Rusia amenaza con reducir el suministro de gas a Europa: así llega el gas ruso al continente y cómo afecta a España

Gasodutos que subministran gas a Europa desde Rusia.
Gasodutos que subministran gas a Europa desde Rusia.
H. P.
Gasodutos que subministran gas a Europa desde Rusia.

Cuando los países europeos decidieron sancionar económicamente a Rusia por la invasión de Ucrania sabían que aquello era un arma de doble filo, y muchos mandatarios advirtieron de las consecuencias que también tendría en la economía comunitaria. Aún así, todas las sanciones han tratado de sortear el envío de gas ruso a Europa, conscientes de la dependencia de Rusia que tiene el Viejo Continente de este producto. Hasta ahora el flujo de esta materia prima parecía seguir fluyendo pese a los enfrentamientos diplomáticos con Moscú, pero ahora el Kremlin ha avisado de que podría cerrar el grifo de uno de los gasoductos mas importantes que llegan a Europa es una opción que no descarta.

El vice primer ministro ruso Alexander Novak advirtió este lunes de que su país podría dejar de suministrar gas natural a través del gasoducto Nord Stream 1, aunque asegura que no se ha tomado aún ninguna decisión sobre el gasoducto, que funciona "a plena capacidad".

Estas declaraciones llegan en medio de una subida histórica de la electricidad, que este martes ha llegado en España a 700€/Mwh. La crisis energética vivida en todo el mundo, alimentada por la subida global del gas a causa del parón de la pandemia y la rápida reactivación económica, y agudizada por la guerra en Ucrania, ha llevado a un encaramiento de la electricidad en el planeta.

Esta situación ha dejado a la vista la dependencia europea en cuanto a energía, ya que es un continente con escasa producción de energía no renovable. Países como Rusia ven como sus decisiones y movimientos respecto a sus reservas y suministros reciben una reacción casi inmediata de los países europeos, que ahora se debaten entre recapitular en su enfrentamiento con Rusia o el empeoramiento económico de continente.

Un suministro que supone en torno al 40% del gas que recibe Europa

Si hay un país al que se le pueda considerar 'el gran proveedor' de gas de Europa, ese es Rusia. En torno al 40% del las importaciones de este recurso natural para la producción de energía del viejo continente provienen del Estado ruso.

No obstante, no todos los países europeos dependen de la misma forma, ya que los Estados del sur utilizan gasoductos que transportan el gas argelino o libio, reduciendo considerablemente su dependencia de Rusia. Además, algunos países europeos, en un intento por perder esa dependencia de un único proveedor, han comenzado a buscar más exportadores, impulsando también la llegada de gas natural licuado a través de barcos metaneros, como es el caso de España. En el caso español, importa su gas natural esencialmente de Argelia, proveedor seguido a gran distancia por Estados Unidos y Nigeria.

Aun así, la gran dependencia rusa ha hecho que una reducción del suministro o el cierre inmediato de uno de los gasoductos pueda afecta de forma considerable a las reservas y a su precio, al tener que buscar proveedores alternativos. La energía y los recursos naturales se convierten así en una poderosa arma geopolítica, donde controlar el suministro y crear dependencia a otras regiones puede marcar la diferencia de cara a futuras negociaciones.

Además, los problemas en algunas reservas de gas en Noruega durante 2021 incrementó todavía más la dependencia europea de Rusia que, por otro lado, también ha hipotecado parte de sus ingresos económicos a la venta de gas a Europa, ya que es su mayor comprador. Muchos analistas apuntan a que Rusia podría comenzar a vender su gas a otras regiones (apuntan a China), y así lo ha dejado caer este lunes el Kremlin.

¿Por donde llega el gas?

El gas ruso llega a Europa principalmente por varios gasoductos que cruzan desde los yacimientos hasta el continente europeo, pasando algunos incluso por Ucrania, lo que ha elevado todavía más la importancia del conflicto para algunos países europeos.

El gasoducto que se ha amenazado con cerrar es el Nord Sream 1, situado en el mar báltico con dirección a Alemania. Este gasoducto se había ampliado recientemente colocando otro que haría el mismo trayecto y aumentaría considerablemente el fluyo de gas que iba a llegar a Europa: el Nord Stream 2.

Pese a que este gasoducto ya estaba terminado antes de que comenzara la guerra en Ucrania, las implicaciones geopolíticas de su puesta en marcha lo había frenado. El proyecto fue muy criticado por las instituciones comunitarias, alegando que significaría una perdida de independencia y seguridad energética, que dependería todavía más del Kremlin. 

De hecho, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Europeos, Josep Borrell, aseguró unas semanas antes del inicio del conflicto armado que "el funcionamiento de esta infraestructura dependería del desarrollo de los acontecimientos en Ucrania y la actitud de Rusia", añadiendo que estaría en manos de los reguladores decidir "si esta infraestructura puede funcionar o no".

Esta situación provocó que Alemania tomara cierta distancia en los primeros instantes de la invasión, midiendo sus palabras y su actitud frente a las sanciones a Rusia. No obstantes, terminó sumándose a las sanciones propuestas por los países europeos y anunció que no utilizaría el Nord Stream 2.

Gasodutos que subministran gas a Europa desde Rusia.
Gasodutos que subministran gas a Europa desde Rusia.
H. P.

Europa busca alternativas y España jugará un papel principal

La Comisión Europea presentará este martes su última propuesta para hacer frente al alza de los precios de la energía, cuya presentación estaba prevista para la semana pasada. En la reunión, que tendrá lugar en Estrasburgo, el Ejecutivo comunitario adoptará las medidas para reducir la dependencia de Europa del gas ruso lo más rápido posible, diversificando el suministro a través de los gasoductos que conectan Europa con otros proveedores así como a través de barcos metaneros.

La intención de la Comisión es mejorar las seguridad del suministro de gas en el mercado comunitario y reducir el impacto de los valores del gas en los mercados sobre el precio de la energía, especialmente para consumidores y empresas.

Los comisarios decidirán si los Veintisiete realizarán compras conjuntas de gas, así como si desarrollarán sistemas de almacenamiento estratégico de forma coordinada y compartida. Sobre la mesa también está la petición de España de reformar el mercado mayorista de la electricidad para que los elevados precios del gas no se vean repercutidos en el precio de la luz ni en el bolsillo de los consumidores.

Bruselas defiende que la UE está preparada para garantizar el suministro de gas en caso de que Rusia efectúe cortes en el aprovisionamiento. Además, asegura que el mercado comunitario cuenta con reservas de gas suficientes para la presente temporada de invierno.

Así mismo, en una comparecencia institucional celebrada el pasado sábado en el Palacio de la Moncloa tras reunirse con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, señaló que la UE debe librarse de la dependencia "del gas y el carbón ruso". La presidenta felicitó a España por por la "gran experiencia" que tiene en el campo de las energías renovables, que, a su juicio, es el camino para garantizar "nuestra eficiencia energética".

"España tiene un porcentaje de energías renovables impresionante y estoy segura de que desempeñará un papel importante en el abastecimiento energético de Europa, y para ello tenemos que trabajar en las interconexiones entre la Península Ibérica y UE", remarcó.

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