Argelia garantiza a Ribera el suministro de gas a España pese al cierre de un gasoducto, aunque podría encarecerse

La vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera.
La vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera.
EFE
La vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera.

La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, afirmó este miércoles que el suministro de gas desde Argelia está completamente garantizado pese a la decisión argelina de dejar de utilizar el Gasoducto Magreb Europa (GME) tras romper relaciones con Marruecos, donde se encuentra parte de esa infraestructura. Así lo aseguró Ribera tras reunirse en Argel con su homólogo argelino, Mohamed Arkab, que además ofreció a España complementar su oferta de gas con cargamentos de gas natural licuado en barco –lo que podría incrementar los costes–, aunque aún no se ha cerrado ningún calendario para ello.

Ribera viajó este miércoles a entrevistarse con el representante del Gobierno argelino debido a las dudas que han surgido en las últimas semanas en relación a cómo va a garantizar Argelia el suministro de gas que tiene acordado con España una vez ha roto relaciones con Marruecos. El gasoducto que dejará de utilizarse, construido gracias a la colaboración entre la española Enagas y la sociedad nacional argelina de hidrocarburos Sonatrach, enviaba cada año más de 8.000 millones de pies cúbicos de gas a España a través de un tubería de 1.400 kilómetros que arranca en el corazón del desierto argelino, penetra en territorio marroquí y se sumerge en el estrecho de Gibraltar.

Analistas y expertos han expresado sus dudas sobre como Argelia va a compensar las cantidades pactadas utilizando solo el gasoducto Medgaz, que tiene una capacidad de 9.000 millones de metros cúbicos de gas, una cantidad que se prevé aumentar hasta únicamente 10.500 millones a finales de noviembre. No obstante, Ribera aseguró que su homólogo argelino "ha explicitado la garantía total con respecto a los volúmenes de suministro pactados", y además ha prometido "estudiar" las vías para incrementar su oferta "en el caso de que España lo pidiera".

Este aumento del suministro, al menos a corto plazo, tendría que realizarse a través del transporte marítimo de cargamentos de gas natural licuado, lo que podría incrementar los costes, ya que este gas es más caro que el que viene por tubo, porque hay que licuarlo, transportarlo y regasificarlo, mientras que el del gasoducto fluye directamente. El año pasado, España recibió por esta vía un 61% del total de su importación de gas, a través de barcos metaneros que llegan a diferentes puertos de España, principalmente a los que tienen plantas regasificadoras: Barcelona, Sagunto, Cartagena, Huelva, Mugardos y Bilbao.

Ese encarecimiento de los precios vendría a sumarse a la subida imparable que registra el coste del gas desde hace meses en todo el mundo, lo que, entre otras cosas, también ha provocado un aumento del precio de la luz porque el diseño del mercado español y europeo provoca que se venda toda la electricidad al precio de la más cara de producir, que es precisamente la generada en centrales de gas natural. España, cuyos consumidores están siendo más perjudicados que los de otros países europeos por este aumento del precio de la luz, ha pedido permiso a la UE para salir del sistema europeo de asignación de precios, pero ha recibido una primera negativa de Bruselas.

En cualquier caso, y en la misma línea que Ribera, el ministro argelino Arkab aseguró que "todos estos suministros están garantizados por contrato" y que Argelia está lista "para hablar sobre volúmenes suplementarios con el fin de suministrar todas las cantidades adicionales" que España necesite. No obstante, el titular de Energía del país vecino no ofreció más detalles sobre la manera de subsanar la diferencia entre la capacidad de los dos gasoductos, el marroquí y el Medgaz, que ahora será el único que se utilice para enviar el gas a España.

El cierre del gasoducto

La visita de Ribera tuvo lugar apenas unos días antes de que deje de suministrarse gas a través del gasoducto que cruza Marruecos, algo que está previsto que ocurra este próximo domingo. Se trata del segundo viaje de un miembro del Gobierno a Argelia en apenas un mes, ya que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, viajó a Argel el pasado 30 de septiembre y dijo haber obtenido garantías de Argel de que mantendrá inalterado el suministro de gas a España pese a su conflicto diplomático con Marruecos.

La ruptura de relaciones entre los dos países magrebíes se produjo a finales de agosto, cuando Argelia anunció que cortaba sus lazos diplomáticos con Marruecos debido a un extenso cúmulo de circunstancias, entre las que el propio Gobierno argelino citó la falta de avances en la resolución de la disputa abierta por el Sáhara Occidental. Argel es un viejo aliado del Frente Polisario, que lucha por la independencia saharahui y que Marruecos tacha de terrorista.

El reino alauí, por su parte, calificó de "injustificada" la ruptura de relaciones diplomáticas por parte del Gobierno de Argelia y aseguró que se sustentaba en "pretextos falaces, incluso absurdos". Argel llamó a consultas a su embajador en julio después de que el embajador marroquí en la ONU respaldase la autodeterminación del pueblo cabilio en Argelia. Tampoco le gustó que el ministro de Exteriores de Israel, Yair Lapid, cuestionase desde Marruecos el papel que desempeña Argelia en la región. El Gobierno argelino recrimina igualmente a Marruecos su supuesto apoyo a organizaciones consideradas terroristas, así como el espionaje con el sofware Pegasus, del que habría sido víctima Argelia.

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