Bolaños y Robles, el combate de 72 horas de dos pesos pesados del Gobierno en un ring llamado Pegasus

  • Es el primer enfrentamiento público entre ministros del PSOE en esta legislatura.
  • El lunes, Bolaños confirmó el espionaje al móvil del presidente, un error que osciló entre Defensa y Presidencia.
  • Robles se ha distanciado del hombre fuerte de Sánchez para defender a Paz Esteban, directora del CNI.
Margarita Robles y Félix Bolaños, con Pedro Sánchez de fondo.
Margarita Robles y Félix Bolaños, con Pedro Sánchez de fondo.
EFE
Margarita Robles y Félix Bolaños, con Pedro Sánchez de fondo.

Margarita Robles y Félix Bolaños son dos de los pesos pesados de Pedro Sánchez, que esta semana ha visto cómo se ha tambaleado la relación entre dos de los pilares sobre los que el jefe del Ejecutivo ha basado sus últimos años en política. La brecha de seguridad en el móvil del presidente ha provocado un incendio en la bancada de los ministros socialistas, la primera en público entre compañeros de partido en esta legislatura. En apenas 72 horas, los titulares de Defensa y de Presidencia se han batido en un duelo en el que ambos han tratado de desligarse del fallo de seguridad que permitió la extracción de más de dos gigas de información del terminal del jefe del Ejecutivo con las responsabilidades de Paz Esteban, directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), como telón de fondo.

La semana empezó con una precipitada comparecencia del responsable de la cartera de Presidencia. A las 7 de la mañana, Moncloa convocó a los periodistas para una rueda de prensa que iba a tener lugar dos horas más tarde. El tema era importante, decían. No tanto para que saliera Sánchez, pero lo era. Así las cosas, al ruedo mediático del complejo presidencial salió la portavoz, Isabel Rodríguez, con Bolaños, que quiso desactivar el 'caso Pegasus' doblando la apuesta. Si la semana anterior la estabilidad del Gobierno había peligrado por la información de que hasta seis decenas de independentistas catalanes y vascos habían sido espiados con Pegasus, un malware solo vendido a gobiernos, el ministro de la Presidencia confirmó el espionaje al móvil del propio presidente y de la ministra de Defensa.

Fue entonces cuando el malestar en el ministerio dirigido por Robles comenzó a hacerse patente por el lugar en el que esa información dejaba a los servicios secretos españoles. Otros líderes europeos, entre ellos el francés Emmanuel Macron o la alemana Angela Markel, habían sido espiados, pero nunca lo admitieron. Sánchez, sí. Quedaba entonces poner el foco en qué o quién había fallado. Y todas las miradas se dirigieron hacia la misma persona: Paz Esteban, una funcionaria de 'la Casa' que lleva 40 años en el CNI y que ha sido la primera mujer en acceder a dicho cargo.

El martes, en la misma sala de prensa en la que Bolaños había confirmado la brecha de seguridad en dos de los terminales móviles más sensibles del país, la portavoz no quiso hablar de dimisiones. Tampoco respaldó a Esteban, en un argumentario que había lanzado el responsable de Presidencia a primera hora en una entrevista en la Cadena SER. Lo que tocaba en ese momento era "esclarecer" los hechos, dijeron ambos mientras aparecía el nombre de la exministra de Exteriores Arancha González Laya también como afectada. Los nervios en Moncloa aumentaban. Como prueba, el silencio con el que respondió Rodríguez en el clásico corrillo con periodistas tras el Consejo de Ministros.

Así las cosas, la tensa calma con la que se fue a dormir el Gobierno se rompió el miércoles. El foco cambió de Paz a Félix. A horas de que Robles compareciera en el Congreso de los Diputados, un informe del Centro Criptológico Nacional (CCN) al que tuvo acceso 20Minutos decía que las competencias del terminal móvil del presidente eran de la Secretaría General de Presidencia que, en mayo y junio de 2021 -momento en el que se detectaron los espionajes-, dependía de Bolaños, que aún no tenía cartera propia. Por si había algún despistado en la sala, Robles lo subrayó. "Un minuto" dijo que era suficiente para darse cuenta de quién era culpa el fallo. "Todo está en las normas, todo está en la ley", añadió.

Además, la ministra se diferenció de sus compañeros haciendo una encendida defensa no solo del CNI, sino también de Esteban. De los servicios de inteligencia -y de sus 3.000 trabajadores- dijo sentirse "profundamente orgullosa". De la directora del organismo apuntó que  estaba "aguantando estoicamente imputaciones que no se corresponden con la realidad". "Me horroriza llevar a la plaza pública a alguien que no puede defenderse", puntualizó después. Para más inri, añadió: "Ya me conocen, yo no me corto. Cuando tengo que decir algo, lo digo". A buen entendedor.

Vista la altura que estaba cogiendo el primer conflicto en abierto entre ministros socialistas desde que el Ejecutivo de coalición echó a andar en 2020, Robles optó por descolgar el teléfono esa misma tarde. Bolaños lo cogió. Y mantuvieron entonces una conversación en la que resolvieron las vicisitudes que les habían llevado hasta ahí

Al día siguiente, ambos se esforzaron por que quedase claro. Bolaños aprovechó un acto público para contar que había trasladado a su compañera su "apoyo, afecto y solidaridad". Robles añadió que el Gobierno se siente "orgulloso" y que la coordinación es "total y absoluta". También dijeron que la responsabilidad era de todo el Ejecutivo, lo que valió para que Esteban aguantase en su puesto, en el que, de momento, sigue. Y así quedaron las cosas: cada uno en su ministerio y la culpa en el de todos.

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