El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha defendido este lunes la subida del 8,5% de las pensiones anunciada a principios de octubre por el Gobierno y ha rechazado las críticas a esta revalorización con arreglo al IPC. "Una variante ha sido la de plantear que se reevalúen de forma separada, en función de nivel de pensión, pero este debate, además de ser extemporáneo, no tiene sentido", ha afirmado durante la inauguración de una jornada sobre El futuro de las pensiones, organizada por el diario 65YMÁS en el Senado.

Escrivá, que ha afeado que quienes ahora abogan por una subida diferencial de las pensiones no lo plantearan en su momento en el Pacto de Toledo, ha argumentado que "a los jubilados les impacta más la inflación", de ahí la pertinencia de la subida del 8,5% para todas las pensiones contributivas. En concreto, el ministro ha señalado que el gasto en vivienda y energía ha crecido para los jubilados nueve puntos porcentuales más que para el conjunto de la población y el gasto en alimentación, más de dos puntos porcentuales.

"Todos los que plantean que se suban las pensiones en función de la renta, no conocen el nivel de equidad y solidaridad de nuestro sistema de pensiones", ha subrayado. En ese sentido, ha defendido que el sistema español es más equitativo que el de los países de nuestro entorno, poniendo como ejemplo el tope a las pensiones máximas. "España es un país anómalo, tenemos unas pensiones máximas que no son demasiado elevadas ni tienen regímenes especiales como en otros países de nuestro entorno", ha argumentado.

Subida de las pensiones máximas

Por ello, el ministro ha recordado que la subida de las pensiones máximas es "una cuestión pendiente". "Ya estamos trabajando en un destope de las bases máximas de cotización y un aumento de las pensiones máximas, de manera progresiva en los próximos años", ha explicado. Otra de las tareas pendientes, según el titular de Seguridad Social, es la ampliación del periodo de cómputo más allá de los 25 años. "Desde la crisis financiera ya no hay carreras tan claras y son más volátiles", ha reconocido Escrivá, que ha agregado que "el sistema genera un nivel bajo de equidad". "Son elementos sobre los que estamos intentando buscar una solución", ha expresado.

Los beneficiados de la subida del 8,5% para todas las pensiones, un granero de 10 millones de votos fieles a PSOE y PP

Los agentes sociales, que han participado en un debate posterior a la intervención del ministro, han reprochado a Escrivá la falta de diálogo al respecto. En concreto, el secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, Carlos Bravo, ha advertido de que la adecuación del periodo de cómputo y la subida de bases y pensiones máximas previstas para este año son temas "muy complejos" y los tiempos son ajustados. 

Por su parte, la secretaria de Política Institucional y Políticas Territoriales de UGT, Cristina Estévez, que ha aludido a que la última reunión formal de la mesa de pensiones fue el pasado 12 de septiembre, ha lamentado la falta de propuestas detalladas por parte del Ministerio, una reivindicación que ha compartido la responsable de las áreas de Seguridad Social e Igualdad de la CEOE, Olimpia del Águila. "De muchas cosas nos enteramos por la prensa", ha criticado también el secretario general de Cepyme, Luis Aribayos. 

Incentivar la jubilación activa

Asimismo, pese a negar que sea necesaria una nueva reforma laboral, el ministro ha dicho también que es preciso incentivar las modalidades de jubilación activa y parcial, para que la transición al final de la vida laboral sea "gradual". "En otros países se transita progresivamente desde jornadas completas a jornadas menos exigentes, pero en España eso ocurre mucho menos, de forma que las personas que se jubilan pasan de trabajar su jornada completa hasta el último día y después saltan a no trabajar nada", ha expresado.

No obstante, Escrivá ha defendido que el sistema español de pensiones es "robusto en el tiempo" y "sostenible". En concreto, ha expresado que las previsiones apuntan a que, de continuar con los mecanismos actuales,  el gasto en pensiones aumentará 3,5 puntos sobre el PIB hasta finales de la década de 2040, pasando del 12,3% actual a en torno al 15,5% del PIB. Dicha tendencia se corregirá previsiblemente a partir de 2050, debido a la homogeneidad en términos de volumen de las generaciones.