Podemos toma posiciones de cara a la reanudación de las negociaciones entre patronal y sindicatos para alcanzar un "pacto de rentas", el acuerdo que intenta auspiciar el Gobierno para determinar la evolución salarial en los próximos años. Los sindicatos llevan semanas exigiendo que, además de los sueldos, ese pacto incluya medidas para bajar la factura de la luz o ayudas para costear el aumento de los precios de la cesta de la compra. Y los morados, en este sentido, redoblan la apuesta: a su juicio, el pacto de rentas debe ir acompañado de una subida de impuestos a las "rentas del capital" para financiar los servicios públicos.

Así lo planteó este lunes la portavoz de Podemos, Isa Serra, en la rueda de prensa posterior a la ejecutiva del partido. El ala morada del Gobierno ha decidido rebajar la presión interna al PSOE para llevar a cabo la reforma fiscal hasta que se cierre la negociación con la UE para establecer un tope al precio de la luz en el mercado mayorista, pero de cara al medio plazo Podemos insiste en que debe producirse esta subida de impuestos a rentas altas y grandes empresas. Si no, argumentan los morados, será imposible poder sostener la inversión pública puesta en marcha en el plan de choque contra la guerra, unas medidas que Podemos quiere convertir en "estructurales".

Definir el tope a la luz, el pacto de rentas y la fiscalidad: los nuevos frentes del Gobierno tras aprobar su plan de choque

"Lo fundamental es que las rentas del capital aporten lo que deben aportar para que podamos salir de las consecuencias derivadas de la guerra de Ucrania con más igualdad", planteó Serra, que insistió en que, para financiar la respuesta del Estado a la crisis derivada de la guerra, debe haber un "esfuerzo" de "las grandes fortunas" y las grandes empresas a nivel impositivo. "De lo que se trata es de decir quién tiene que aportar, a quiénes hay que subirles los impuestos", y no tanto de hablar sobre si se suben o se bajan los gravámenes, sostuvo la portavoz.

Patronal, sindicatos y Gobierno se han reunido en dos ocasiones durante el mes de marzo para abordar el reclamado pacto de rentas, pero ninguno de los dos encuentros ha terminado con avances de peso. En el primero de ellos, las centrales se mostraron conscientes de que la subida de los precios "no va a poder repercutirse de forma inmediata al conjunto de los salarios", pero exigieron que esa "pérdida de poder adquisitivo" que los trabajadores podrían experimentar durante 2022 se recupere con subidas por encima del IPC en 2023 y 2024.

La patronal, por su parte, ha afirmado que garantizar el poder adquisitivo de los salarios -es decir, elevarlos con el IPC, aunque no sea en un periodo de un año sino de tres- es inviable. "La indexación de los salarios a la inflación es un error inmenso para España", sostuvo tras la primera reunión del pacto de rentas el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, mientras el líder de Cepyme, Gerardo Cuerva, dejó claro que "la inflación perjudica al trabajador y al consumidor, sin duda, pero también perjudica de forma agresiva a la empresa". Ambos, Garamendi y Cuerva, hicieron hincapié en la necesidad de "evitar la espiral inflacionista", lo cual implica contención de los salarios.