Misión imposible, la saga de películas, podría haber sido perfectamente protagonizada por unos padres intentando sacar a sus pequeños del agua, porque eso sí que es una tarea inalcanzable y no las que tenía que resolver Tom Cruise. Llegados a estas alturas del año (¡y con el verano ya inaugurado de forma oficial!), el agua es la mejor aliada de las familias para las tardes estivales. Sin embargo, esa liberación que supone para los mayores y el disfrute para los niños se va mermado cuando llega el momento de regresar a casa, una hora que, para los últimos, nunca parece aproximarse. 

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Aun así, no dudamos ni un segundo en volver a repetir una jornada de playa y piscina con nuestros pequeños. Ni nosotros ni las influencers, cuyos hijos disfrutan tanto del agua como los nuestros. Claro que, hay un aspecto en el que poco influye el número de seguidores del perfil de Instagram puesto que preocupa al común de los mortales: la seguridad de los niños es lo más importante cuando están en el agua. Así, tomamos las medidas necesarias para garantizarla y los manguitos son unos de los favoritos. Hasta hace unos años, los hinchables eran los más comunes, pero ahora triunfa un modelo con piezas intercambiables que evoluciona a la par que el pequeño. Las redes sociales han tenido que ver en la popularidad de esta versión, puesto que se los hemos visto a pequeños como Martín, el hijo de la influencer María Pombo, o Alana Martina, la hija de Cristino Ronaldo y Georgina Rodríguez. ¿Qué todavía no sabes de qué manguitos hablamos? ¡Pues sigue leyendo!

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Puede que sea la primera vez que los ves, pero, créenos, una vez que descubres el secreto de estos manguitos, ¡ya no quieres otra solución para el agua! Y es que, tal y como indica su nombre, son evolutivos para que a medida que nuestros hijos mejoran sus habilidades acuáticas, nosotros podamos ir quitando anillos flotantes. De este modo, podemos adaptarnos a su progreso personal sin que el aprendizaje de nadar sea complicado ni para ellos ni para nosotros. Y es que es importante recordar que cada uno avanzamos a un ritmo. Para ello, este modelo se sirve de seis discos (tres para cada brazo) que se regulan fácilmente para adaptarse a nuestros pequeños. Además, son duraderos, porque al estar elaborados de espuma no tienen peligro de pinchazos. En cuanto a la edad recomendada, es perfecto para niños de entre 2 y 10 años, aproximadamente.

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