El anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de incrementar gradualmente el presupuesto de Defensa para alcanzar el compromiso del 2% del PIB pactado con la OTAN ha generado un nuevo roce en el seno del Ejecutivo de coalición. 

Sánchez desoye la discrepancia con UP por el gasto en Defensa e incluye a Díaz en la negociación para bajar impuestos

Esta vez, no hay fisuras entre Podemos y la vicepresidenta Yolanda Díaz, pues ambas partes sí rechazan tajantemente esta nueva respuesta ante la guerra en Ucrania, a diferencia de lo que ocurrió con el envío de armas, pero desde Unidas Podemos aseguran que no van a provocar una nueva crisis en el Gobierno porque se trata de un asunto a tratar más a largo plazo, cuando se negocien los Presupuestos de 2023. 

En lo que se quiere centrar Unidas Podemos ahora es en defender su propio paquete de medidas para hacer frente a las consecuencias de la crisis generada por la guerra en Ucrania y que incluyen, entre otras cosas, congelar el precio de los alquileres mientras dure el conflicto.

Lo que sí ha amarrado Sánchez en relación al gasto militar es el apoyo de los partidos de la oposición. PP, Vox y Ciudadanos ven con buenos ojos el anuncio del presidente. La portavoz popular, Cuca Gamarra, animó al Gobierno a "seguir rectificando" en materia de política exterior porque cree que es cuando acierta. Tradicionales socios del Ejecutivo, como EH Bildu o Más País, en cambio, mostraron sus reticencias ante ese aumento en gasto militar, mientras que el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, sostuvo que el presupuesto anual en Defensa "ya es muy alto" en España, si bien también reconoció que "a veces los intereses de tu país tienen que pasar por encima de tus propias convicciones".

Desde primera hora de este martes, la reacción de Unidas Podemos al anuncio de Sánchez de ir incrementando progresivamente el gasto en Defensa hasta el 2% del PIB, lo que supondrá dedicar a esta área cerca de 10.000 millones de euros más que ahora, fue rápida y unánime. Portavoces de la coalición morada en el Congreso expresaron abiertamente su rechazo, alertando de que esta política generaría un «riesgo de una escalada armamentística a nivel europeo».

Nuestra posición es conocida, tenemos una diferencia con el PSOE que hemos manifestado al presidente"

Díaz se unió después para concretar su postura: "Nuestra posición es conocida, tenemos una diferencia con el PSOE que hemos manifestado al presidente. Respetamos la decisión del PSOE, pero creemos que lo prioritario es incrementar presupuestos en educación, en investigación, en sanidad, en materias que son de especial interés".

No obstante, fuentes próximas a la vicepresidenta descartan que esto vaya a generar una crisis dentro de la coalición de Gobierno como la vivida hace un par de semanas. De hecho, a ello ayuda que el aumento del presupuesto militar no tendrá que negociarse, al menos, hasta el próximo septiembre, cuando se diseñen los próximos Presupuestos Generales del Estado.

Desde Moncloa también niegan que exista un frente de Unidas Podemos y Díaz contra Sánchez y, como muestra, apuntan a que la ministra de Trabajo también va a formar parte del equipo del Gobierno que, a partir de hoy miércoles, negociará con los grupos del Congreso el apoyo al decreto ley que se aprobará el 29 de marzo con medidas de emergencia para paliar los efectos de la guerra sobre la economía española. El primer partido con el que se reunirá hoy el Gobierno para tratar de recabar apoyos será el PP.

Belarra presenta este miércoles la propuesta

De cara a la aprobación de este decreto, Unidas Podemos ya tiene una propuesta que es la que quiere negociar con el PSOE para que se incluya en el paquete final y que aborda materias como vivienda, precios de la energía o fiscalidad.

Será la ministra Ione Belarra la que, con el beneplácito de Díaz, presentará este miércoles todas las medidas, aunque será la vicepresidenta la que pilotará las negociaciones.

Una de las propuestas estrella para intentar paliar la escalada de los precios es la congelación de los alquileres mientras dure la guerra, lo que supondría prohibir que se revaloricen anualmente con la inflación.

Unidas Podemos también plantea la posibilidad de que los inquilinos puedan solicitar a sus caseros una prórroga de un máximo de seis meses de su contrato -imitando lo que ya hizo el Gobierno durante lo más duro de la pandemia-, así como recuperar las moratorias en el pago de alquileres para familias vulnerables.

De igual modo, los morados pelearán por recuperar la primera versión del mecanismo para recortar los beneficios caídos del cielo de las eléctricas, mecanismo más ambicioso que el actual para paliar la subida de precios.