'Futuróloga', 'pronosticadora', experta en innovación... Resulta difícil explicar en qué consiste exactamente tu trabajo, ¿cómo lo describirías?Mi trabajo consiste en prever escenarios y, para eso, tengo en cuenta mucha información. Miro al pasado para entender el futuro y realizar una predicción muy informada de lo que está por venir. No lanzo afirmaciones descabelladas ni conjeturas al azar, sino que todo lo que hago está basado en evidencias y hechos. En esta profesión, se trata de incorporar nuestro pensamiento racional y nuestra propia visión a la información disponible, encontrar un patrón y ver qué puede significar para la sociedad y la industria.

En base a todos estos conocimientos, ¿en qué ámbitos se van a producir las mayores innovaciones en los próximos años?Creo que una de las áreas a las que hay que prestar mayor atención es lo que la industria llama 'el internet de las cosas'. Todo está conectado, incluso objetos en los que no habíamos reparado antes. La leche que vemos en su jarra es parte de un sistema conectado, desde la fábrica al resto del mundo. En el futuro, nuestro coche podrá hablar con los semáforos y reaccionar a lo que ocurre en la carretera para permitir una circulación más segura. Incluso el aire formará parte de esta red y seremos capaces de medir su toxicidad y prever la de la semana siguiente. Además, podremos realizar cambios en tiempo real para que la ciudad resulte más amable para sus habitantes.

En ese escenario, ¿pueden las máquinas acabar desplazando a las personas en el ámbito laboral?Mucha gente piensa que la automatización ha llegado para dejar en la calle a muchos trabajadores; pero no es así, aunque pueda parecerlo. La inteligencia artificial (IA), por ejemplo, no es algo nuevo. Lleva con nosotros seis o siete décadas. Tal vez los trabajos más mecánicos sí serán realizados por máquinas y eso supondrá una ganancia en seguridad. Sin embargo, lo que hay que lograr es crear más puestos que los que la IA destruye. Hay que preparar a la mano de obra con nuevas habilidades, entrenarlos de acuerdo con los futuros empleos.

Entonces, ¿cuáles son las profesiones del futuro?Uno de los trabajos del futuro es el de experto en realidad híbrida, que se encargará de crear y convertir la información del día a día que leeríamos en una pantalla en realidad aumentada. Es quien hace posible que, si sujeto mi teléfono frente a mí, pueda verlo en el mundo real. Esta experiencia supone, además, una mejor transmisión del conocimiento, ya que el cerebro retiene los datos seis veces mejor si los recibe en un formato más inmersivo. Otra profesión sería la de especialista en ética digital, ya que toda esta tecnología debe estar bien regulada para garantizar la transparencia y el uso adecuado de los datos, y las empresas tienen que respetar esta legislación.

¿Y en la industria, qué aplicaciones tiene?En el mundo de los negocios, muchas organizaciones van a utilizar la evolución del internet de las cosas para conectar no solo datos. Tendrán la capacidad de transmitir habilidades, experiencia y conocimiento a través de la web, y los usuarios podrán verlo y sentirlo. Va más allá de tener un 'smartphone', se trata de subrayar que podemos conectarlo todo. En definitiva, el objetivo es lograr un impacto significativo en la vida de las personas, extraer un aprendizaje relevante. Si no, ¿para qué sirve?

¿Esta voluntad de dotar a los avances de una utilidad en el día a día de la gente es lo que se conoce como 'tecnología para el bien'?
Cuando hablamos de 'tecnología para el bien', lo que queremos decir es que todas estas increíbles innovaciones no tienen sentido si no cubren las necesidades básicas de las personas que las van a usar. En caso contrario, no sirven para nada, son inútiles. Debemos asegurarnos de que estos avances no son solo para las élites, para las grandes compañías tecnológicas, sino que llegan a la gente corriente. Tienen que ayudar al propietario de un negocio a mejorar el rendimiento de su establecimiento, a aumentar el bienestar de las familia, a proteger la identidad digital, a asegurar que vivimos más y mejor... La idea no puede ser innovar por innovar. 

Hablando de vivir más y mejor, ¿va a aumentar significativamente la esperanza de vida? ¿Cuál es el límite?Actualmente estoy trabajando en un documental sobre la longevidad. No se trata solo de vivir muchos años, sino también de la calidad de esa existencia. Por mucho que pueda prolongarse tu vida, es importante saber si estará libre de enfermedades como el cáncer, por ejemplo. Actualmente, uno de cada dos hombres lo padecerá. Da miedo. Es lo que, como madre de dos niños pequeños, me quita el sueño por las noches. No obstante, se están produciendo grandes innovaciones en el ámbito de la salud.

¿Como cuáles?Una de las áreas en las que están trabajando muchos investigadores es la nutrición. Qué comemos condiciona mucho cómo y cuánto vivimos, cómo se manifiesta nuestra salud. Actualmente, hay muchas aplicaciones sobre salud al alcance de nuestra mano. Mis favoritas son aquellas que permiten prevenir que una enfermedad termine siendo grave antes incluso de la aparición de los síntomas. En Estados Unidos, por ejemplo, hay una que detecta cambio en el tejido de las mamas cuatro años antes de que desarrolles cáncer. Eso puede salvar muchas vidas.