En Sevilla se fraguó el famoso 12 a 1 a Malta. Juanma Moreno ha querido recordarlo en otro partido bien distinto que, está seguro, acabará también en victoria. Alberto Núñez Feijóo es el capitán en esta ocasión: “Tu aval excelente de gestión en Galicia augura buenas cosas para España”, le ha dicho el presidente andaluz.

Aquel encuentro clasificatorio de la Selección Española del 83 parecía a priori misión imposible, ni más ni menos que desbancar al PSOE en Andalucía tras casi 40 años en el poder. El propio Moreno sirve la analogía: “En Andalucía parecía imposible que el PP tuviera un presidente, que hubiera un cambio y alternativa. Quiero deciros desde aquí que no hay nada imposible con ilusión, trabajo y esfuerzo. En el PP no damos nunca nada por imposible”.

El presidente de la Junta de Andalucía juega en casa “y se nota”, admite. Su entrada en la sesión de tarde del XX Congreso del PP, solo un segundo después de la de Ayuso, ha sido más propia de un rockstar que de un gestor, entre música alta, aplausos a rabiar y gritos coreados de “Juanma, Juanma”. Antes, Cuca Gamarra había recordado a los presentes que Moreno, en Andalucía, “está demostrando que hay otra forma de gobernar esta tierra”. Su baronía sale muy reforzada y es la más potente en el equilibrio de poderes del nuevo PP de Feijóo, junto a la de Ayuso. Además, tras la renuncia de Feijóo al PP gallego, Moreno queda como el decano de los presidentes autonómicos del partido; el malagueño lleva al frente del PP andaluz desde 2014 y a la cabeza de la Junta desde 2019.

Desde el Sur, asegura Moreno, “vamos a poner todas nuestras energías y esperanzas en el futuro”. El malagueño ha querido recordar a Feijóo la importancia de “no olvidar de donde vienes”, de la gestión regional. La receta andaluza es “trabajar de manera humilde, cercana, con eficacia y compromiso”. La primera piedra le corresponde ponerla a él, a Moreno, con unas elecciones a la vuelta de la esquina, ya sea en junio, como fecha más cercana, o para otoño.