Dicen que es serena, pero contundente, y que es la voz más sosegada del Parlamento andaluz. Dicen incluso que es capaz de crear consenso, una tarea titánica dados los tiempos que corren. Gracias quizás a la templanza y la habilidad parlamentaria que le atribuyen, Inmaculada Nieto Castro ha sido elegida como la cabeza de lista de Por Andalucía para las elecciones del 19-J tras duras negociaciones entre las múltiples formaciones que forman la candidatura.

La izquierdista algecireña ha pasado gran parte de su vida dedicada a estudiar y hacer política. Es licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad de Granada, tiene un Máster en Administración Pública y el título de Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales. A sus 51 años, está "a punto" de graduarse en Derecho por la Universidad de Cádiz, aunque el título puede llegar más tarde de lo esperado ahora que Nieto se postula como candidata a presidir la Junta de Andalucía.

Política y sindicalista

Paralelamente a su carrera académica, Nieto ha desarrollado una vida sindical y política: es afiliada de Comisiones Obreras, formó parte de la ejecutiva comarcal del sindicato en el Campo de Gibraltar y ha ocupado distintos puestos institucionales. Entre 2007 y 2019, Nieto fue concejal del Ayuntamiento de Algeciras y desde 2012 ocupa un asiento del Parlamento andaluz. 

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La diputada de Izquierda Unida tiene fama de llevarse bien con todo el espectro político de la cámara, en la que seguirá trabajando gracias a su candidatura. Nieto, que es la representante de IU más veterana del Parlamento andaluz, estaba a punto de cumplir las tres legislaturas que los estatutos de su partido establecen como tope para permanecer en el escaño. El límite queda anulado para Nieto al ser elegida candidata, lo que le permitirá continuar como diputada de Por Andalucía.

La voz templada de la candidata sindicalista supone un contraste entre sus compañeros de la Cámara autonómica, cada vez más ruidosa. En 2019, Nieto tomó el relevo de Antonio Maíllo como portavoz de Adelante Andalucía en un contexto novedoso, dado que un año antes se había conformado el primer Gobierno de derechas en la Junta.

Los años de Juanma Moreno en el Ejecutivo andaluz no han sido especialmente fáciles para las fuerzas progresistas. El PSOE, que llevaba 37 años gobernando Andalucía, ha tenido dificultades para amoldarse al papel de la oposición, mientras que la primera coalición electoral de Podemos e Izquierda Unida ha perdido demasiada energía solucionando sus discrepancias internas.

La división de Adelante Andalucía

En 2020, Nieto fue, junto a la que será su adversaria electoral Teresa Rodríguez, protagonista del cisma de Adelante Andalucía. El grupo parlamentario que aglutinaba a IU, Podemos y Anticapitalistas acabó por dividirse cuando los dos primeros pidieron a la mesa de la Cámara autonómica la expulsión de ocho diputados, entre ellos Rodríguez, por haber abandonado la militancia de Podemos. La anticapitalista, por su parte, quiso destituir a Nieto como portavoz. 

Finalmente, la Mesa hizo caso a Podemos y a Izquierda Unida. Los diputados de Rodríguez se quedaron fuera de la formación y Nieto quedó como portavoz del grupo parlamentario. El protagonismo que la algecireña cosechó en el ejercicio de esta función le ha dado fama de gran parlamentaria y de política serena.

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Este es precisamente el retrato que desde Por Andalucía se busca fomentar durante la campaña. "En un momento en el que hemos asumido como normal la falta de respeto y de decoro parlamentario, ampliamente amplificada por la presencia de la ultraderecha en las instituciones, las voces suaves, respetuosas y de modales exquisitos se abren paso entre tanto grito y exabrupto", sentencian orgullosos desde la formación política.

Sin embargo, la elección de la "voz suave" de Nieto resulta de una estridente discusión entre Podemos, por un lado, y Más País e Izquierda Unida, por otro. La elección del candidato fue el centro del desencuentro de las formaciones que componen Por Andalucía, una discusión que se prolongó hasta el último momento y en la que también tuvo mucho que ver el reparto de los recursos de la formación y, especialmente, la intención de todos los partidos de mostrar músculo de cara a tener más fuerza en el proyecto de Yolanda Díaz, si finalmente se presenta a las generales.

La idea inicial de conseguir un candidato independiente se vio frustrada por el rechazo de los personajes elegidos para sumarse al proyecto. Entonces, Podemos hizo unas primarias para proponer a su candidato, Juan Antonio Delgado, e Izquierda Unida encontró el apoyo de Más País al proponer a Nieto para liderar la lista de esta confluencia de partidos progresistas, que hace las veces de un lavado de cara de IU y Podemos en Andalucía y de experimento autonómico para la propuesta nacional de Díaz.

La candidatura de Nieto salió victoriosa en las últimas horas del acuerdo tras la intervención decisiva de Díaz, que decantó la balanza entre ella y Delgado. Pero las negociaciones se apuraron tanto que Podemos no pudo inscribirse en la coalición: IU asegura que los morados no llegaron a tiempo, mientras estos culpan a IU de haber registrado el documento incorrecto.

La nueva candidata se ha esforzado por dejar en segundo plano la discusión y recuperar la imagen de templanza para la propuesta. "El consenso político es irreversible y ahora toca trabajar por la alternativa", declaró en su primera comparecencia como candidata, a la par que pedía disculpas por el "desasosiego" que pudo provocar la pelea interna de la alianza de izquierdas.

El tono tranquilo será su herramienta en una campaña que se prevé agitada. Durante las próximas semanas, Nieto tratará de destronar a Juanma Moreno, enfrentarse al encendido discurso de Macarena Olona (Vox), y competir con las candidaturas de Juan Marín (Ciudadanos), Juan Espadas (PSOE) y Teresa Rodríguez, que se presenta como líder de una formación a la que bautizó como la disuelta Adelante Andalucía.