"Inviable", "insignificante", "brindis al sol"... los expertos critican la propuesta térmica de Borrell contra el gas ruso

Opciones para tener un hogar confortable y ahorrar luz
Imagen de recursos de dos personas frente a una chimenea.
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Opciones para tener un hogar confortable y ahorrar luz

La guerra en Ucrania está causando un drama humano insoportable para la sociedad civil, pero también se expande fuera de las fronteras de Ucrania provocando una crisis energética que está causando subidas históricas de los precios de la luz, el gas o la gasolina. El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha pedido a los ciudadanos europeos que "bajen la calefacción en sus casas", porque hay que "pagar un precio" por "cortar el cordón umbilical" con la economía rusa. Pero, ¿cuál sería el efecto de esta medida doméstica pero masiva? ¿Lograría asfixiar la economía de Rusia?

Según fuentes del comparador de tarifas de energía Selectra, habría que ir más allá de un grado centígrado. Según las conclusiones de un informe que está preparando al respecto, adelantadas a 20minutos, si todas las tiendas y oficinas de Europa redujesen su temperatura 3ºC, bajaría en un 4,9% la dependencia del gas ruso, mientras que si esta misma medida llega también a hogares y sector terciario, caería un 16,5%. Por tanto, "bajar 3°C el termostato en toda Europa permitiría potencialmente prescindir de, al menos, el 16,5% de las importaciones rusas de gas natural", calculan. 

Esta reducción del consumo ahorraría, además, 61,9 millones de toneladas de emisiones de CO2 menos al año que no se emitirían a la atmósfera, estiman desde Selectra.

"La primera cosa que tenemos que hacer es cortar el cordón umbilical que une a nuestra economía con la rusa y cortar el flujo que le permite acumular reservas con las cuales financiar la guerra", dijo Borrell este miércoles en un debate en el Parlamento Europeo.

Riesgo para la industria

Desde Fundación Renovables consideran que esta propuesta del jefe de la diplomacia europea es "insignificante" porque "la Comisión Europea ha estado latente, durmiendo, cuando se dispararon los precios de la luz a finales de 2021. España ya dijo en Bruselas que teníamos que reducir la dependencia del gas ruso y la Comisión Europea dijo que no", recuerda Ismael Morales, portavoz de esta organización centrada en la divulgación de la necesidad de llevar a cabo un cambio de modelo energético.

El problema que señalan es que es una medida muy sujeta a las circunstancias de cada país, pues mientras España no depende tanto del gas ruso (en enero importó de Rusia el 11% del total), Alemania sí estaría más comprometido, pues su industria es altamente dependiente del gas que compra en Rusia (este país importa el 69% del total del gas que consume de Rusia). Además, en España no hace tanto frío como en otros países más al norte. 

"El problema es la industria, la siderurgia, las cementeras o las fábricas de cerámica, por ejemplo, que están en riesgo de sufrir un parón" por el alto precio de la energía. Según el informe de 2020 (el último disponible) de Enagás, el 56% del gas importado a España se destina a la industria; el 24,7%, a la generación eléctrica; y el 15%, a las pymes y hogares.

Asimismo, desde Fundación Renovables añaden que es "contradictorio" y muestra "una doble moral" irse a importar gas natural licuado (GNL) a través del fracking en EE UU, cuando la ley contra el cambio climático aprobada por el Gobierno en mayo de 2021 prohíbe esta práctica. "Parece que más allá de nuestras fronteras el impacto ambiental no importa".

"Inviable"

Por su parte, desde el Foro Industria y Energía (FIE), Nuria Rabanal, directora de la cátedra de Seguridad y Defensa de la Universidad de León y miembro del FIE, expone a este periódico que la propuesta de Borrell es una medida "complemente inviable" porque "en la misma España existen regiones en las que no es posible que la ciudadanía restrinja el uso del gas y la calefacción. Se trata de zonas muy despobladas, con una población muy envejecida, en pobreza energética y con bajo poder adquisitivo. No se les puede pedir a esas personas que reduzcan aún más su consumo energético".

Esta medida, opina Rabanal, "es en realidad un 'brindis al sol' que pretende trasladar a los ciudadanos una responsabilidad que no les corresponde. Lo necesario y urgente es acometer una política de diversificación energética, que haga a Europa menos dependiente del gas ruso", reclama la experta, que coincide con sus colegas al mencionar el problema de la industria, que "a día de hoy no puede renunciar al gas". 

"Y no solo me refiero a la industria pesada, existen otras como la farmacéutica que están empezando a tener serios problemas de gestión energética y a las que la ciudadanía necesita de manera irreemplazable para garantizar su salud y su bienestar", abunda.

Con todo, calculan que, dependiendo de las temperaturas de interior y exterior de la vivienda, "el ahorro de combustible y gasto económico podría ser de un 6,25%" si se baja un grado el termostato de los hogares. Una cuantía que Rabanal cree "insuficiente" para tener un peso en las decisiones de Rusia.

"Cortoplacista"

Desde el comparador de precios Rastreator.com, su responsable del área de energía, Daniel Mata, afirma que se trata de una medida "cortoplacista" porque los meses de mayor frío ya han pasado prácticamente en España y "no será tan notable como para que el efecto sea muy grande". Borrell aclaró esta noche que su mensaje iba dirigido a toda la ciudadanía europea, pues el gas que consume España "viene de otra parte".

En cuanto a los precios, Mata recalca que "actualmente estamos comprando el precio de toda la energía al coste de lo que está más caro que es precisamente el gas, debido a la situación bélica actual. Separar el precio del gas haría que el valor económico del resto de energías (eólica, nuclear, carbono...) bajara sustancialmente y, por tanto, afectaría de forma positiva en la factura de electricidad del consumidor. No obstante, se trata de una medida que están actualmente valorando, por lo que habrá que estar muy pendientes".

El jefe de la diplomacia europea se encuentra este jueves en Versalles donde esta tarde comienza una cumbre de los Veintisiete, ha explicado en una entrevista en la radio francesa France Info que uno de los temas que abordarán los jefes de Estado y de Gobierno será el mantenimiento o no de las compras de gas y petróleo ruso.

Ante el embargo decretado por Estados Unidos a los hidrocarburos rusos, señaló que para Washington "no es demasiado difícil" en la medida en que apenas compra crudo de Rusia, mientras los europeos "importamos mucho petróleo ruso y todavía más gas". Pero hizo hincapié en que la UE ya está aplicando varios trenes de sanciones contra Rusia, el último anunciado este miércoles, y esas sanciones hacen "mal" a la economía rusa.

El dirigente de la Facua también ha lamentado las declaraciones de Josep Borrell: "De cortar el brutal aumento de beneficios de las eléctricas no dice nada. Del salario de 36.000 euros al día del presidente de Iberdrola mientras la luz subía el año pasado, tampoco", ha criticado.

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la temperatura idónea para la calefacción en el hogar en términos de eficiencia energética es de 20-21 grados y apagarla por la noche. Desde Fundación Renovables inciden en el mensaje de que "el consumo responsable siempre ha de estar ahí", un tema que, lamenta, "se tendría que haber trabajado desde hace tiempo".

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