El Paseo de Roma, frente a la fachada del Palacio de San Telmo, fue el escenario, por primera vez a pie de calle, en el que Juanma Moreno tomó posesión de su cargo como presidente de la Junta el pasado 23 de julio ante unas 600 personas. Lo hizo tras obtener una contundente victoria en las urnas el 19 de junio en unas elecciones autonómicas anticipadas que se saldaron con un resultado histórico: mayoría absoluta del PP en una comunidad que, hasta 2019, había estado siempre gobernada por los socialistas.

La pasada semana se cumplieron los primeros cien días de esta segunda legislatura de Moreno. Si el primer mandato estuvo claramente marcado por la pandemia del coronavirus, este segundo ha iniciado su andadura en un complicado contexto económico como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania, la tensión en los mercados energéticos y la elevada inflación. Pero, pese a la incertidumbre y la amenaza de una recesión económica, el presidente de la Junta se muestra optimista. "En cien días de Gobierno hemos dado un impulso al liderazgo andaluz. Ese es el camino: ilusión, medidas para activar la economía, apoyo a las familias y menos impuestos", ha manifestado el popular.

Precisamente su política fiscal ha sido clave en estos primeros compases de la legislatura, en la que ha puesto en marcha la sexta bajada de impuestos de su Ejecutivo, que contempla , entre otras medidas, la eliminación del impuesto de patrimonio, así como la deflactación del IRPF. Una "revolución", como la define el propio presidente, que ha situado a Andalucía en el centro del debate político nacional, normalmente reservado a otras comunidades.

El Presupuesto andaluz de 2023 prevé la creación de 68.000 empleos y casi 1.800 docentes y 544 sanitarios más

Convertido en uno de los barones más fuertes del PP, visto incluso por muchos como valedor del líder nacional del partido, Alberto Núñez Feijóo, de cara a las elecciones generales del próximo año, Moreno encabeza ahora un Ejecutivo de mayoría "suficiente" que le otorga la tranquilidad y "estabilidad" de saber que todas sus iniciativas saldrán adelante, como acaba de suceder con el Presupuesto andaluz de 2023. Sin embargo, desde el Gobierno autonómico insisten en destacar la apuesta de Moreno por el "diálogo, la moderación y la búsqueda permanente de consensos".

No lo ven así desde el principal partido de la oposición, cuya portavoz parlamentaria, la socialista Ángeles Férriz, afirma que el de Moreno es el Gobierno "de las cuatro erres: el rodillo de la mayoría absoluta, recorte de los servicios públicos; recolocaciones de Ciudadanos; y la ‘r’ de los ricos, porque les ha quitado el impuesto de patrimonio". Desde Vox, creen que Andalucía "no ha cambiado en cien días" y que "los indicadores se mantiene o se incrementan a peor". Mientras que desde Adelante consideran que el presidente "hace un análisis irreal de la situación socioeconómica" de la comunidad.

En el Ejecutivo insisten en cambio en que este es el Gobierno "de las respuestas", que en estos primeros cien días ha dado ya luz verde a ocho proyectos de ley, entre ellos, el de Atención Temprana, el de Policías Locales, el de Función Pública, el de Economía Circular, la Ley del Flamenco o la modificación de la Ley de gestión de emergencias. El Consejo de Gobierno, además, se ha reunido en 16 ocasiones y ha alcanzado 174 acuerdos. También se han aprobado cuatro decretos leyes y 433 decretos.

La desaparición de Ciudadanos

La mayoría absoluta del PP-A en las pasadas elecciones se tradujo a la vez en la desaparición del Parlamento de quien fuera en la anterior legislatura su socio de Gobierno, Ciudadanos, ahora comandado por una gestora en Andalucía. Han sido muchos los militantes que desde entonces se han dado de baja de la formación naranja, y algunos los que han pasado a formar parte del Gobierno andaluz, entre ellos, el exvicepresidente de la Junta, Juan Marín, ahora presidente del Consejo Económico y Social de Andalucía.

Moreno ha recuperado también a la expresidenta del Parlamento, Marta Bosquet; a la exconsejera de Igualdad, Rocío Ruiz; a los exportavoces parlamentarios de Cs Sergio Romero y Teresa Pardo; y la que fue consejera de Empleo en la anterior legislatura, que en esta segunda mantiene su cargo, Rocío Blanco.