El INE mantiene el IPC en el 8,7% y registra la mayor subida en el precio de los alimentos en 28 años

Una mujer camina frente a un puesto de verduras en el Mercado Central de Valencia.
Una mujer camina frente a un puesto de verduras en el Mercado Central de Valencia.
ROBER SOLSONA /EP
Una mujer camina frente a un puesto de verduras en el Mercado Central de Valencia.
El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 0,8% en mayo en relación al mes anterior.
EP

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este viernes el dato definitivo del Índice de precios de consumo (IPC) de mayo, que confirma que la inflación se situó el mes pasado en el 8,7% y su núcleo subyacente en el 4,9%, la misma cifra que el instituto estadístico había avanzado a finales del mes pasado. Las subidas del transporte, alimentos y hostelería han empujado los precios al alza, mientras que la factura de la luz dio una pequeña tregua el mes pasado.

Así, en mayo, los precios del transporte se situaron un 14,9% por encima del nivel registrado el año pasado. Con un gasóleo un 33,9% más caro y una gasolina cuyo precio se incrementó un 23,5% en comparación con el año previo. 

Respecto al gasto en vivienda, el incremento de precios fue del 17,5%, un punto menos que lo que se registraba en abril. Entre este grupo de productos se incluye la factura eléctrica, que el mes pasado resultaba un 30,2% más cara que el año previo. No obstante, conviene recordar que el INE solo tiene en cuenta para calcular el IPC a los clientes del mercado regulado, que representan en torno al 40% de los consumidores domésticos. En él los precios han subido considerablemente más que en el mercado libre, donde los clientes y las eléctricas suelen pactar tarifas fijas que se revisan cada año. 

La ausencia en el IPC del mercado libre está causando efectos distorsionadores importantes en el dato de inflación general, que presumiblemente sería más bajo si se incluyera a todos los abonados y no solo a los de la tarifa regulada.

El tercer grupo de productos que más se encareció fueron los alimentos y bebidas no alcohólicas, que suben un 11% en comparación con el año previo. Este incremento es el más alto registrado desde enero de 1994. De los 49 productos cuyo precio se incrementó por encima del índice general, la mayoría pertenecen a este grupo.

El aceite de oliva (un 36,5% más caro), la pasta (27,9%), la harina (25,5%), los huevos (25,3%), la mantequilla (17,6%), la leche desnatada (17,3%) y la leche entera (16,7%) son los alimentos que más suben de precio. También destaca el encarecimiento de los alimentos para bebés (15,5%), los yogures (14,8%), la carne de ave (13,6%), el pan (12,6%), la carne de vacuno (12,3%), el café (11,8%), el pescado (11,7%), confituras, mermelada y miel (11,1%), el arroz (10,2%), las legumbres y hortalizas secas (10,2%) o los zumos de fruta (8,9%).

Otro grupo de productos que ha ido subiendo bastante de precio en los últimos meses es el de hoteles, cafés y restaurantes, que se han encarecido un 6,3%.  En este apartado destaca especialmente la fortísima subida en el precio de hoteles, hostales, pensiones y otros servicios de alojamiento, que son hoy un 45,4% más caros que hace un año.

Inflación elevada al menos hasta 2024

Los analistas coinciden en que la inflación seguirá en niveles históricamente elevados durante lo que resta de año. En abril, el Banco de España estimó que 2022 cerrará con unos precios en promedio un 7,5% más elevados que el año previo.

Esta misma semana, la OCDE fue más allá y elevó sus previsiones de inflación al 8,1% en 2022 y al 4,8% en 2023. De cumplirse este augurio, España seguiría en niveles de inflación que no se veían en los últimos 30 años. 

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