El fabricante de automóviles de origen francés Renault se instaló en Sevilla hace ya casi sesenta años, concretamente en 1963, una década después de su primera factoría en Valladolid. Ya entonces su principal actividad era la fabricación de cajas de cambio, aunque también bolsas de aire y asientos. El Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) planteado hace un año para sus mil trabajadores hizo temer un posible desmantelamiento de este importante foco industrial de la provincia.

Esos temores se disiparon hoy tras el encuentro entre el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el director industrial mundial de Renault Group y presidente-director general de Renault Iberia, José Vicente de los Mozos, a cuyo término ambos realizaron un anuncio que Moreno tildó de "notición" para la industria andaluza.

A partir de 2023, la compañía centralizará toda su producción de cajas de velocidades para coches híbridos en Sevilla. Así, todas las cajas de todos los coches híbridos Renault se fabricarán en la planta de San Jerónimo, lo que no sólo garantiza el empleo actual sino que supondrá ampliar la actividad y "generar empleo en Sevilla y Andalucía", destacó De los Mozos.

El primer paso será levantar el ERTE a finales de este año. Posteriormente, ya en 2023, se centralizará la producción de este componente fundamental en Sevilla. La factoría podría alcanzar el millón de cajas de velocidades híbridas al año. "Queremos que Sevilla se convierta en el centro del ecosistema de las cajas híbridas de Renault", señaló el presidente de Renault-Iberia. Esto supone que, en poco tiempo, Sevilla pasaría a convertirse prácticamente en el fabricante de todas las cajas, ya que, como recordó De los Mozos, las velocidades manuales "tienen una caducidad".

Esta apuestas por las nuevas tecnologías y el coche eléctrico encaja con los intereses de la Junta de situar a Andalucía como polo de interés industrial. "La apuesta de Renault por Andalucía contribuye de forma decidida a que ésta ocupe un puesto destacado dentro de la ingeniería de la automoción y a que sea vanguardia de la nueva era de la movilidad; Renault es una aliada estratégica que contribuye de forma decisiva al progreso económico, industrial y tecnológico de la comunidad andaluza", resaltó el presidente Moreno.

A los dos modelos de cajas que ya se fabrican en Sevilla se sumará pronto un tercero. "Todo ello supondrá la implantación de una nueva línea de montaje para las nuevas cajas de velocidades y un aumento notable de la actividad para esta planta", señaló el presidente de la Junta. De resultas, podría verse beneficiado el tejido productivo andaluz, ya que la apuesta de Renault, según De los Mozos, implicará "decisiones de proveedores que van a pensar venir aquí". Asimismo, es un escaparate para Sevilla con el que "mostrar el saber hacer de Andalucía y de Sevilla y de hacer ver que hay un futuro en la nueva cadena de valor en el coche electrificado".

"Esta noticia es un plus, una apuesta clara y decidida por la factoría de Sevilla y por Andalucía. Renault es un aliado estratégico", valoró Moreno, para quien la presencia de la industria "se comporta de una manera positiva ante las crisis amortiguando sus efectos y aportando empleo de mucha calidad y con valor añadido".

Moreno estuvo acompañado del consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, Rogelio Velasco. El presidente incidió en el trabajo llevado a cabo por la Junta en los tres últimos años para incentivar desde el ámbito público la iniciativa privada. Así, consideró clave "eliminar burocracia, tener una presión fiscal baja y cualificación en el ámbito educativo, de la Formación Profesional y Universitaria vinculada al sector industrial". Para el presidente, es hora de "meter una marcha más para situar a Andalucía como un territorio que cada vez sea más atractivo para invertir y más competitivo». 

Según Moreno, "necesitamos que España y Andalucía estén en torno al 17 o 18% del peso de la industria dentro de su PIB". La pandemia ha hecho caer el PIB industrial por debajo del 15% en el conjunto del país, mientras que en Andalucía no llega al 12%.