Los socios de Sánchez redoblan sus exigencias en la semana clave para que los Presupuestos superen su primer obstáculo en el Congreso

  • ERC, PNV y EH Bildu siguen amenazando al Gobierno con presentar una enmienda a la totalidad antes del viernes.
  • La formación catalana exige impulsar "la agenda antirrepresiva", es decir, reformar el delito de sedición.
  • El PNV se muestra hermético y EH Bildu centra sus demandas en profundizar las medidas sociales.
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, pasa por delante del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño.
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, pasa por delante del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño.
Europa Press
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, pasa por delante del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño.

Los socios del Gobierno siguen deshojando la margarita para presionar al Ejecutivo de cara a la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. Apenas quedan unos días para que termine el plazo para presentar enmiendas a la totalidad al proyecto de cuentas y ni ERC, ni PNV ni EH Bildu han querido descartar expresamente que vayan a hacer uso de esta figura parlamentaria, que serviría para intentar derribar los Presupuestos antes incluso de que comenzaran a tramitarse. Parece poco probable que la sangre termine llegando al río, pero los aliados del Ejecutivo están aprovechando que son imprescindibles para plantear sus exigencias.

Lo que está ocurriendo no es una novedad, ya que el tira y afloja de ERC, PNV y EH Bildu a la hora de amenazar con una enmienda a la totalidad a los Presupuestos es ya un clásico en la relación del Gobierno con sus socios. Desde el inicio de la legislatura, los aliados del Ejecutivo han repetido este ritual cada vez que se presentaba un proyecto de cuentas públicas para posicionarse de cara a la negociación, que este año ya ha comenzado con unos primeros contactos preliminares entre el Gobierno y las formaciones nacionalistas. Y tanto el año pasado como en 2020, las amenazas quedaron en agua de borrajas y ERC, PNV y EH Bildu rechazaron derribar los Presupuestos a las primeras de cambio.

Con estos antecedentes, en el Ejecutivo hay tranquilidad y se interpretan los órdagos de sus aliados como parte de su estrategia negociadora. No obstante, este año la negociación de los Presupuestos promete ser incluso más compleja de lo habitual, pese a que todos los años es complicada por la cantidad de asuntos a pactar, no siempre estrictamente relacionados con las cuentas. Con unas elecciones locales previstas para mayo, los socios del Gobierno querrán sacar el máximo partido a los últimos Presupuestos de la legislatura. Y además ERC, el principal socio del Ejecutivo, ha endurecido su posición en Madrid como resultado de su ruptura con Junts en Cataluña.

Precisamente, los republicanos se pronunciaron este lunes con crudeza y volvieron a insistir en que no descartan presentar una enmienda a la totalidad durante la semana a los Presupuestos. La portavoz del partido, Marta Vilalta, aseguró que los republicanos no tienen aún decidido si plantearán este intento de torpedear las cuentas, pero también afirmó que, hoy por hoy, ERC está "muy lejos" de poder apoyar los Presupuestos, como ya dijo la semana pasada su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, que este martes prescindió de su habitual comparecencia ante la prensa en la Cámara Baja.

Básicamente son tres las reclamaciones de ERC para avanzar en la negociación con las cuentas, aunque la que se prevé más peliaguda es lo que los republicanos llaman "la agenda antirrepresiva", que para ERC pasa por firmar con el Gobierno un compromiso para reformar el delito de sedición. "Hay muchos deberes pendientes, por parte del Gobierno del Estado español, tanto en la cuestión más global para que funcione la resolución democrática del conflicto y la agenda antirrepresiva, como en el propio proyecto de Presupuestos", afirmó este lunes Vilalta.

En esa misma línea, el jueves pasado Rufián fue aún más tajante al mismo respecto, ya que exigió a Sánchez que fomente "un clima de confianza" y "que su palabra valga algo". "Para los que dicen que la represión ha acabado, en Cataluña hoy hay aún siete personas exiliadas y perseguidas por el Tribunal Supremo por un referéndum, 1.500 personas encausadas y pendientes de cárcel por un referéndum, aún hay 28 cargos en la Audiencia Nacional por un referéndum, aún hoy hay nueve líderes políticos parcialmente indultados que no pueden presentarse a las elecciones por un referéndum", enumeró el portavoz de ERC, que terminó su intervención preguntando a Sánchez si cree "que así se puede negociar algo".

Las dudas del PSOE

Además de la reforma de la sedición, Vilalta también alertó de que el Ejecutivo, a juicio de ERC, tiene "muchos deberes pendientes" porque "no ha cumplido los compromisos" de los Presupuestos de 2022 y también porque el proyecto de cuentas para el año que viene tiene "poca ambición" en cuestiones sociales y económicas. La portavoz, en este sentido, puso el foco en las que serán dos de las principales reivindicaciones de ERC en la negociación: la rebaja de la inversión en materia de Defensa y la aprobación de una ley de vivienda que incluya, al menos, algunas de las exigencias de los republicanos para ampliar el mecanismo de regulación de precios del alquiler.

