alguna página web pudieran funcionar".

A nivel de mercado, la discapacidad tiene menos interés, aunque las personas con discapacidad se pueden beneficiar mucho de la tecnología

Para conseguirlo se necesita, cómo no, dinero, "es cierto que tenemos financiación de Ministerio, pero comparada con la que reciben colegas en otros países…". La investigadora reconoce que, en el ámbito de la discapacidad, cuesta más encontrar inversión, "a nivel de mercado, tiene menos interés, y es una pena, porque las personas con discapacidad se pueden beneficiar mucho de la tecnología". 

Para animar a la inversión y lograr que se desarrolle cuanto antes esta tecnología, Arantxa quiere recordar que el eye-tracking no solo puede tener aplicaciones en el ámbito de la discapacidad, también en otros más ‘comerciales’, como "la realidad virtual o para instalarlo en los automóviles". Porque sería una pena que una tecnología que podría cambiar para bien la vida de tanta gente se quedara encerrada en un cajón por falta de financiación. 

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