Un joven de 20 años ha sido detenido por la Policía Nacional en Melilla por ser el presunto autor de 14 estafas realizadas por Internet por el método conocido como SIM swapping, haciéndose pasar por una entidad bancaria. 

De esa manera, el hombre logró conseguir casi 72.000 euros de residentes en varias provincias. La Jefatura Superior de Policía de Melilla ha informado que el caso comenzó tras abrir una  iniciada en Valencia en octubre de 2021 por una denuncia en una comisaría por un delito de estafa de casi 6.000 euros a través del SIM swapping.

El denunciante comprobó en su entidad bancaria que existían cuatro tarjetas de crédito a su nombre, aparte de la suya, con las que se habían realizado compras por Internet, además de que algunos de sus familiares que le habían llamado le advirtieron de que les había contestado un hombre desconocido.

El Grupo de Policía Judicial de Comisaría de Distrito de Ruzafa se hizo cargo de la investigación, que permitió localizar en Málaga el domicilio donde eran entregadas las compras fraudulentas.

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Además, también determinó la existencia de otras trece personas que también fueron víctimas de estafas con el mismo sistema y que tenían como nexo común que las compras fraudulentas realizadas por Internet eran recogidas en ese domicilio de Málaga por la misma persona.

Este sujeto, que vivía en el lugar y recogía los paquetes, desconocía la procedencia ilícita de los mismos y le pagaban un módica suma de dinero por recibir y entregar estas compras ilegales al autor de los hechos. 

Los agentes le intervinieron una tableta y un móvil de alta gama, además de cuatro tarjetas bancarias, una de ellas con sede en Lituania y otra de criptomonedas.

El detenido fue puesto a disposición judicial por trece delitos de estafa y uno de usurpación de identidad

¿De qué trata el método SIM swapping?

Con el método SIM swapping, el actor inicial recopila datos personales sobre las víctimas, manipulándola mediante engaño, principalmente con el uso de correos electrónicos de phishing, haciéndose pasar por la entidad bancaria.

Después, se dirige a la compañía telefónica de la víctima solicitando una nueva tarjeta SIM utilizando todo tipo de estratagemas, siempre suplantando, conociendo y utilizando los datos personales obtenidos con anterioridad.

Una vez obtenida la tarjeta SIM, el teléfono de la víctima pierde la conexión a la red y el estafador recibe todos los SMS y las llamadas de voz destinadas a la víctima que, en unión al libre acceso a la aplicación bancaria, le permite realizar compras de elevada cuantía por internet, consumando así la estafa.