Sin embargo, y pese a lo duro del tono empleado por ERC, el PSOE no tiene claro que sea conveniente poner en marcha una reforma del Código Penal para reformar el delito de sedición. Los socialistas han virado en relación a esta cuestión durante la legislatura: al principio de la misma sí parecían estar dispuestos a abordar la reforma, pero hace unos meses el presidente Sánchez afirmó que, hoy por hoy, no existe mayoría parlamentaria para aprobar un cambio en el delito de sedición. La afirmación, no obstante, es cuestionable, puesto que los socios habituales del Gobierno votarían presumiblemente a favor de esta modificación, lo que daría al Ejecutivo la mayoría.

"Cuando hablamos de Presupuestos estamos hablamos precisamente de eso, de Presupuestos", planteó por su parte este martes la secretaria general del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso, Isaura Leal, al ser preguntada por si el PSOE estaría dispuesto a negociar una reforma de la sedición para ganarse el apoyo de ERC a las cuentas. Leal, eso sí, también aseguró que los socialistas irán sin "líneas rojas" a esas conversaciones, dado que "esta es una legislatura enmarcada en la negociación y el acuerdo".

Los partidos vascos, a la espera

Ni PNV ni EH Bildu han sido tan duros como ERC a la hora de plantear sus exigencias al Gobierno para los Presupuestos, por una parte, y de amenazarle con una enmienda a la totalidad al proyecto de cuentas si no las cumple, por la otra. Pero las dos formaciones vascas tampoco han descartado intentar derribar el proyecto a las primeras de cambio, aunque en ello tiene mucho que ver su intención de mostrarse ante el electorado de Euskadi como la fuerza que mejor consigue presionar al Gobierno y obtiene mayores réditos a la hora de prestarle su apoyo.

Este objetivo que comparten PNV y EH Bildu es una de las grandes claves que sirve para explicar algunos de los movimientos de los aliados del Gobierno durante la legislatura. Por primera vez, al PNV le ha salido un competidor en su habitual rol de partido que sirve para conseguir concesiones para Euskadi del Ejecutivo central en Madrid. Y esa competencia explica que ambas formaciones quieran vender caros sus apoyos pero, a la vez, hayan mostrado en todo momento su disposición a negociar medidas de alto impacto mediático.

El PNV ha hecho gala de su habitual hermetismo en las negociaciones, y fuentes de la formación nacionalista se limitan a señalar que la decisión sobre si presentar o no una enmienda a la totalidad a los Presupuestos "no está tomada". Eso sí: el líder del PNV, Andoni Ortuzar, afirmó hace unos días que "la mano del PNV va a seguir ahí tendida" para negociar, aunque también señaló que le gustaría que "al otro lado haya voluntad política para colaborar y no para confrontar". El objetivo de la formación, aseguró Ortuzar, es que "salgan unos Presupuestos que puedan sacar al conjunto del Estado español de la situación de incertidumbre y de la penuria económica que están viviendo muchas familias".

Por el contrario, EH Bildu ha sido algo más explícita en sus reclamaciones para sacar adelante los Presupuestos y, antes de eso, para no presentar una enmienda a la totalidad contra los mismos. El portavoz adjunto de la formación abertzale en el Congreso, Oskar Matute, dejó la puerta abierta a esta opción hace unos días en una entrevista en Radio Euskadi, pero también señaló que EH Bildu decidirá "en función de cómo evolucionen las negociaciones y la receptividad que encontremos a las propuestas para dignificar la vida de las personas".

A diferencia de ERC, que ha recuperado una parte de sus reivindicaciones en materia territorial pidiendo la reforma del delito de sedición, lo que exige EH Bildu de cara a los Presupuestos es profundizar en las partidas sociales y, más en concreto, convertir en permanentes algunas de las medidas que el Gobierno ha puesto en marcha de manera temporal para hacer frente a la crisis derivada de la guerra de Ucrania. "Nos vienen tiempos difíciles y tenemos que ser capaces de distribuir la riqueza, porque riqueza hay", señaló en este sentido Matute.

El portavoz adjunto de la formación abertzale señaló en esa entrevista que, a juicio de EH Bildu, lo necesario es "ahondar en la línea de la protección social". "Venimos viendo que, desde hace mucho tiempo, cualquier decisión va acompañada del apellido de 'coyuntural' o 'temporal', y yo creo que muchas cosas que se han puesto sobre la mesa, como la gratuidad del transporte público de media y larga distancia o el llamado escudo social y la imposibilidad de que se corte la luz y el agua a una persona porque no puede pagarlos, tienen que ser medidas estructurales", planteó Matute. El aumento de las pensiones más bajas, especialmente las no contributivas, es otra de las prioridades de EH Bildu.

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