El detenido por asesinar a su vecina en Zaragoza cumplía condena por matar a otra mujer y no regresó a prisión tras un permiso

El cuerpo de la víctima cubierto por una sábana en el descansillo de su vivienda.
El cuerpo de la víctima cubierto por una sábana en el descansillo de su vivienda, en Zaragoza.
Guillermo Mestre - HERALDO
El cuerpo de la víctima cubierto por una sábana en el descansillo de su vivienda.
El cuerpo de la víctima cubierto por una sábana en el descansillo de su vivienda, en Zaragoza.
EFE

Cristina G. terminaba la jornada en su domicilio en el zaragozano barrio de San José, cuando su asesino le asestó una puñalada mortal en el abdomen. Presuntamente, fue su vecino Adil L., residente en el mismo rellano, quien acabó con la vida de esta joven en la treintena en un crimen que ha conmocionado a la ciudad y al país, tras el elevado número de feminicidios registrados en los últimos días. El hombre, que no había regresado tras un permiso a la prisión de Zuera donde cumplía condena por matar a otra mujer, fue detenido y trasladado al hospital ante la presencia de lesiones de arma blanca.

Faltaban apenas unos minutos para las diez de la noche del lunes cuando la desgracia se cernió sobre el primer piso del número 8 de la calle Alegría. La alerta la dio una tercera persona, que llamó a la Policía después de que los gritos entre víctima y agresor hubieran inundado el bloque y la mujer hubiera comenzado a pedir auxilio. "Tira el cuchillo, tira el cuchillo", afirma haber escuchado una vecina en declaraciones a Heraldo de Aragón

Sin embargo, cuando las dotaciones policiales y sanitarias llegaron al escenario del crimen era tarde. Encontraron a la víctima con un cuchillo clavado en el abdomen en el portal de su domicilio y los esfuerzos por salvarle la vida resultaron inútiles: confirmaron el fallecimiento de la mujer en el lugar de los hechos. También el supuesto agresor presentaba heridas de arma blanca, cuyo origen no está claro, y fue trasladado hasta el hospital Miguel Servet, bajo custodia policial.

Mientras los sanitarios lo atendían, el presunto asesino comenzó a gritar: "Me estoy muriendo, me estoy muriendo". Así lo narra esta vecina, que asegura que, desde el suelo, el arrestado reconocía sentirse "culpable". En el rellano, el martes por la mañana, aun se podía ver una sábana de los servicios de emergencias y las puertas de las viviendas de la víctima y el agresor estaban precintadas por la Policía Nacional.

El Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón intenta esclarecer si la fallecida y el presunto asesino mantenían algún tipo de relación y si se trata o no de un asesinato machista, según ha explicado la delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano. La investigación se encuentra "muy avanzada", según ha informado el propio Cuerpo.

Condenado previamente por asesinato

Adil L., de 45 años y nacido en Marruecos, cumplía condena en la prisión zaragozana de Zuera por el asesinato de otra joven en el barrio de Tetuán de Madrid en 2001, de acuerdo con el periódico aragonés. Se trataba de una mujer francesa a la que propinó una decena de puñaladas después de haberla conocido de fiesta en la sala Joy Eslava, cuando salió con un amigo.

Se conocieron sobre las cuatro de la madrugada y, tras tomar varias copas y fumar unos porros, se trasladaron a casa del amigo en Tetuán. Allí volvieron a consumir hachís, antes de que Adil L. y su víctima se fueran a una habitación. Una vez en el cuarto, la joven se tumbó en la cama vestida y comenzó a quedarse dormida, lo que despertó la ira del hombre y fue a la cocina a por un cuchillo para apuñalarla. Después, se entregó en una comisaría.

Tras este crimen, en 2003 fue sentenciado a 21 años de prisión e ingresó en la cárcel de Zuera. Sin embargo, desde enero de 2020 tenía una orden de búsqueda por quebrantamiento de condena por no haber regresado a prisión tras un permiso concedido por el juez. 

Días trágicos por los feminicidios

Tanto la delegada del Gobierno como el presidente de Aragón, Javier Lambán, han condenado este crimen, y este último ha manifestado su confianza en "la educación y en la conciencia de la sociedad" para frenar "esta lacra".

Tras confirmarse el crimen machista de Tomelloso de este lunes, ya son cuatro las asesinadas por sus parejas o exparejas en los últimos ocho días en España. El caso manchego se suma al de una joven de 26 años en Montemayor (Córdoba) el pasado 22 de mayo, la de una mujer de 50 en Tíjola (Almería) el viernes y la de otra de 51 en Vélez-Málaga (Málaga). 

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