El PP plantea en Andalucía una campaña 'a la gallega', centrada en la figura de Juanma Moreno y sin protagonismo de las siglas

  • "El lema de la campaña va a girar en torno a Juanma y no en torno al PP", explican fuentes de los populares andaluces.
  • Aspiran a un resultado electoral suficiente para disipar las aspiraciones de Vox de reivindicar una coalición.
  • Moreno tendrá que remodelar su gobierno tras la salida de Elías Bendodo, su negociador clave. 
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Juanma Moreno y Elías Bendodo.
C. G. Kindelán
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El PP ya presume de candidato en Andalucía y así va a plantear la campaña electoral que está a punto de abrirse. Poco queda de aquel Moreno Bonilla que en 2014 tomó las riendas de un partido impotente en su afán por conquistar la Junta. Ni siquiera unas patillas que inspiraban levemente a Curro Jiménez, tirado al monte de un electorado vinculado emocionalmente al socialismo como un bandolero desconocido, pero sospechoso de señorito. Una apuesta de Mariano Rajoy y Javier Arenas que poco entusiasmó al partido, que lo veía incapaz de disolver la telaraña de votos y afectos en la que se sucedían presidentes socialistas como reyes godos. 

Pero ahora es Juanma Moreno, el tipo que después de encadenar los dos peores resultados electorales del PP en Andalucía –32 en 2015, 26 en 2018– supo canalizar la carambola del destino que dio con él en el Palacio de San Telmo. El que ha despojado al partido de ese sambenito que fue la foto de Arenas con el limpiabotas. El presidente, dicen las encuestas, que ha cumplido las expectativas de los andaluces con tan ansiado cambio. 

Suyo es el botón que pondrá en marcha una convocatoria electoral que marcará la agenda política de aquí al verano. "Cuanto antes me lo quite de en medio, mejor, porque es que al final no puedo hablar de otra cosa que no sea elecciones", dijo el miércoles. El 19 de junio es la fecha más probable, acuerdan los mentideros políticos, para que los andaluces acudan a las urnas.

Con la misión de consolidar el cambio de tendencia en Andalucía y de cuajar la efervescencia de Alberto Núñez Feijóo, la figura acrecentada de de Moreno será el eje de la campaña. "El lema de la campaña va a girar en torno a Juanma y no en torno al PP", adelanta una diputada andaluza. "Antes había una percepción de que la gente votaba a Juanma y no a Pablo Casado, ahora todo lo que es marca PP sube, pero lo importante es incidir en la gestión que ha hecho Juanma", explica.

Una campaña, por tanto, al más puro estilo Feijóo en Galicia. Erigido en barón de referencia una vez aupado el gallego a la séptima planta de Génova 13, Moreno parece emular al todavía presidente de la Xunta hasta en la cautela. "Nos está pidiendo opiniones, pero nosotros no tenemos ni idea de cuándo van a ser las elecciones. Lo sabe el presidente, si es que lo sabe", cuenta otro activo de la bancada popular en el Parlamento andaluz. 

"Lo importante es que los andaluces entiendan la convocatoria", explica una de las fuentes. Moreno, que había sacado adelante sus tres primeros presupuestos gracias al apoyo de Vox a las cuentas del coalición con Ciudadanos, lleva desde diciembre en suspenso ante la negativa del partido de Santiago Abascal de poder tramitar el de 2022, vital para un escenario económico acuciado por una inflación galopante. Aquí encuentra la justificación del adelanto a pocos meses de que se consuma la legislatura.

Vox y Macarena Olona

Vox, el fenómeno político que a morrión puesto cabalgó hasta los 12 escaños en diciembre de 2018, a la postre cruciales para decantar la balanza en una victoria histórica de la derecha, también encara la confirmación de sus propias aspiraciones. La tendencia mayoritaria es la que apunta a un desenlace parecido al de Castilla y León. La integración en un gobierno en detrimento de un Ciudadanos del que, como en el Titanic, solo van quedando los violinistas. Pero en el PP se resisten. Si bien los 55 escaños que marcan la mayoría absoluta es un listón demasiado elevado, los 46 de la última encuesta de Sociométrica para El Español podrían disipar las aspiraciones de la derecha radical, ya obsesionada en llevar sus banderías a los gobiernos.

Han corrido ríos de tinta con que sea Macarena Olona la encargada de clavar la pica. Alicantina, pero diputada por Granada, Olona se posiciona desde hace meses a base de epifanías andaluzas, de stendhalazos por el sur de España, esta Semana Santa rezándole a la Macarena. En el partido la consideran un "filón electoral". Sin embargo, sería un riesgo demasiado elevado mandarla a una escaramuza con Moreno para que terminara sin mando. 

"Si ella supiera que va a entrar en el gobierno, tira corriendo para Andalucía", dicen desde el PP. Una Olona que podría activar el voto ahora mismo apaciguado de cierto electorado socialista donde la figura del presidente de la Junta no despierta excesivo rechazo, sino al contrario. "Fíjate en Paco de la Torre en Málaga, que aglutina el voto de mucha gente: pues con Juanma, igual", apunta el diputado andaluz. "Tenemos que buscar el voto del socialista descontento con Pedro Sánchez", reconoce una fuente.

Mientras, en Vox siguen sin confirmar candidato, vinculada la decisión a la convocatoria oficial de las elecciones. Manuel Gavira, portavoz del grupo en el Parlamento de Andalucía, es la otra hoja de la margarita, una opción más tutelable por Abascal y en donde se confiaría, como en Castilla y León, el resultado a una marca que aún sin candidato se le presume superar la veintena de escaños.

"Cualquier candidato del PSOE tiene muy difícil romper con el pasado, que es lo que quiere la gente. Una persona que ha sido consejero socialista lo tiene muy complicado porque viene de lo mismo", sentencian en el PP sobre el candidato del PSOE, Juan Espadas, el exalcalde de Sevilla que asumió la primavera pasada la Secretaría General del PSOE andaluz. 

El papel de Bendodo

Si dan los números, el próximo gobierno de Moreno, pese al balance positivo, tendrá que cambiar. El presidente andaluz estará obligado a rediseñar su equipo sin su pieza angular, sin su mano derecha y mejor negociador: el todavía consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, llamado a filas por Feijóo para que, junto al vicesecretario de Organización, Miguel Tellado, sea el fontanero de Génova. 

"Bendodo no es sustituible", admiten fuentes del partido de Juanma Moreno, porque más allá de "su enorme capacidad para estar en todo", se trata de alguien que es "como su hermano". Juntos desde Nuevas Generaciones, ambos han crecido de la mano en la política hasta asentarse en el éxito del nuevo modelo andaluz. "Nos tiene un poco desconcertados, no nos vamos a engañar", reconoce la diputada consultada sobre el posible relevo de la persona de confianza del presidente. "Juanma supongo que pensará en la persona idónea en función del escenario", explica otra fuente, en referencia a si el gobierno es bajo la fórmula o no de Vox.

Patricia Navarro, secretaria general del PP malagueño que preside Bendodo y delegada de la Junta en Andalucía, asumirá parte de las vacíos orgánicos. Pero para su relevo al frente de las funciones con más peso asoma otro nombre: el de la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, que "puede sonar para todo, desde la Alcaldía de Granada o para estar de número dos en la Junta".

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