La ministra de Defensa, Margarita Robles, hace honor al nombre de su cartera y sale en defensa del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y de su directora, Paz Esteban, señalada tras el espionaje detectado a los móviles tanto de Robles como del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Justo un día después de que miembros del Ejecutivo no aseguraran el futuro de Esteban, la ministra de Defensa sí la ha respaldado en su puesto. Mientras, el socio minoritario de la coalición, Unidas Podemos, y el socio parlamentario clave para la supervivencia del Ejecutivo, ERC, han cuestionado la continuidad de la propia Robles.

Es lo que ha dado de sí la Comisión de Defensa del Congreso, que sin embargo no incluía en el orden del día el debate sobre el espionaje con Pegasus. El único punto del día era la comparecencia de la ministra para informar sobre la aprobación de la Brújula Estratégica de la Unión Europea y sus efectos sobre la proyección de las Fuerzas Armadas en las misiones internacionales. Sin embargo, las escuchas de dos de los terminales más sensibles del país, el de Sánchez y el de Robles, ha terminado por opacarlo todo. Ni los intentos de Robles ni los de la presidencia de la comisión, en manos del diputado del PP José Antonio Bermúdez de Castro, han conseguido que la UE fuera el tema principal.

Más que nada, porque la propia Robles, a final de su primera intervención, ya ha querido fijar su postura, que la convierte en un verso suelto del Gobierno. Y es que pese a que antes de entrar a la comisión la ministra había evitado responder a la pregunta de si Esteban debía dimitir -una cuestión que tampoco contestaron el martes la portavoz, Isabel Rodríguez, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños-, dentro del plenario ha defendido férreamente al CNI y a su máxima representante.

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"Me siento orgullosa de los 3.000 mujeres y hombres del CNI, que este año celebra su 20 aniversario y que han pagado con sus propias vidas el riesgo y el trabajo de defender nuestra paz, nuestra libertad y nuestra seguridad", ha lanzado Robles en un primer momento. Conforme la comisión ha ido desarrollándose, ha repetido dicho apoyo. "Lo diré las veces que haga falta", ha augurado, antes de insistir en que "el CNI tiene el deber de secreto y no se le puede acusar porque no puede defenderse". "Mi respeto, reconocimiento y admiración por el CNI", ha añadido.

Más tarde, ha ampliado ese apoyo a Esteban, siendo el primer miembro del Ejecutivo en defenderla en público después de que se diera a conocer el pasado lunes el espionaje a su móvil y al del presidente. Fueron dos intromisiones en el terminal de Sánchez en mayo y junio de 2021 y una en el de Robles, también en esas fechas. A juicio de la titular de Defensa, la directora del CNI está "aguantando estoicamente imputaciones que no se corresponden con la realidad". "Me horroriza llevar a la plaza pública a alguien que no puede defenderse", ha añadido.

Y es que no solo ha apoyado al CNI, sino que ha dado por hecho que la seguridad del móvil del presidente no era competencia de la inteligencia española, sino de Moncloa, que en la época en la que se realizaron los pinchazos dependía de Bolaños, actual ministro y entonces secretario general de la Presidencia del Gobierno. "Todo está en las normas, todo está en la ley", ha añadido.

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Echenique: "Usted sabe lo que tiene que hacer"

En cierto momento, Robles también ha agradecido al resto de grupos el tono cordial, que no quiere decir que hayan sido benevolentes con la ministra. En cualquier caso, ha sido la bancada conservadora formada por los populares, los de Vox y los de Ciudadanos la que mejor ha tratado a la titular de Defensa. Carlos Rojas (PP) ha defendido el "sentido de Estado de su partido"; Agustín Rosety (Vox) ha pedido ceñirse al orden del día (esto es, Europa); y Edmundo Bal (Cs) ha elogiado la "sensatez" de Robles.

Por contra, Unidas Podemos, que forma parte del Gobierno, y ERC y Bildu, que dan apoyo desde fuera, la han convertido en diana de sus ataques. El portavoz 'morado', Pablo Echenique, la ha señalado como la "máxima responsable política del CNI" y ha tildado de "insostenible" la "situación actual". "El espionaje es un escándalo", ha remachado. 

Por ello, ha pedido que "sea cual sea la autoría" del espionaje -ha mentado dos posibilidades: o un Estado extranjero o "alguna célula descontrolada" de los servicios secretos"-, se tomen "responsabilidades políticas". "Usted sabe lo que tiene que hacer, no solo por su dignidad, sino también por la dignidad del Gobierno", ha concluido.

Por su parte, la diputada de ERC Montserrat Bassa ha declarado que "en una democracia plena" la ministra de Defensa "debería dimitir o ser cesada" ante esta situación, y el representante de EH Bildu, Joseba Aguirretxea, ha añadido que el escándalo "es un desastre" que ha de ser "solucionado, analizado, aclarado" para responder políticamente "como corresponde".