Las gasolineras mantienen precios al inicio de Semana Santa pese al temor a que los subieran aún más tras los descuentos del Gobierno

Una persona repostando en una gasolinera en Madrid.
Una persona repostando en una gasolinera en Madrid.
EUROPA PRESS
Una persona repostando en una gasolinera en Madrid.

Ocho días tras la entrada en vigor de los descuentos de 20 céntimos por litro de carburante aprobados por el Gobierno, y a las puertas de las vacaciones de Semana Santa, el balance es que las gasolineras mantienen los mismos precios que antes de la aplicación de las bonificaciones y, por tanto, no están aprovechando el descuento para inflar los ya de por sí altos precios que se pagan desde hace semanas por llenar el depósito.

Nunca antes fue tan caro salir de viaje en coche en Semana Santa como lo será estas vacaciones. Tras la invasión rusa de Ucrania, los precios del petróleo se han disparado en todo el mundo, arrastrando a la gasolina y el diésel a máximos históricos. No en vano, desde el segundo tercio de marzo llenar un depósito de tamaño medio (55 litros) tanto de gasolina como de gasóleo ronda los 100 euros en España.

Para mitigar el impacto de esta situación sobre los consumidores, el Gobierno aprobó el viernes de la semana pasada un descuento directo de 20 céntimos por cada litro de gasolina o diésel repostado. Varios expertos alertaron de que esta rebaja podría incentivar a las empresas petroleras a subir precios para obtener más beneficios. Algo que, de momento, parece que no está ocurriendo.

Según los datos del boletín petrolero de la Unión Europea publicados el jueves y consultados por 20minutos, la gasolina de las estaciones de servicio españolas se ha abaratado en promedio 21 céntimos, mientras que el diésel lo ha hecho 19 céntimos. Estos precios -que ya reflejan los descuentos recogidos en el decreto que entró en vigor el viernes de la semana pasada- apuntan a que, de momento, las empresas petroleras no han aprovechado las ayudas para aumentar sus márgenes de beneficio.

De hecho, por ahora, el efecto está siendo casi el contrario. Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica -que monitoriza las 11.400 estaciones de servicio que existen en España- desde el 1 de abril, los precios de venta de la gasolina y el diésel (sin incluir descuentos) se han reducido un 1,3% de media en comparación con la semana previa. 

Sin embargo, en ese mismo periodo, el barril de Brent ha cotizado un 8,3% por debajo respecto a la semana anterior, un descenso que no se ha traducido por completo en los precios de las gasolinas. En ausencia de cambios en la fiscalidad de los combustibles -como es el caso-, el elemento que determina las subidas y bajadas en el precio de los carburantes es la materia prima, que en el mercado europeo es el petróleo Brent.

Ello refuerza el célebre postulado de los 'cohetes' y las 'plumas', que sostiene que cuando el petróleo se encarece los precios de las gasolinas suben de manera rápida y abrupta. Sin embargo, cuando el crudo se abarata, las bajadas de precios en el surtidor ocurren lenta y progresivamente.

Además, aunque los descuentos a los combustibles que aprobó el Gobierno hace una semana han contribuido a abaratar el precio final en torno a un 10%, llenar el tanque sigue siendo mucho más caro que antes de la guerra.

Madrid y Barcelona, las ciudades más caras para llenar el depósito

Aunque las subidas en el precio de las gasolinas han tenido eco en todo el país, existen algunas diferencias en lo que cuesta repostar en los diferentes puntos de la geografía española. Por ejemplo, entre las cuatro ciudades más pobladas de España -Por este orden: Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla- llenar el depósito de gasolina 95 es, en promedio, 2,5 euros más caro en Barcelona que en Valencia. Una diferencia que en el caso del diésel de consumo más frecuente asciende a 3,34 euros.

Barcelona es la ciudad en la que más caro sale repostar en todo el país. Llenar un depósito de tamaño normal de gasolina en esta ciudad cuesta 101,1 euros de media. 101,9 en el caso del diésel. Los precios oscilan entre 1,699 y 1,899 euros el litro (siempre sin contar los 20 céntimos de descuento del Gobierno) para la gasolina entre la estación de servicio más cara y la más barata. En el caso del diésel, la diferencia se mueve entre 1,929 y 1,735 euros el litro.

Tras la Ciudad Condal, Madrid es la urbe donde más costoso resulta llenar el tanque. En la capital, un repostaje promedio de gasolina cuesta 100,1 euros y uno de diésel, 101,5. En Madrid, la horquilla de precios entre la gasolinera más barata y la más cara se mueve entre los 1,687 y los 1,959 euros el litro en el caso de la gasolina y los 1,699 y los 1,989 en el gasóleo.

A cierta distancia de Madrid, aparece Sevilla, donde un repostaje promedio baja de los 100 euros tanto para la gasolina (98,9) como para el diésel (99,3). En la capital andaluza los precios oscilan entre los 1,685 y los 1,885 euros el litro para la gasolina y 1,699 y 1,899 diésel.

Finalmente, el repostaje más barato de las cuatro grandes ciudades españolas se encuentra en Valencia, donde llenar el depósito cuesta, de media, 98,6 euros en el caso de la gasolina y 99,3 en el diésel. Los precios de la gasolina en las estaciones de servicio van desde los 1,677 a los 1,899 euros el litro. Para el gasóleo, la horquilla se mueve entre los 1,697 y los 1,919 euros el litro.

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